De la Movida 2.0 a Clubhouse, las redes sociales como elemento clave en la estrategia de comunicación

Este “Storytelling” personal nos aporta un breve marco histórico de los medios sociales en nuestro país, pero ¿cómo es el presente?
Soraya Paniagua Amador
23 de febrero de 2021 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
De la Movida 2.0 a Clubhouse, las redes sociales como elemento clave en la estrategia de comunicación
Prateek Katyal

En 2010 impartí mi primera clase sobre Medios Sociales, fue a gerentes y altos cargos de Telefónica. Impartí aquella sesión formativa porque tenía una necesidad descontrolada de mostrar los cambios sin precedentes que se estaban produciendo en el ámbito de la comunicación y las relaciones humanas como consecuencia de la tecnología. Quería decirles que ellos, y todos los ciudadanos, éramos los protagonistas de una nueva revolución de Internet que se llamaba Web 2.0 y llegaba repleta de herramientas maravillosas que, además, eran gratuitas: blog, podcast, wikis, comunidades, sindicación de contenidos (RSS), redes sociales, Q&A y un largo etc.

Tras varias horas de clase tuve el convencimiento de que todo lo que les había contado impactaría sin remedios en sus vidas, tanto a nivel personal como profesional. Lo que no sabía es que también lo haría en la mía.

Por aquel entonces yo era gerente de Consultoría en Telefónica Leaning Services, sitio al que llegué a los 45 años después de una larga travesía periodística por prensa, radio y un portal de Internet, Terra.

La Movida 2.0

Los Medios Sociales me devolvieron al periodismo. Me despertaron de un largo y dorado letargo en consultoría para lanzarme de nuevo a la calle. Sí, la 2.0 fue una movida y se desarrolló en el mundo físico y en Internet. A finales del 2.000 Madrid estaba en ebullición tecnológica. Un amplio grupo de personas nos encontrábamos invariablemente en las tertulias de Café y Periodismo, en las charlas de Innosfera, en los First Tuesday, en Iniciador, en Beers and Blogs, en Eats&Twitts, en las fantásticas charlas de Debate y Conocimiento o las Thinking Party que organizaba la Fundación Telefónica con José de la Peña al frente. El más friki de todos los eventos era el Last Thursday de Ildefonso Mayorgas. Una vez nos juntamos para ver qué era y cómo funcionaba un iPad, alguien lo había traído de EEUU. Evidentemente, ya todos teníamos smartphones y nos pasábamos los eventos posteando en redes sociales (Twitter, Facebook, LinkedIn o Foursquare en estos años). Necesitábamos consumir tecnología.

Sin embargo hubo dos citas diferenciadoras y de marcado carácter internacional, los Ficod de Red.es (con Sebas Muriel de director) y las Campus Party de Valencia que en las últimas ediciones estaban patrocinadas por Telefónica en su totalidad. Fueron realmente especiales y marcaron el rumbo de muchos, entre los que me incluyo.  

En este contexto, puse en marcha mi propio medio de comunicación, el blog sorayapaniagua.com. Me sentía como Alicia en el País de las Maravillas. Tenía la obligación de experimentar y contar todo lo que estaba experimentando. Quise aprender más y me apunté a la primera promoción del Curso de Community Management de la AERCO, la Asociación Española de Responsables de Comunidades Online, cuando su presidente era el gran José Antonio Gallego.

En los años de la “Movida 2.0” tuvimos un subidón de libertad. Pensábamos que las redes sociales representaban la perfecta democracia. Creíamos que por fin el ciudadano se hacía con el poder y con la capacidad de derribar gobiernos injustos. Vimos el directo las primaveras árabes y también el movimiento 15M en España. Pero nada de eso ha ocurrido. La estampa negra de las redes sociales comenzó cuando los malos se dieron cuenta de su enorme poder para manipular conciencias.

A pesar del lado oscuro, las redes sociales se han consolidado, crecen y evolucionan de la mano de las nuevas generaciones que se mueven como pez en el agua en los contenidos multimedia y los directos.

La actividad y la marca personal

Fue tan fuerte este viaje 2.0 que en 2012 dejé mi cómodo y lucrativo puesto en Telefónica para dedicarme en cuerpo y alma a los medios sociales. Mi hice empresaria autónoma. Publiqué dos libros sobre el uso de redes sociales y dejé numerosas guías prácticas en descarga gratuita en Internet. Seguí impartiendo formación y comencé a tener mis propios clientes en el ámbito de la comunicación digital.

