Semiconductores y soberanía industrial

La dependencia de los fabricantes de automóviles respecto de la industria de los semiconductores asiática se pone especialmente de manifiesto en momentos con flujos de demanda tan cambiantes como el de la crisis de la pandemia. El autor insta a desarrollar una estrategia europea para reducir la vulnerabilidad del sector estratégico
Ezequiel Navarro Pérez
24 de febrero de 2021 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Semiconductores y soberanía industrial
John Cameron / Unsplash

En el mundo ya hay 9 fábricas de automóviles que han planificado paradas de más de 3 semanas. Fabricantes como Ford, Renault, Grupo Volkswagen, Daimler, Subaru o Toyota se están viendo afectados.

Hasta hoy se han dejado de fabricar 705.000 vehículos en el mundo por falta de componentes, se prevé que el impacto total en el año sea de 1,4 Millones de vehículos .

El continente más afectado por la falta de componentes será Europa con una previsión de 520.000 vehículos dejarán de fabricarse en nuestro espacio económico común. El impacto sobre el empleo , y la economía será tremendo.

¿Cuáles son las causas de esta carencia?

En 2020 por la pandemia la producción de automóviles fue menor que en 2019 y por tanto la demanda. Sin embargo, el grueso de las ventas concentró en los últimos 4 meses y las cadenas de suministro se gestionaron pensando que la capacidad de producción de las foundries era elástica.  Nada más lejos de la realidad, la capacidad máxima de una foundry es fija y para aumentarla se necesitan inversiones millonarias y plazos de, al menos, 1 año .

Los fabricantes de vehículos pararon sus plantas y sus proveedores Tier 1 para evitar un aluvión de stocks y el impacto financiero en el aumento del capital circulante, y cancelaron y aplazaron sus pedidos a los fabricantes de semiconductores. En Taiwán, TSMC fabrica el 70% de los microcontroladores del mundo. Los semiconductores más avanzados  son los de tecnologías de 10 a 5 nm . En estas tecnologías se funden los microprocesadores más rápidos y de mayor densidad de integración.

Las aplicaciones de estos microprocesadores son digitales para procesamiento e enormes cantidades de datos y cálculos, multiplican, gestionan matrices y vectores y principalmente se usan en procesamiento avanzado de imagen, inteligencia artificial y procesadores de tensores para cálculos de inferencias. Recientemente Qualcomm anunciaba una adquisición milmillonaria de la empresa de diseño de semiconductores Nubia; y NVIDA había hecho antes lo propio con la compra a la japonesa Softbank de la empresa ARM. La fabless house inglesa que permitía a Europa ser soberana tecnológicamente y disponer de chips para supercomputación, como lleva denunciando el Dr Mateo Valero presidente del Barcelona Supercomputing Center animando a Europa a que de un paso adelante con la European Porcessor Inniciative.

Sin embargo, no son estos los semiconductores que faltan y paran las fábricas de coches. Un vehículo como el Audi Q5 o Q5 monta 34 microcontroladores ( MCU) de 7 proveedores (NXP e Infineon son europeos;  Microchip y TI americanos; y Renesas, Panasonic y Toshiba asiáticos), distintos según su destino sean la ECU ( Electronics Control Unit), el sistema de conducción asistida ADA, el powertrain , la seguridad, el habitáculo o el infotainment. Aparentemente con 7 proveedores la diversificación es buena pero, si vamos más allá, veremos que la mayoría  semiconductores se fabrican en Taiwán ya que  incluso los europeos externalizan la producción a fabricantes como TSMC.

Se da la paradoja de que las tecnologías maduras, las más baratas de fabricar son las de 180, 200 y 300nm. Es aquí donde se sitúa la inmensa mayoría de los MCU y donde los fabricantes de semiconductores no invierten puesto que consideran que son tecnologías maduras y hay mucha competencia. En Europa de los grandes productores de semiconductores solo ST Microlelectronics se fabrica la mayoría de sus chips en sus propias foundries. Los otros externalizan buena parte.

Si tenemos en cuanta que Corea del Sur y Taiwán controlan la producción y prácticamente el 80% de los semiconductores del mundo y que ambos países tienen amenazas serias e históricas de sus vecinos inmediatos, el riesgo no solo es por capacidad sino geoestratégico. Nuestras industrias de telecomunicaciones, transporte, internet, banca, educación, automóvil, defensa… absolutamente todo corre sobre sistemas digitales y semiconductores que en buena parte provienen de Asia.

Recientemente el comisario europeo Thierry Breton ha anunciado conversaciones para impulsar una foundry en Europa. Asimismo, el presidente de VW, Herbert Diess, alzó su voz para pedir un esfuerzo que proteja las principales industrias Europeas.

Desde  Ametic estamos impulsando un centro de innovación para el desarrollo de semiconductores en colaboración con centros científicos como el BSC, la Universidad y mas de 50 empresas . Queremos que España no se quede descolgada del Airbus de la Electrónica que se está gestando en Europa. Tenemos industrias muy potentes en el lado de la oferta y la demanda y necesitamos disponer de nuestros propios chips sin ponernos a la cola.

Ezequiel Navarro es CEO del Grupo PREMO

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