Javier Jiménez (Lanzadera): «Apostamos por las personas, por su capacidad para llevar cosas a cabo»
Con motivo del primer año de Atlas Tecnológico en la aceleradora promovida por Juan Roig en la Marina de Valencia, su director general analiza el momento del emprendimiento en España y explica por qué su modelo no se basa en las tecnologías, sino en las personas: según dice en conversación con el analista de innovación Eugenio Mallol, "la capacidad de ejecución es lo realmente caro"
El director general de Lanzadera, Javier Jiménez, conversa con Eugenio Mallol en la sede de la aceleradora. / VICENT BOSCH
Entrevista publicada en ATLASTECH REVIEW
Eugenio Mallol.-Acabáis de anunciar un proyecto muy atractivo para seguir creciendo físicamente gracias a la incorporación del Tinglado número 4 de la Marina de Valencia. Avánzame si eso llevará aparejada una nueva evolución en el proyecto de Lanzadera.
Javier Jiménez.-Hemos anunciado un acuerdo verbal, ahora se abre un proceso y esperamos que todo esto culmine en la adjudicación final. En cuanto a la evolución de Lanzadera, somos gente bastante efervescente y creyentes de que la innovación en la que vivimos es muy cambiante y lo hace, además, de una manera muy rápida. Tengo la máxima de que día tras día tengo que sorprender a mis clientes, los emprendedores. Especialmente cuando todo va bien. Hemos hecho muchas cosas y tenemos nuevas aportaciones. En un evento al que asistí en la universidad, me resultó gracioso que nadie supiera que Alfonso Guerra había dicho que al sistema financiero, en los siguientes 10 años, no lo reconocería ni la madre que lo parió. Pues a Lanzadera, lo mismo: dentro de 10 años no la conocerá ni la madre que la parió.
Eugenio Mallol.-Para tratar de perfilar por qué va a ser tan diferente Lanzadera, descríbeme el momento actual en el ámbito de la innovación y el emprendimiento, qué es lo que os hace percibir una necesidad de cambio.
Javier Jiménez.-La visión de la gente sobre lo que es un empresario no es la adecuada. Eso afortunadamente está cambiando, pero lo hace muy lentamente. Cada vez más gente quiere embarcarse en una apuesta empresarial, y eso nos motiva para seguir aportándoles todo nuestro conocimiento y saber hacer para cumplir nuestra misión, que es crear más empresarios y empresarias y más empresas. Por eso, tenemos que ir adaptándonos. El mundo está cambiando: hace 10 años, cuando empezamos, si no tenías una red social no eras un emprendedor; hace nueve si no tenías una aplicación móvil, hace tres si no hablabas de blockchain, y ahora, o tienes un metaverso o una Web3, o tampoco lo eres.
Eugenio Mallol.-Suena a Lanzadera como plataforma en el metaverso con emprendedores de cualquier lugar del mundo.
Javier Jiménez.-Ojalá.
Eugenio Mallol.-En 2008, escribí el libro Las lecciones de los líderes sobre el Curso 15×15 de Edem. Algunos empresarios que aparecían en él no han salido bien parados en este tiempo. Lo llamativo es que han sido aquellos que en sus clases pusieron el foco en los aspectos financieros y no en los de negocio. Quizás es uno de los males del mundo del emprendimiento.
Javier Jiménez.-Normalmente, un emprendedor sabe mucho de producto y del servicio que vende, y del apasionante mundo de la contabilidad sabe poco. Por otra parte, no sé por qué razón se copian determinadas cosas que pasan en otros países, especialmente en Estados Unidos, y al vender un trozo de una empresa la gente lo celebra. Y, junto a ello, la gente no sabe muchas veces si lo que necesita son ventas, clientes, financiación o inversión. Todo eso lo metes en una coctelera y ocurren cosas, como que la gente prepare el inicio de una empresa con el único fin de venderla a sus verdaderos clientes, que son los inversores. Y eso, el inversor lo ve, lo huele, lo detecta. Cuando preparas una empresa para ser muy eficiente y atractiva con sus productos la montas de una manera; y cuando la quieres vender, la montas de otra. Y hay veces en las que no sabes ni lo que tienes que hacer, de modo que una cosa ni la otra.
Eugenio Mallol.-A mí me llama la atención ver empresas pasando rondas de financiación, pero sin generar beneficios nunca. Un caso Amazon no se logra todos los días.
Javier Jiménez.-Que tú tengas una ronda de financiación no significa que tu empresa vaya bien. Son dos cosas diferentes.
Eugenio Mallol.-Dime a qué atribuyes ese fenómeno, tal vez muchos se lanzan a emprender sin tener una cultura financiera mínima.
