Los 7 mitos de la transformación digital de las infraestructuras

Las llamadas a implementar soluciones de IoT y analítica de datos como si por sí solas fueran a introducirnos en la Industria 4.0 tienen que ser contextualizadas para no cometer errores, según el autor, que sugiere la importancia de actuar de forma estratégica, cuidando las infraestructuras y la seguridad y, sobre todo, cuanto antes
Javier Oliete Vivas
20 de mayo de 2021 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Los 7 mitos de la transformación digital de las infraestructuras
WEF / Flickr

Mito 1.-Los fabricantes de instrumentación y maquinaria serán los que ofrezcan productos IoT integrados con plataforma CLOUD.

Saber hacer instrumentación no implica ser expertos en electrónica, ni en telecomunicaciones, ni en plataformas CLOUD y todo eso es necesario para la transformación digital de los activos existentes en las infraestructuras.

En la era pre-digital existían dos áreas fundamentales en cualquier industria. La de Operaciones (logística y fabricación de los bienes) y la de Comercialización (marketing y venta de esos bienes).

En la nueva era Digital, aparece un nuevo eje que viene a transformar y a conectar estos dos mundos. Para ello, la instrumentación desplegada hoy en día, debe ser de interconectable desde la ubicación física hasta el cliente a través de internet.

Este proceso, será de vital importancia ya que será internet el ecosistema de convivencia de las tecnologías de instrumentación y los usuarios finales.

Gracias a esta interconexión, podremos hablar de mejora en la toma de decisión, anticipación de necesidades de cliente… En resumen, optimización de cualquier servicio.

A día de hoy, dentro de la cadena de producción nos parece evidente externalizar procesos. Esto ha ocurrido tanto utilizando proveedores muy especializados en pro de mejorar calidad, tiempos y costes, como en el área comercial mediante agencias de Marketing, call-centers o redes de ventas.

Dentro de la transformación digital de las infraestructuras, nos encontramos ante un escenario similar.   

Tanto las compañías encargadas de gestión de recursos como agua o energía, como los fabricantes de instrumentación, se encuentran en una situación de limitación para la transformación digital. Debido a esta situación, ambos deberán apoyarse en colaboradores externos que le complementen a la hora de digitalizar tanto sus infraestructuras como la instrumentación desplegada en ellas.

Esta será la vía que permita la interoperabilidad dentro del nuevo ecosistema digital del IoT (Internet of Things).

Mito 2.- La transformación digital de las infraestructuras pasa por sustituir todos los instrumentos existentes por nuevos equipos que integren las comunicaciones IoT.

NO es necesario renovar toda la instrumentación para adaptarse al modelo IoT y NO se necesita una nueva inversión en la sustitución de todo el parque de dispositivos existentes.

Para conectar nuestra infraestructura, simplemente necesitamos añadir un “gateway” que permita obtener los datos generados por los instrumentos existentes de manera segura, rápida e interoperable hasta las plataformas de gestión.

Las grandes infraestructuras parten con un legado de muchos años de inversiones tanto de su Opex como en su Capex, con periodos de amortización que están rigurosamente estudiados. La tarea de adaptar esa infraestructura a las nuevas necesidades de conectividad no puede pasar por el cambio de la instrumentación. Esta transformación digital debe basarse en añadir una capa tecnológica que pueda subir el dato de una forma estandarizada. Además, realizar esta tarea debe ser independe de si los protocolos de comunicación de los activos existentes son de hace cinco, diez o veinte años. De esta manera, el proceso de transformación digital dentro de grandes infraestructuras nos permite que sea viable en el menor plazo de tiempo posible.  Consiguiendo así hacer real el concepto de “Industria 4.0” antes de que sea demasiado tarde.


Mito 3.- La transformación digital consiste en tener un buen Software de Analítica de datos.

En el caso de la digitalización de infraestructuras la tarea empieza por la obtención del Dato en la ubicación física,“on field”

Las Infraestructuras 4.0 han intentado empezar la casa por el tejado.

En la era digital 2.0 hemos asistido al boom del Big Data y hemos visto cómo las grandes compañías acumulaban grandes volúmenes de datos de sus usuarios que se generaban a través de plataformas web y App móvil para mejorar la experiencia del consumidor y optimizar los procesos de relación.

La principal diferencia respecto de la transformación digital de infraestructuras, es que en el escenario anterior los usuarios somos los que de forma proactiva generamos todas esas interacciones, que se convierten en datos a través de las tecnologías del ecosistema digital.