Lo natural hubiese sido que mi marca personal se cimentara en lo que sé hacer, en comunicación. Sin embargo, la curiosidad es una amiga dispersa que te llevan a destinos insospechados. Comencé escribiendo de redes sociales pero terminé haciéndolo de inteligencia artificial. Era tan increíble todo lo que estaba pasando que no podía dejar pasar la oportunidad de escribir sobre el hardware libre, las impresoras 3D, el mundo Maker, el IoT, el big data o el machine learning. Mi marca personal derivó hacia la divulgación tecnológica. Durante cuatro años organicé para Fundación Telefónica el ciclo de conferencias “Vivir en un mar de datos”, evento pionero de big data. También organicé la primera feria de impresión 3D de Madrid (3DMAD en MediaLab Prado). Participé en grandes eventos corporativos, moderé encuentros, subí a escenario de congresos y también salí en televisión. Sí, fui “influencer”. Pero es difícil mantener una marca personal distinta a tu labor profesional diaria. Al final, no te quedan horas del día para tanto trajín. No me he ido de la tecnología porque escribo de tecnología para mis clientes pero ya no es mi marca personal.

Desde 2012, como profesional independiente he tenido la suerte de poder ayudar a grandes y pequeñas empresas en sus estrategias de comunicación digital. La mía es una comunicación artesanal que se sustenta en una relación muy próxima, franca y fluida con mis cliente. A lo largo de estos años he trabajado para la multinacional americana Cornerston Ondemand, la Fundación Albéniz, la Escuela de Música Reina Sofía, CEOE, ATEVAL, el Instituto de Fomento de Murcia (INFO) o IFAES (empresas de referencia en el ámbito de los congresos). Mi relación con FOM es muy especial, comenzamos a colaborar en 2016 y aún seguimos en la brecha. Actualmente todos mis clientes son pymes y se mueven en el ámbito de las tecnologías de vanguardia, un lujo.

El presente

Este “Storytelling” personal nos aporta un breve marco histórico de los medios sociales en nuestro país, pero ¿cómo es el presente? Veamos algunas claves:

_Ya no hablamos de medios sociales como concepto porque lo digital se ha integrado en nuestras vidas. Hablamos de tuitear, de postear, de ver en streaming, de subir stories o de hacer un tiktok, y todo el mundo lo entiende.

_Las redes sociales siguen levantando pasiones, tanto que el ex presidente de los EE.UU, Donald Trump, gobernó a golpe de tuit hasta 2021. Es además la principal herramienta de comunicación del hombre más rico del mundo, Elon Musk.

_Pero Twitter, Instagram y Facebook eliminaron las cuentas de Trump por mentir e incitar a la violencia. Las redes sociales se han convertido en poderosas armas de propaganda y han provocado una gran polarización de la vida política a nivel global. Se ha probado su influencia decisiva en procesos electorales.

_En poco más de una década las redes sociales han alcanzado en España una audiencia de 26 millones de usuarios (IAB 2020). Las marcas no se pueden permitir el lujo de NO estar donde están sus clientes. Actualmente, toda estrategia de comunicación pasa inevitablemente por el ámbito digital y debe detenerse especialmente en los entornos sociales. Las redes están, se quedarán pero evolucionarán.

_La marca personal es ahora más importante de nunca. Es puro marketing de nosotros mismos. Pero ojo, demos pasos certeros a la hora de construir marca y focalicemos en lo que realmente sabemos hacer o lo que decididamente vamos a hacer en el futuro (valga mi propia experiencia). Las herramientas para construir marca han evolucionado y disponemos de numerosas alternativas para montar un blog, hacer streamings, crear un podcast o un canal de vídeo. Las redes siguen siendo fundamentales y el contenido multimedia domina con diferencia.

_El influencer y microinfluencer cada vez tiene más peso en las campañas de marketing, aunque haya muchas voces que lo cuestionen. Un influencer poder ser un famoso o un ciudadano normal que ha sabido trabajar con éxito su marca personal.

_Las nuevas redes sociales son en movilidad y multimedia. Los jóvenes ya están marcando el rumbo y veremos muy pronto cómo se consolida el liderazgo de TikTok o Twitch. Los streamers se comerán a los presentadores de las televisiones.

_La voz se afianza. 2020 fue el año del podcasting en todo el mundo. Ahora ha llegado Clubhouse, una nueva red social, sustentada en conversaciones, que está teniendo un gran éxito. La tendencia ahora es “la imagen de voz” y las marcas poco a poco se van sumando.

Termino este largo artículo insistiendo en la gran ventaja competitiva que supone estar y participar en las redes sociales, algo que saben muy bien en Atlas Tecnológico ya que han desplegado una fantástica estrategia en redes que involucra a todos los miembros de su ecosistema. 

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