Javier Jiménez.-Por lo misma razón por la que la gente compra bitcoins sin tener ni idea de lo que está comprando ni de lo que puede pasar, sino porque ha escuchado a un cuñado que se ha forrado con eso y piensa: “no seré yo el último idiota, voy a comprar”. Pura especulación. O la gente lee que hay una cosa que se llama unicornios que no sabe bien qué es, pero vale 1.000 millones. “Pues yo también monto una startup y la voy a vender”. Pero ¿cuántos unicornios hay en España?
Eugenio Mallol.-Cuando hablas con empresas que están en Lanzadera, es realmente impresionante el nivel y la variedad de tecnologías presentes. Esto os permitirá identificar cuáles son las tecnologías por las que deberíamos interesarnos como sociedad y economía. Sois unos prescriptores muy interesantes para las políticas de la Administración o para la diversificación de sectores.
Javier Jiménez.-Lamento mucho defraudarte. Nosotros no apostamos por las tecnologías, sino por las personas. Nos hemos dado cuenta de que la capacidad de ejecución es lo verdaderamente caro, la capacidad que tienen algunas personas de llevar las cosas a cabo, sea lo que sea. Hacemos mucho foco en las personas que lideran las empresas y en los equipos. Ahí es donde detectamos si lo que trae alguien será capaz de llevarlo a cabo, ahí es donde tenemos mucho expertisse. ¿Tecnologías? Inteligencia artificial, Web3, metaverso, es muy complicado, en estados tan incipientes, en un mercado que no existe, en un momentum que es el inicio del inicio, saber discernir si una tecnología sí u otra no. ¿Dónde está el caso de éxito del metaverso? Nosotros buscamos a esas personas y equipos con tecnologías punteras y seleccionamos quiénes creemos que sí, porque está todo en construcción. Pero nuestra obligación es correr ese riesgo. En Lanzadera lo único que está prohibido es no innovar, no arriesgarse.
Eugenio Mallol.-Cuando hablas con la contraparte de la investigación básica, que mira a largo plazo, que trabaja en grandes vectores de innovación, te queda una sensación de falta de interlocución. Es genial que apostéis por las personas, porque es lo que determina el éxito, pero hay tecnologías que claramente van a tener un desarrollo a medio y largo plazo, que serán estratégicas para la economía, y como país no estamos intentando estar ahí.
Javier Jiménez.-Voy a discrepar de nuevo. Con hechos, te diría que estamos en una posición privilegiada, porque tenemos talento. En este país hay dinero, hay gente muy potente para apoyar a estos emprendedores y a estas tecnologías, se están haciendo cosas impresionantes. En cualquier ranking de cualquier sector hay empresas españolas en el Top10: en turismo, alimentación, seguros, salud, el que quieras. Y a veces confundimos innovación y tecnología con software, con temas muy de desarrollo, pero qué pasa con la innovación y la tecnología aplicada al mundo físico. Eso genera también economía, diferenciación, empleo, valor. Nosotros tenemos aquí gente que hace pizzas. Pero es poco sexi. Para los que estamos en este mundo parece que, por un lado, están las deep tech y, por otro, el que hace innovación en pizzas. Ese es un gran error. La idea de alguien que le puso un palito a un caramelo y lo llamó Chupa Chup es tecnología e innovación.
Eugenio Mallol.-Muy de acuerdo con esto último. Pero se están tomando decisiones estratégicas, por ejemplo, en los planes de especialización inteligente a nivel regional, o en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se ha apostado por una serie de sectores y se ha dejado fuera a otros. Y me gustaría saber si tú te sientes reconocido en las decisiones que se adoptan a nivel de tecnologías y tipo de actividades.
Javier Jiménez.-Ni lo miro. Nosotros tenemos que montar empresas, formar a empresarios que generen valor, empleo e impacto. Hay sectores en los que históricamente en la Comunidad Valenciana y en España son punteros, como el turismo. Ahí estamos tratando de aportar para seguir siendo líderes. Hay mercados emergentes, como videojuegos y gaming, en los que tienes la posibilidad de liderar, y apostamos por ellos. Hay sectores donde tienes profesionales y potenciales clientes, como alimentación o industria 4.0, y hay otros en los que vamos a intentar estar porque pensamos que será una realidad en los próximos años. Me fijo más en mis clientes que en mi competencia, dedico mucho tiempo a hablar con los emprendedores y poco o nada a lo que hacen los demás.
Eugenio Mallol.-En la última edición de Forinvest, en Valencia, se habló desde la perspectiva de tus clientes, los emprendedores. Comentaban lo que cuesta a las startup abrir puertas de empresas medianas, hay que llamar mucho. Lo curioso es que el consultor Jaime Esteban comentaba que había hecho un scouting de empresas para una determinada tecnología y, después de sondear por todo el mundo, la conclusión fue que la mejor estaba en Paterna.
