Mikel Irujo lleva al Collaborate el debate de la reindustrialización: «Sin cambiar las normas de competencia es una fuente de tensiones»

El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra apuesta por un tejido industrial en transición hacia la economía verde y defiende el papel del sector público en el impulso de la innovación, de forma concertada con el resto de actores en esta conversación con el analista de innovación Eugenio Mallol previa al Collaborate Pamplona 2023, en el intervendrá en el homenaje a Manuel Torres
24 de marzo de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Mikel Irujo lleva al Collaborate el debate de la reindustrialización: «Sin cambiar las normas de competencia es una fuente de tensiones»

Eugenio Mallol.-Participas en uno de los momentos más importantes del Collaborate Pamplona, el homenaje a la figura de Manuel Torres. Qué necesario es honrar a los innovadores.

Mikel Irujo.-Por supuesto, sobre todo a una figura como Manuel Torres que abrió muchas fronteras, derribó barreras e inspiró a otros. Es lo que nos hace falta muchas veces, inspiración para que empresas y proyectos puedan florecer. No llegué a conocer a Manuel Torres, por desgracia, pero su figura y la de MTorres como empresa fue algo muy fundamental, porque rompió ese techo de cristal de meternos en sectores donde tradicionalmente no habíamos estado presentes en Navarra y que a priori podían parecer un imposible, como la industria aeroespacial. Lo rompió no sólo para su sector, sino para todas las empresas. Su contribución al desarrollo de Navarra ha sido inmensa.

Eugenio Mallol.-Como delegado del Gobierno de Navarra en Bruselas hiciste dos informes sobre las Estrategias de Especialización Inteligente y sobre el reforzamiento de la innovación en las regiones. Quizás se ven muy distintas las cosas cuando uno está más sobre el terreno. Es muy importante para los empresarios que se entiendan las cosas allí.

Mikel Irujo.-Bruselas está muy pegada al terreno, pero tiene otra función, que es la de fijar grandes estrategias. Es más apasionante en el sentido de que no lidia con la gestión de un sistema de educación o de salud, que suelen ser los que acaparan los titulares de cualquier índole. Sus cambios a veces llegan con varios años de retraso y por eso a veces nos da la sensación de que están alejados, pero siempre comparo a la Comisión Europea con una gran apisonadora, una vez que empieza a rodar va llegando a todo. Dos ejemplos muy claros: en el caso del compromiso energético, el Tratado de París se firmó en 2015 y se tardó tres años en empezar a aprobar todo el paquete legislativo, a lo que ha seguido su transposición, pero todo lo que estamos viviendo en el ámbito de las renovables, el cambio del mix y de red de transporte y distribución, es consecuencia de aquello. Y con la economía circular pasará exactamente lo mismo, porque ahora mismo hay más de una docena de reglamentos y directivas que se están debatiendo en Bruselas y que van a cambiar el paradigma de la economía.

Eugenio Mallol.-En el caso de las Estrategias de Especialización Inteligente de las regiones, hablando con Andrés Rodríguez-Pose comentábamos el hecho de que muchas de ellas son similares. Al final no hay mucha especialización, en algún caso incluso es obvio que se copia. Cómo vender la eficacia de este tipo de políticas cuando los propios dirigentes de las regiones son incapaces de hacer propuestas diferenciadas.

Mikel Irujo.-Al ser una condición de la Comisión Europea para que no se congelen los fondos regionales es verdad que en algún caso se ha podido ver como una obligación. En Navarra, lejos de considerarlo así, se vio como una oportunidad para tener una visión consensuada y general de hacia dónde tenemos que ir en economía. La S4 tiene enormes virtudes, y una es que te obliga a actuar de manera participativa. De hecho, en su día se llegó a hablar de un ‘Parlamento’ de la S4 en el cual participaron unos 100 agentes de la llamada cuádruple hélice. Esa es una gran virtud: te sientas y creas un sistema de gobernanza, con un comité de dirección. De ese modo puedes poner en marcha un Plan de Emprendimiento en combinación con el Plan Industrial, que a su vez tiene que ver con el Plan de Empleo Autónomo y con el Plan Energético de Navarra. Y la segunda vertiente, que suele pasar desapercibida, es que te ayuda a hacer ese ejercicio de alinear tus políticas con las de la Unión Europea, que al final es nuestro contexto. Eso es algo que después de la pandemia y con los Next Generation tenemos más claro, pero en 2019 había una enorme lista de regiones que francamente no tenían esa vocación de mirar mucho más allá, o tendían, como hacía Navarra y en esto hago autocrítica, a compararse con las comunidades autónomas, que son un marco de referencia, pero muy limitado, cuando hablamos que nuestro contexto regulatorio, económico y en el mundo es la UE.