Dentro del concepto “IoT”, las cosas debemos convertirlas primero en “Smart”, es decir que sean capaces de generar los datos como si de un usuario se tratase.

Las cosas en si, no son capaces de generar información de forma entendible y estructurada y mucho menos trasmitirla de manera que puedan ser analizadas de forma inteligente para la toma de decisiones.

Dentro de la industria 4.0 ya podemos encontrar numerosos conceptos como los modelos matemáticos, los gemelos digitales, incluso el cada vez más escuchado “edge computing”.

Para poder llevar a cabo todos estos conceptos. No podemos obviar por completo el proceso tecnológico y de telecomunicaciones necesario para generar una comunicación, segura, fiable, estable y sostenible.

Hay que construir unos fuertes cimientos digitalizando nuestra infraestructura si no queremos estar limitados de cara al futuro.  

Mito 4.- La transformación digital de las infraestructuras será agnóstica del sistema de comunicaciones. Todo vale.

NO es cierto que cualquier sistema de comunicaciones que me suba el dato es válido, más bien todo lo contrario. Es crítico la buena elección de las especificaciones que necesitamos cumplir para garantizar unas comunicaciones estables y seguras.

Dentro de un entorno controlado como puede ser una fábrica o un edificio se podrán utilizar WiFi, LoRa o incluso sistemas propietarios de algún proveedor.

Situación muy diferente a la que podríamos encontrar a la hora de trabajar con un caudalímetro de una red principal que podrá estar ubicado en una arqueta a más de cinco metros bajo tierra en un lugar remoto.   

Otro dato a tener en cuenta que no debemos pasar por alto: muchos protocolos de comunicaciones son vulnerables y aunque pueden servir para comunicaciones entre usuarios o dentro de una red local (LAN), no sirven para los servicios básicos de una ciudad o de una infraestructura industrial.

Las tecnologías NB-IoT y LTE-M forman parte del estándar 3GPP de las redes 5G. Estas se han elegido como la tecnología más robusta y fiable para el despliegue de infraestructuras y con absoluta certeza será el estándar del futuro en la comunicación IoT de infraestructuras. Tanto es así, que son números países los que ya tienen desplegadas estas redes para los despliegues masivos IoT (mIoT).

https://www.gsma.com/iot/deployment-map/

Los sistemas de comunicaciones para infraestructuras básicas no pueden ser propietarios, ni de acceso libre o gratuito, porque no son globales, no son seguros y no ofrecen garantías de un nivel de servicio 24/7 todos los días del año y en todas las ubicaciones.

Los proveedores de Telecomunicaciones son los expertos y son los que pueden y deben garantizar el estado y la seguridad de las comunicaciones, no es un rol ni un papel que deba recaer sobre la industria ni mucho menos sobre los integradores.

Esta responsabilidad no se puede delegar y además sus economías de escala facilitan costes sostenibles y una actualización continua de la tecnología que permitirá una adaptación instantánea a las necesidades futuras.

Esto nos lleva a que toda la cadena de valor necesita un sistema de comunicaciones adaptado a sus necesidades, por lo que será necesario que lo que es Indoor, sea interoperable con lo que es outdoor, con la plataforma de gestión en CLOUD y con el usuario final y con una comunicación bidireccional. De este modo se podrá crear flujo entre lo que pasa en la calle, en la fábrica, en el sistema de distribución y la forma que tiene de utilizarlo el usuario final en su hogar.

Mito 5.- La transformación digital de las infraestructuras será agnóstica del hardware utilizado. Todo vale.

La cadena siempre se acaba rompiendo por el eslabón más débil. Tener dispositivos que realicen la digitalización de sus datos de manera deficiente o poco segura puede provocar vulnerabilidades en toda la cadena de valor de la infraestructura.

La Ciberseguridad es uno de los puntos más críticos en la transformación digital de las infraestructuras. Esta cadena que comienza por el HW pasando por FW, SW, la red de telecomunicaciones, Middleware, y la plataforma final. Requiere que cada uno de los eslabones supere los más altos niveles de seguridad en la creación, encriptación, autentificación y transmisión de los datos.

La Ciberseguridad de los activos estratégicos de un país debe ser una prioridad para todo el ecosistema. Los requerimientos de seguridad de cualquier Tender tienen que tener el más alto nivel de rigurosidad, desde el fabricante HW hasta el flujo utilizado para la subida de los datos.

