Luz verde al fin para uno de los IPCEI más esperados (y necesarios): el de microelectrónica echa a andar con 20 países
Uno de los IPCEI (Proyectos Importantes de Interés Común Europeo) más esperados se pone en marcha, según acaba de anunciar el comisario Thierry Breton: se centrará en impulsar el liderazgo europeo en microelectrónica, para cerrar las brechas en la cadena de suministro, y contará con grandes empresas y startups de 20 países
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, acaba de anunciar la pre-notificación a la Comisión Europea, por parte de “Alemania, en representación de los Estados Miembros participantes”, de la puesta en marcha de un Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) para apoyar iniciativas de cooperación transnacional en microelectrónica.
Es uno de los IPCEI más esperados, por la grave crisis derivada de la escasez de microprocesadores. Se viene trabajando en él desde hace meses y uno de los primeros éxitos ha sido multiplicar por cuatro las adhesiones de Estados miembro registradas en el proyecto inicial. Según Breton, “al unir las fuerzas de los Estados Miembros y la Industria, arranca un proceso que traerá consigo importantes decisiones de inversión para mejorar la resiliencia de la cadena de suministro de semiconductores en Europa”.
Finalmente participarán un total de 20 países y son más de 90 entidades las potencialmente beneficiarias. Sin ocultar su entusiasmo, Breton afirma que el IPCEI es “una clara señal de que Europa está destinando dinero donde está su boca. ¡Europa significa negocios!”
En este IPCEI estarán incluidas tanto grandes empresas como startups y permitirá “invertir en capacidades clave e innovadoras en todos los puntos de estrangulamiento de la cadena de suministro, como materias primas, equipamiento, investigación, preproducción o diseño”. La clave será “apoyar el liderazgo europeo en microchips cerrando las brechas de suministro y permitiendo la innovación”, ha explicado el comisario.
Cada Estado incluido en el proyecto tendrá que presentar su proyecto individual en las próximas semanas. A continuación, la Comisión examinará cada propuesta siguiendo un “diálogo más profundo con cada país participante para examinar el mérito y la capacidad de cada proyecto para mejorar la innovación de Europa en el sector, además de su seguridad de suministro”.
Teniendo en cuenta la urgencia, la Comisión “hará todo lo posible para asegurar una rápida revisión para que los proyectos puedan empezar a implementarse en el terreno lo más pronto posible”, afirma Breton.
“Se trata de un gran paso adelante, que va de la mano de la próxima Ley de chips de la UE, con la que aumentaremos la resiliencia de los semiconductores en Europa, incluso con la producción de chips de vanguardia más avanzados para hacer frente a la demanda europea y global”, añade.
Esta Ley contemplará, continúa el comisario, “medidas para anticipar mejor cualquier posible interrupción de la cadena de suministro. Además de las condiciones de inversión que garanticen la seguridad del suministro en toda la cadena de valor, promoviendo la excelencia europea en investigación y diseño de semiconductores”.
El mensaje de Breton es claro: “No tenemos tiempo que perder. Nuestra capacidad para producir los semiconductores más avanzados ayudará al desarrollo de todos nuestros ecosistemas industriales, de nuestro liderazgo industrial en el futuro y nuestro peso geopolítico. No se trata de producir todo en Europa, sino de asegurar toda la cadena de suministro.”
«Y podemos estar seguros. Cuando Europa tiene la voluntad de unirse y marchar en filas cerradas, lo logra”, sentencia.
La situación en España
En una de las mesas de debate del Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de Ametic, celebrado en septiembre en Santander, José María Insenser, representante de la industria española en el IPCEI de microelectrónica, instó al sector a “responder”. Según explicó, los cuatro work streams que conforman la iniciativa europea son el de Sensores; el llamado Think, que incluye procesadores; el Risc-V, que aborda el problema de consumo de las memorias y la innovación en IA; y el Act, de actuadores de potencia y comunicaciones, que aborda el 5G y la seguridad, señalando que “aquí hay un hueco enorme para ser líderes”.
En la misma mesa, Jordi Llinares, subdirector general de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Industria, apuntó que los IPCEI son “los instrumentos para canalizar la capacidad de fabricación”, ya que permiten agrupar fuerzas en materia de Competencia y la posibilidad de articular fondos que no tengan la consideración de ayudas del Estado.
Por su parte, el director del Barcelona Supercomputing Center, Mateo Valero, comentó que “debemos preparar un ejército español para ser fuertes y colaborar con Europa” en materia de microelectrónica y chips. En su opinión, se trata de una “oportunidad única para colaborar”, ya que “por primera vez existe la posibilidad de hacer diseños con coste bajo, de construir sobre lo construido, por eso es el momento de colaborar a nivel industrial y universitario”.
También se sumó a esta idea Ezequiel Navarro, CEO de Premo Group, para señalar que “sin semiconductores no hay nada de lo que venimos hablando” y haciendo una clara apuesta por la colaboración, “democratizar el desarrollo colaborativo de hardware y pasar de los egosistemas a los ecosistemas”.