La disrupción alimentaria que viene: detectar salmonella en 20 minutos y algas a por el trono de la soja

Uno de los grandes escaparates anuales de innovación en el sector agroalimentario es el IFTNEXT Food Disruption Challenge, te contamos cuáles son las novedades que aportan la ganadora, SnapDNA, y las tres finalistas: Trophic, Journey Foods y Ripe Revival, empresas muy diferentes que combinan la inteligencia artificial con la biotecnología
Eugenio Mallol
10 de agosto de 2021 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
La disrupción alimentaria que viene: detectar salmonella en 20 minutos y algas a por el trono de la soja
Sistema de funcionamiento de la tecnología de SnapDNA.

Desde su  creación en 1939, el Instituto de Tecnólogos de Alimentos (IFT) tiene un lema: es una comunidad científica que “alimenta las mentes que alimentan al mundo”. Cada año celebra el evento FIRST (Food Improved by Research Science & Technology) que marca una referencia sobre la vanguardia de la innovación en el sector alimentario. Especialmente a través de su IFTNEXT Food Disruption Challenge. Conozcamos a la empresa ganadora y a las finalistas de la edición celebrada a finales de julio.

La gran triunfadora fue SnapDNA, que ha desarrollado la tecnología TrueRapid, el primer análisis in situ autónomo que reemplaza las pruebas de laboratorio de patógenos alimentarios, incluidos los potencialmente mortales como Listeria, Salmonella y E. coli. Los resultados están disponibles en 20 minutos, frente a las herramientas de diagnóstico convencionales para rastrear estas contaminaciones, que tardan entre 3 y 7 días y se desarrollan en laboratorios especializados fuera del sitio.

Esta diferencia de tiempo representa un coste económico enorme, porque con los sistemas actuales puede llevar meses encontrar y verificar la fuente de un brote, y eso puede paralizar a una gran empresa o llevar a la quiebra a una pyme. No es extraño que esté en el radar del USDA, que aparece como uno de sus partners.

Otra de las aplicaciones de su tecnología es que los resultados de la prueba de SnapDNA están disponibles cuando el producto está listo para enviarse, lo que permite alimentos más frescos y seguros. Las empresas de alimentos pueden ahorrar millones de euros al año en costos de almacenamiento y reducir la exposición a la contaminación y las retiradas de producto por parte del mercado.

El sistema SnapDNA procesa tamaños de muestra establecidos por la industria y analiza solo células vivas, eliminando la necesidad de cultivar bacterias antes del análisis, lo que permite un control de patógenos implementable en el sitio. Su sistema automatizado permite la monitorización instantánea y en tiempo real basada en la nube de las pruebas de patógenos para una empresa de alimentos en todas sus instalaciones.

En cuanto a las finalistas, Journey Foods es una plataforma de software impulsada por aprendizaje automático que mejora el seguimiento y el desarrollo de productos alimentarios para empresas de CPG (bienes de consumo masivo), proveedores de ingredientes y fabricantes. “Nuestro objetivo es ayudar a las empresas a alcanzar la Nutrición 3.0, una nueva era de alimentos con costos, nutrición y sostenibilidad optimizados”, afirma.

Su plataforma JourneyAI está diseñada para la industria de alimentos envasados: gestiona 1.700 millones de insights desde nutrientes a información de la cadena de suministro, con los que ayuda a formular productos de acuerdo con los objetivos específicos de la empresa y el consumidor. Promete un ahorro de tiempos del 78% para tomadores de decisiones en las empresas. Y dicho todo esto, el secreto: integra SAP, Oracle, Microsoft Dynamics, Amazon y Google Sheets.

Otra de las finalistas, Ripe Revival, utiliza una tecnología patentada que permite aprovechar toda la fruta o verdura para extraer y producir un ingrediente rico en polifenoles que fortalece la proteína de un guisante y arroz integral. Uno de sus resultados son gomitas de golosina funcionales y densas en nutrientes sin ingredientes artificiales. Solo una porción de ellas equivale a varias porciones de frutas y verduras.

Su tecnología se llama VITERO y es la primera de su clase. “Está allanando el camino para un verdadero #RipeRevival en la forma en que se elaboran los alimentos saludables y funcionales”, afirman desde la compañía.

Por último, Trophic es una startup que desarrolla la fuente de proteínas más sostenible del planeta: las algas cultivadas en el océano. Cuenta con el apoyo de entidades tan potentes como ARPA-E, Good Food Institute y Activate Fellows. Está construyendo “silenciosamente”, asegura, “la tecnología fundamental que permitirá que el cultivo de algas alcance una escala masiva”. Trabaja con la Universidad de New Hampshire y Otherlab en asociación con la Universidad de Nueva Inglaterra para promover la primera generación de tecnología de cultivo de algas marinas en el Golfo de Maine. “Creemos firmemente que la tecnología permitirá que las algas marinas superen a la soja para convertirse en la fuente de proteínas más productiva y escalable del mundo”, afirman.

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