El incidente del ataque cibernético al oleoducto de Colonial en la costa oeste de los Estados Unidos, ha costado miles de millones y sobre todo a puesto de manifiesto que la ciberseguridad de la Industria 4.0 debe ser uno de los principales ejes a tener en cuenta.

El sistema de gestión del dato en CLOUD es la primera fase de la digitalización, pero el recorrido del dato debe ser bidireccional. Además, hemos de tener en cuenta que habrá decisiones ocurrirán en la plataforma y en parte distribuida entre todos los dispositivos (Edge Computing).

Mito 6.- La transformación digital consiste en tener un sistema de gestión capaz de realizar análisis del dato y toma de decisiones.

El gran desarrollo digital radica en la interactividad, es decir que las relaciones bidireccionales sean cada vez más inteligentes consiguiendo con ello más aprendizajes.

Del mismo modo ocurre con las cosas. Los sistemas de comunicaciones requieren que tanto HW, FW, SW, el middleware y la plataforma final tengan la capacidad de tratar el dato de forma bidireccional.

Esto requiere a su vez que no se generen estructuras “Frankenstein” que dificulten este flujo.

Para que este proceso sea virtuoso y las cosas puedan tomar decisiones sin tener que hacer todo el proceso de ida y vuelta, hay que hacerlas inteligentes, hay que poder entrenarlas. Por ello es necesario que no sólo puedan enviar y recibir el dato sino también ejecutar acciones.

Por lo que entramos de nuevo en la gran diferenciación, entre el Internet 2.0 y el 4.0.

Es necesario tanto proveer de un cerebro a las cosas, como de un sistema de comunicaciones, como también de la capacidad de ejecutar las ordenes necesarias.

Hablamos de gestionar el flujo de datos en toda la cadena que pasa por el Hardware, el firmware, el software, el middleware y la nube tanto de ida como de vuelta.

No se puede ejecutar Edge Computing sin haber resuelto el flujo de datos y la interoperabilidad con toda la instrumentación existente en la infraestructura.

Si algo hemos aprendido del Intenet 2.0 es que el mejor análisis es el que se ejecuta obteniendo una mejora. En el mejor de los casos tenemos paneles de visualización de los datos y de informes diarios que terminan por no ser analizados o que cuando se hacen el impacto de no haber tomado decisiones a tiempo ha sido demasiado costoso.

La industria 4.0 tiene la suerte que cerrar o abrir una válvula o una bomba de agua puede ser un automatismo ejecutado sobre el mismo terreno sin necesidad del factor humano.

Mito 7.- La transformación digital de las infraestructuras se realizará poco a poco y será un proceso lento que durará años.

Nada más lejos de la realidad, la transformación digital ya ha comenzado y sucederá en los próximos 5 años.

En la trasformación digital la velocidad no la marcan nunca las empresas actuales del sector, en este caso las utilities o los fabricantes de instrumentos, pues tienen resistencia al cambio y a lo desconocido. Normalmente vienen de outsiders tecnológicos sin ningún tipo de legacy.

El impacto de la digitalización en cualquier sector se comporta de forma muy similar y tiene una gráfica que se denomina de Crecimiento Exponencial o de Hockey Stick (Palo de Hockey) Si lo viéramos sobre una gráfica hay un periodo donde no se percibe la evolución, porque el crecimiento no es muy significativo, pero está ocurriendo, y de repente se vuelve vertical y es imparable. Sugiero ver los crecimientos de los últimos diez años de Amazon, SalesForce o Shopify.

Esto es lo que también se está viviendo en la industria 4.0 por ahora no se está viendo el impacto, pero los que no hayan empezado YA, llegan tarde, y luego vendrán las lamentaciones.

En el sector del agua, Australia, Emiratos Árabes o Singapur ya han puesto como prioridad la transformación digital de sus infraestructuras. 

Estamos a tiempo, pero tenemos que correr para no perder este tren.

Javier Oliete es CoManaging Director de Neo Media World

https://www.elagoradiario.com/agua/agua-y-sostenibilidad/agua-tecnologia-digitalizacion-4-0/#:~:text=La%20digitalizaci%C3%B3n%20de%20la%20gesti%C3%B3n,servicios%20ofrecidos%20a%20la%20ciudadan%C3%ADa.

https://www2.deloitte.com/pe/es/pages/technology/articles/COVID19-un-acelerador-de-la-transformacion-digital.html

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