Proyectos Alfa: resolviendo problemas complejos de negocio
La empresa está abocada a resolver problemas complejos, en un mercado en el que confluyen grandes desafíos como la Agenda 2030, la personotecnia o los modelos de negocio de ciclo ultracorto, con una revolución tecnológica sin precedentes. Los Proyectos Alfa de Atlas Tecnológico están concebidos para facilitar el acceso a soluciones
Según el informe “The Future of Jobs Report 2020”, elaborado por el World Economic Forum y publicado el 20 de octubre de 2020, la resolución de problemas complejos es una de las habilidades más demandada por los empleadores. Otros estudios inciden en este mismo aspecto.
Sin embargo, en el mundo en general y en la empresa en particular, no estamos rodeados de casos de proyectos de resolución de problemas complejos ni de másteres sobre ellos. Nos encontramos continuamente con proyectos en los que valiosos expertos resuelven problemas ya tratados en otros entornos. Pero cosa distinta es cuando la situación es nueva, cuando no hay “jurisprudencia”, cuando es necesario explorar.
La complejidad excluye lo trivial y lo ya realizado (para lo que es aplicable la replicación de casos, al modo de actuación de la consultoría). Le corresponden los casos que ofrecen múltiples posibilidades y opciones y demasiados factores para determinar causa y efecto. Casos en los que es necesario abordar el problema con una mirada diferente.
Y vivimos unos tiempos inauditos. De cambio acelerado. En su maravilloso libro
Good Strategy Bad Strategy, Richard Rumelt introduce el concepto de atractor. Un atractor proporciona un sentido de dirección para la evolución futura de una industria. Pues bien, en la actualidad hay cinco atractores que están teniendo una enorme influencia:
1) Espacios hiperpersonales.
2) Megatendencias tecnológicas.
3) Agenda 2030.
4) “Customer centricity” + Personotecnia.
5) “Crunching business models” (modelos de negocio de ciclo ultracorto).
Cada uno de estos atractores tiene una gran intensidad, pero, además, está sucediendo que los cinco atractores están actuando conjuntamente y, como consecuencia, transformando de modo radical los modelos de negocio. Un momento similar sucedió a principios del siglo XIX, con la aparición de las máquinas, el vapor, la mejora en la producción de hierro, la manufactura química, la máquina herramienta y la aparición de las fábricas. Su resultado fue la revolución industrial.
Atlas Tecnológico se crea para ayudar al tejido empresarial español a evolucionar al estado tecnológico 4.0. Pero en Atlas Tecnológico se es consciente que, cuando el problema de una empresa es el modelo de negocio o la propuesta de valor, la inversión en tecnología resulta insuficiente. Y, al revés, de la resolución de problemas complejos derivan multitud de actuaciones tecnológicas. En fin, los desafíos empresariales y los tecnológicos resultan imposibles de separar.
Por su parte, Singular Solving se creó específicamente para la resolución de problemas complejos de negocio. Utiliza una aproximación mezcla de “complex problem solving” y de “fringe futurism” (futurismo de frontera). “Fringe futurism” es un concepto que se puede resumir en “algo disruptivo pero que afronta el problema y que se puede implementar mañana si hay determinación”, en contraste a un “parche” o a una “elucubración futurista”.
La aproximación conjunta “complex problem solving” / “fringe futurism” conlleva la superposición de cuatro macrodisciplinas: ciencias de la complejidad (sistemas no lineales, “systems thinking”…), ecosistemas tecnológicos (ciencia de datos + “big data”, internet de las cosas, “blockchain”, inteligencia artificial…), el factor X (el factor humano: psicología, antropología, sociología, etnografía…) y business acumen (todo lo relativo a “management”). De todo ello, surge de forma natural una alianza estratégica entre Atlas Tecnológico y Singular Solving. Se trata de dar una respuesta conjunta e integrada a los desafíos empresariales y a los tecnológicos.
Como consecuencia, a los tipos de proyectos que viene realizando Atlas se añaden proyectos de un nuevo tipo, los llamados proyectos Alfa.
Un proyecto Alfa se caracteriza por:
-No ser abordable desde una perspectiva meramente tecnológica.
–No tener una solución trivial y no poderse resolver mediante consultoría tradicional. Cada caso requiere una solución distinta.
-Beneficiarse de “fringe futurism”: tiene que ser rupturista, pero viable de manera inmediata.
-Ser un desafío muy importante para la empresa.
En un proyecto Alfa se trabaja en estrategia (“Desarrollar una estrategia es un ejercicio de resolución de problemas», Richard Rumlet), en reformulación de la propuesta de valor, en generación de demanda, etc. Ejemplos de retos abordados en un caso real:
-Cómo conseguir un desplazamiento de productos de bajo margen hacia productos de mayor margen. Cómo generar nuevos ingresos.
-Cómo desarrollar una estrategia “direct to consumer” (D2C) y reducir la dependencia de los canales de “retail” tradicionales.
–Cómo integrar la nueva estrategia de negocio con la evolución tecnológica que se está produciendo.
-Cómo gestionar la transición al nuevo modelo.
En resumen, en la génesis de los proyectos Alfa nos encontramos el alza creciente de la importancia de todas las ciencias relacionadas con la complejidad, la aparición de los cinco mega atractores simultáneos y la toma de conciencia de que la tecnología es un medio, no un fin en sí mismo.
El listón de la naturaleza de los problemas a los que se enfrentan los humanos no ha hecho sino crecer desde que nos bajamos del árbol, y los proyectos alfa no son sino una propuesta acorde a los tiempos que corren hoy en día.
No es que nos apetezca complicarnos la vida, es que gestionar la vida es una tarea cada vez más complicada.