«No te engaño, la gobernanza es el gran reto de la S4. Que los comités de dirección no se conviertan en un mero descargo de las políticas del Gobierno, mientras el resto escucha mirando el reloj y se va cuando pasa la hora y media»

Eugenio Mallol.-Qué importante esto que comentas de la gobernanza. Muchas veces los centros de investigación, las empresas e incluso entes de la propia Administración reclaman orquestar todo, más colaboración, entre regiones, dentro España, en Europa, con visión global, que haya una cierta estrategia concertada en la innovación. Frecuentemente el impulso innovador depende más de eso que de otros factores como la renta o la financiación.

Mikel Irujo.-No te engaño, este es el gran reto de la S4. Que los comités de dirección no se conviertan en un mero descargo de las políticas del Gobierno, mientras el resto escucha mirando el reloj y se va cuando pasa la hora y media. Es un desafío porque todos tienen que dar el paso y considerar que las políticas son públicas, con lo cual todos tenemos esa responsabilidad y esa potencialidad de aportar. Es importante que las empresas se sientan protagonistas y entiendan que esa no es una política diseñada por el Gobierno que se impone. Dos ejemplos: desde 2021 veíamos un despegue claro de las políticas de la UE en hidrógeno verde; venían empresas que nos decían que iban a hacer grandes inversiones, pero necesitaban saber dónde. Lo trasladamos a la S4 para ver qué podía hacer el Gobierno. Aprobamos la primera Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde en Navarra, ya tenemos más de 50 empresas activas, hay potenciales productores, consumidores, tecnólogos, transporte, tenemos una visión. En normativa, en el ámbito de reciclado de palas seguimos siendo la única comunidad autónoma que ha aprobado una facilitación en la repotenciación de nuestros parques eólicos. En tercer lugar, dirigimos parte de nuestras ayudas en REACT a alianzas en transición ecológica, para impulsar proyectos colaborativos. Y el año pasado aprobamos deducciones fiscales del 15% tanto en la producción y manufactura de componentes industriales del hidrógeno como de la eólica.

Eugenio Mallol.-Dónde veis a Navarra liderando en el ámbito industrial y tecnológico.

Mikel Irujo.-Tenemos a un sector industrial posicionado que representa más del 30% del PIB, posicionado en cuatro ámbitos bien definidos: automoción, industria eólica, agroalimentación y salud, sobre todo medicina personalizada. Nos vamos a desarrollar en todo lo relacionado con esas políticas sostenibles y de transición ecológica. El Foro Económico Mundial destacaba en enero que son cinco billones de euros los que va a tener que invertir Europa en esa transición, incluida la del vehículo eléctrico, sea o no total, o la inversión en mayor generación de energías renovables. Y en cuanto a la economía circular insisto en ese amplio paquete normativo que se está debatiendo ahora mismo en Bruselas, por diferentes motivos: va unido al problema de las materias primas, que es uno de nuestros talones de Aquiles, y también a un cambio de paradigma en la economía, porque si seguimos con esta producción lineal vamos a acabar con el planeta. Todos los continentes van a tener que ser circulares, se trata de ser los primeros. Todo eso debe ir apalancado con ese tercer brazo que es la digitalización, en el que sí llevamos un retraso considerable. A Navarra la veo en plena transición industrial hacia esa economía verde.

