Jordi Llinares: «No habrá café para todos, Industria apoyará modelos productivos, no de subsidio»

El impulso de la transformación digital corre en paralelo a las ayudas para la recuperación del tejido empresarial, según explica a Atlas el subdirector general de Digitalización de la Industria, Jordi Llinares, la clave es posicionarse en los proyectos de cadena de valor que promoverá el Ministerio, junto a la compra pública innovadora
Eugenio Mallol
6 de abril de 2021 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Jordi Llinares: «No habrá café para todos,  Industria apoyará modelos productivos, no de subsidio»

Forma parte del equipo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que trabaja para inocular en el tejido empresarial el antídoto a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19: más digitalización y ayudas para ganar competitividad por la vía de la innovación. De modo que para Jordi Llinares, subdirector general de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos, “el momento es todo lo contrario a la paralización, es un momento de potenciar aún más lo que ya teníamos y darle un vuelco por completo en cuanto a fondos y medios para la digitalización”.

Buena parte de la atención está puesta a corto plazo en el reparto del Fondo de Recuperación y Resiliencia, pero en los próximos años van a confluir grandes líneas de ayuda procedentes de Europa como el Horizonte Europa, el Fondo de Transición Justa y Europa Digital. Cómo asegurarnos de que España los aprovechará al máximo. “Lo bueno y lo malo, es que de repente tenemos muchos más fondos, pero es verdad que no tenemos la dotación de funcionarios que necesitamos, porque se ha recortado mucho en los últimos diez años. En cualquier caso, los programas ya estaban en marcha, eran conocidos por nosotros y vamos a poder con ellos”, afirma Llinares a Atlas.

Su impresión es que la labor pedagógica para impulsar la digitalización entre las empresas ha pasado a segundo plano, porque “con la pandemia, las pymes no es que digan que se quieren digitalizar, sino que nos preguntan cómo les podemos ayudar a digitalizarse«. Lo que ha visto la industria es que «esto es una necesidad, no una opción y que estamos tanto para apoyarles mediante iniciativas como el Programa Activa Crecimiento, tanto en subvención en especie, con programas de consultoría, como con programas de financiación socialmente responsable”.

La estrategia del gabinete de Reyes Maroto pasa por apoyarse en una de las grandes fortalezas del tejido productivo de nuestro país, los distritos industriales. “Nos estamos reuniendo con los clústeres y los sectores para movilizarles porque vamos a intentar ejecutar todo el presupuesto y necesitamos que se impliquen en el proyecto”, explica al subdirector general. En ese sentido, apunta que plataformas como Atlas Tecnológico pueden ayudar a reforzar la relación del Ministerio con el ecosistema, especialmente por su vinculación con la industria, su apoyo a la formación y su capacidad para conectar a las empresas que tienen necesidades tecnológicas con los posibles proveedores, partners y clientes.

Precisamente al hablar de cómo conseguir una mayor implicación de las pymes en los programas de ayudas, Jordi Llinares recuerda que “los miniPERTES son los programas de clústers, que pasan de ocho millones de euros a 58 millones anuales: este año serán 28, el siguiente 58 y el siguiente 48. Son proyectos en colaboración para pymes de hasta 500.000 euros, y ya los tenemos en marcha”. Una de las claves es que no estamos ante un escenario de café para todos. “Lo que se ha hecho es una manifestación de interés para ver los diferentes tipos de proyectos en diferentes sectores y luego lanzar convocatorias y que haya concurrencia competitiva. Con lo cual no va a haber café para todos, se va a priorizar los proyectos que sean más productivos”, explica.

Según el Ministerio de Industria, uno de esos ámbitos que se van a atender de forma especial es el de la automoción, que “en España tiene una enorme repercusión en el PIB”. Otros sectores “podrían ser agroindustria, aeronáutico, máquina/herramienta, realmente nos vamos a focalizar en los sectores que tienen más potencial para impulsarlos mediante la digitalización, esa es la idea”. Desde luego, continúa, “no se va a dejar nadie atrás, pero lo que se pretende es apoyar modelos productivos, no modelos de subsidio simplemente por mantener lo que existe, sino que haya una focalización al cambio”.

El ámbito territorial debe dejar de ser un obstáculo y la visión estratégica desde la Administración se encamina a una mayor coordinación entre los distintos entes. El Ministerio de Industria piensa ya en “proyectos supraautonómicos, estamos fomentando cadenas de valor”, explica Jordi Llinares. “De hecho, ya no se habla tanto de política estatal, sino comunitaria: una estrategia única europea enfocada, en una línea similar a la PAC, a una política industrial común”. No es sencillo, apunta, “porque la PAC tenía una categorización diferente y ahora tendremos que ver qué catálogos tenemos en este sentido, en la política industrial común. Esto es algo que se está definiendo, y atañe a muchos países de la UE”.

Un ejemplo de proyecto de cadena de valor, señala el subdirector general de de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos, podría ser el que “va desde la extracción de litio en una mina, que en España hay tres, hasta la fabricación de las baterías y su implantación en vehículos y máquinas. Un proyecto de cadena de valor afecta no sólo al OEM, sino también al Tier1, al Tier2, al Tier3 y al Tier4, que vaya hacia atrás y permita tener una cadena de valor más integrada y competitiva”.

Junto a ello, el Estado quiere dar un impulso también a la compra de innovación española. “No somos un Ministerio que utilicemos la compra, porque nosotros sobre todo subsidiamos, pero hay otros ministerios que sí compran y sé que se están haciendo notables esfuerzos y trabajos para fomentar la compra pública innovadora”.

“La capacitación en el ámbito digital en general e industrial en particular es uno de los retos”, añade. Las ayudas del Estado no deben limitarse a agregar infraestructuras, sino en paralelo a mejorar las capacidades del capital humano en materia de digitalización. “A través de la Escuela de Organización Industrial estamos proporcionando modelos formativos para poder ir adelante e ir acompañando en esa capacitación. Y no sólo nosotros, ya que esta acción no se ceñiría sólo al ámbito de nuestro Ministerio, sino también Educación y Trabajo, tanto en formación reglada como en formación para el empleo se están incrementando las partidas y están haciendo notables esfuerzos para poder ayudar en esa tarea”.

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