«El fundador de una empresa agroalimentaria me contó su salto a la industria: ‘un día estaba tomando un vino y había uno, que entendí que era de Azkoyen, y me dije que si él puede, yo también’. Esto rompe todos los esquemas de nuestras políticas de emprendimiento, innovación y formación»

Eugenio Mallol.-Es un momento apasionante, las decisiones de hoy van a marcar el futuro, sin duda. Esto de que más del 30% del PIB de Navarra sea la industria es tremendo, os destaca a nivel europeo e incluso global. En un momento en el que los territorios compiten entre sí, al margen de las cuestiones fiscales, cómo se mantiene.

Mikel Irujo.-En el caso de Navarra, además, es un fenómeno reciente. Hasta hace 60 años era una comunidad eminentemente agrícola. Se planificó una política industrial clara de atracción, que vino de la mano de la automoción, pero luego se fue desarrollando. Son estas empresas faro que podemos tener. Hemos mencionado la figura de Manuel Torres, hemos tenido varios más en Navarra. Visitaba recientemente la zona de la Ribera Alta, que tiene mucha presencia de empresa industrial, sobre todo familiar, donde tenemos una empresa faro que se creó hace 75 años, Azkoyen. Estaba con el fundador de una empresa agroalimentaria y le pregunté por qué decidió pasar a crear una industria y me contestó: “un día estaba tomando un vino y había uno, que entendí que era de Azkoyen, y me dije que si él puede, yo también”. Esto rompe todos los esquemas de nuestras políticas de emprendimiento, innovación y formación, pero en el fondo nos da un ejemplo de lo importante que es mantener este tipo de empresas. Todos los gobiernos que ha habido en Navarra han tenido claro que la industria era un bien a proteger. Hemos tenido la suerte de contar con la Universidad de Navarra, y fue un empuje claro del Gobierno en los 80 el crear una Universidad Pública de Navarra, ambas muy enfocadas al ecosistema productivo. A su alrededor, se ha tejido un espacio de tecnología: tenemos siete centros tecnológicos en nuestro sistema de innovación.

Eugenio Mallol.-Forzada sin duda por factores geopolíticos, estamos inmersos en una fuerte tendencia de relocalización industrial, de reindustrialización. Europa se plantea recuperar actividad productiva que se había deslocalizado. Ante eso hay distintos modelos y se trata de actuar con estrategia. Los Fondos de Recuperación, afortunadamente, nos han puesto en el mapa.

Mikel Irujo.-Tenemos muchísimos retos ahí, obviamente. En primer lugar, el de la demografía, en Navarra somos 660.000 personas. En cuanto las empresas adquieren dimensión les cuesta nutrirse del tejido formativo de aquí y tienen que mirar fuera. El mismo día que Siemens Gamesa anunciaba el ERE teníamos una reunión en Hamburgo con su CEO, Jochen Eickholt, y nos contaba que sería imposible para ellos como empresa poder disponer de más de 1.000 ingenieros y tecnólogos en Alemania como los que tiene en Navarra. Ese era un activo enorme para la compañía que servía para ratificar que Siemens Gamesa seguía apostando por este territorio. Hay que tejer también con el ecosistema de innovación que pueda acompañar en esos grandes retos, porque ahora prácticamente todas las semanas nos está cambiando algo. Sería una gran noticia, en ese sentido, que se relajaran las políticas de competencia y de ayudas de Estado, porque las limitaciones son enormes. A los europeos nos cuesta hacer los cambios, pero es que todavía no nos hemos dado cuenta de que somos el 6% de la población mundial, que nuestro peso en la economía del mundo ha bajado 15 puntos en los últimos 15 años. No podemos seguir con estas políticas tan liberales con respecto al comercio internacional, mientras otros francamente están produciendo a un precio más barato con una calidad equivalente, si no superior. Seguimos sin poner ninguna medida correctora ni de protección para nuestra industria.

«El mismo día que Siemens Gamesa anunciaba el ERE teníamos una reunión en Hamburgo con su CEO, Jochen Eickholt, y nos contaba que sería imposible para ellos como empresa poder disponer de más de 1.000 ingenieros y tecnólogos en Alemania como los que tiene en Navarra»

Eugenio Mallol.-Ese fue uno de los grandes temas del último Foro de Davos, el del papel de los Estados. La línea de ayudas de EEUU a la industria a través de la Inflation Act claramente está condicionando inversiones y Europa se está planteando reaccionar. Te veo partidario de que el sector público tenga más papel.

Mikel Irujo.-Absolutamente. China superó el año pasado al mercado interior de la UE en volumen y ya es la segunda potencia. En 2005 éramos aproximadamente el 32% de la economía mundial y el año pasado éramos el 18%, y no porque hayamos dejado de crecer, no es que estemos en declive, seguimos creciendo, pero no tan rápido como lo hace el continente asiático. Esta es la nueva realidad, me remito a los hechos. China entra en la OMC con una serie de ventajas porque era una economía atrasada y necesitaba progresar, todo eso está superado y tenemos una reorganización absoluta del comercio. En la UE nos está costando reaccionar más de lo debido. Seguimos con una política de competencia enormemente restrictiva que no nos permite muchas veces apoyar a sectores que son estratégicos para nosotros.

Eugenio Mallol.-Quizás lo que se necesita es también ‘otro’ sector público. En el reparto de las ayudas del Plan de Recuperación se ha visto que la Administración tiene que ganar en competitividad, en agilidad a la hora de tomar decisiones, debe ir al ritmo del mercado.

Mikel Irujo.-Sí, la agilización de la Administración es también una asignatura pendiente. Para empezar la digitalización, me atrevo a decir. En algunos aspectos, la cultura del sector público es muy garantista, lo cual es bueno, porque da más seguridad a los ciudadanos respecto de cómo se gestionan los recursos públicos, pero esa línea roja entre asegurar la garantía y funcionar de forma ágil, sin pedir equis número de documentos para acceder a subvención, es el reto que estamos afrontando, y la digitalización puede tener grandes respuestas. La pandemia ha roto algunos esquemas y por ahí es por donde queremos ir. Cuando, a finales de 2020, el sector de hostelería y turismo estaba como estaba por la pandemia, gestionamos las ayudas de emergencia por primera vez de manera automatizada, relacionando los datos de Hacienda con los ingresos. Sólo con eso se consignó una ayuda directa. Este sistema de ‘automatización’ de las ayudas es una de las líneas que seguimos explorando.

Eugenio Mallol.-Cuando se plantean desde Europa los Fondos de Recuperación y los Estados diseñan sus planes, se habla mucho en España de un cambio de modelo productivo. Se puede hacer ya balance sobre la eficacia de esas ayudas.

Mikel Irujo.-Ha tenido sus partes positivas y otras no tanto. En el campo energético es obvio el cambio que estamos haciendo, es verdad que a golpe de ese incremento absolutamente dramático en el precio de la energía desde el segundo semestre de 2021. El autoconsumo, también el industrial, ha subido un 300% en Navarra en tres años, lo estamos duplicando cada ejercicio. En eficiencia energética, ciertas líneas para las que no solía haber tanta demanda también se han incrementado de manera notable. O la propia generación de energías renovables, las apuestas por el hidrógeno verde, el biogás. Los Next Generation están produciendo una escalada de este tipo de negocios. En otros casos menos positivos, en determinados momentos se ha tendido a una complejidad excesiva a la hora de organizar los instrumentos y eso ha producido sensación de parálisis. Todos compartimos cierta responsabilidad. La crítica general si nos elevamos a Bruselas es que se ha dado un plan absolutamente inédito, con un presupuesto magnífico, pero sin modificar entre otras cosas la política de competencia. Provocar la reindustrialización sin cambiar las normas del juego provoca tensiones. Por otro lado, en vez de crear nuevos instrumentos habría sido tal vez más razonable dotar de más recursos a los que ya estaban funcionando bien. Habría sido una manera de agilizar. Dicho esto, en Navarra, el PERTE del Vehículo Eléctro sí ha producido un efecto reclamo, con la apuesta del Grupo Volkswagen. No lo olvidemos. A veces cuando se consiguen cosas las damos por hechas y pasamos simplemente al siguiente nivel de problema.

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