Javier Jiménez.-Nosotros hacemos de nexo de unión. Los emprendedores están en un plano y probablemente las empresas están en otro. Pero al final esto tiende a juntarse. El emprendedor tiene que entender que no por ser una startup va a acabar con una gran empresa; y ésta tiene que entender que un chaval, aunque lleve zapatillas y una camiseta, puede aportarle, pese a que lleve 50 años haciendo lo mismo.
Eugenio Mallol.-Echas de menos que este tejido de empresas medianas, muchas veces industriales, tenga una actitud más proactiva.
Javier Jiménez.-Todo el mundo se tiene que acercar a todo el mundo, porque esto va de personas. Si yo, da igual que esté en una gran empresa o una pequeña empresa, tengo inquietud por lo que estoy haciendo y quiero mejorar, me voy a mover. Esto va de personas, no de sectores.
Eugenio Mallol.-Hablemos de los inversores. En España se achacan determinadas carencias del ecosistema de startup de base tecnológica a la falta de madurez de la inversión. Dime qué tipo de inversor nos hace falta.
Javier Jiménez.-Eso lleva un proceso. España es un país que se ha financiado históricamente a través de la banca convencional y, aunque esto está cambiando, en torno al 80% de la financiación se hace así todavía. Están empezando a aparecer fondos de inversión, vehículos de inversión, business angels, family office, que están profesionalizándose y no sólo hacen inversiones en inmobiliario, sino que empiezan a diversificar la cartera, incluso en startup. Es un mercado que no existía, un sector muy testimonial en este país que está alcanzando la velocidad óptima. Y si se mira el nivel de inversiones y operaciones que se hacen, en Valencia van a doble dígito cada periodo, con lo cual está teniendo el crecimiento esperado. Los éxitos llamarán a los éxitos.
Eugenio Mallol.-A propósito de la colaboración, recientemente he tenido la fortuna de hablar con dos personas que insistían en la necesidad de conectar: Mario Nemirovsky, CTO del Innova Instituto Ricardo Valle, y Andrés Rodríguez-Pose, profesor de la London School of Economics. Se hace mucha política de investigación y poca de innovación, esto va de conectar, de llevar a la gente fuera y traer gente de fuera aquí, de abrirse a otros ecosistemas.
Javier Jiménez.-Aquí tenemos unas 300 startups, de las que el 70% son de fuera de la Comunidad Valenciana. Algunas son de fuera de territorio español. Eso genera un conocimiento y hacemos mucha actividad para ello. Y participamos en todo lo que nos llaman, en grandes eventos, para hacer ecosistema fuera. Tenemos un equipo de captación y scouting que va haciendo filtrado, de las más de 3.000 startup que analiza yo veo 450 y se quedan 300. Eso, cada año. Pregunto, trato de entender, conozco a las personas.
Eugenio Mallol.-Cuál es la cualidad más importante en tu proceso de selección. Dime esa pregunta que debe responder bien el aspirante para seguir avanzando.
Javier Jiménez.-Básicamente, lo que busco es si tú eres la persona ideal para llevar a cabo lo que me estás contando.
Eugenio Mallol.-Y cómo lo sabes.
Javier Jiménez.-Porque llevo más de 20.000 entrevistas.
Eugenio Mallol.-Y ha qué conclusión has llegado.
Javier Jiménez.-Lo primero es que te lo creas, que yo lo detecte. La segunda es que hayas asumido riesgos con esto, si estás esperando que yo apueste más por tu idea que tú mal vamos. La tercera es que detecte que hay pasión en la que haces, pero no pasión de la que ciega, sino de la que multiplica tu talento. Y, por último, que vea que estás acompañado de gente que te va a ayudar en esto, con empresas o startup que tienen poco presupuesto.
Eugenio Mallol.-Te has especializado en exponer un catálogo de errores de startups, pero miremos el fenómeno al revés. Tenéis ya varias experiencias de éxito espectaculares, por qué crees que han triunfado.
Javier Jiménez.-El común denominador es el número uno, que es un crack o una crack. El producto, además, es fantástico, pero siempre hay un número 1 que ejerce de tal y hay un equipo que le acompaña. Ese número 1 es el elemento diferenciador capaz de conseguir los hitos. Sensu contrario, hemos tenido ideas que producen ese efecto Wow!, con un equipo que no era el óptimo, y no han sido capaces de llevarlo al éxito. ¿Por qué Lanzadera es hoy lo que es? Porque aquí hay un equipo de gente, directores de proyectos, de corporate, assistant, que son unos cracks.
Eugenio Mallol.-Te hago la misma pregunta que le hice a Tom Dietterich, padre del machine learning: en estos nueve años desde nuestra primera entrevista cuáles son los acontecimientos más más relevantes que crees que han sucedido.
Javier Jiménez.-El primero ha sido consolidar una idea. El 21 de enero de 2013 nos lanzamos con mucha ilusión y poca idea. Y hoy, casi 10 años después, seguimos con la ilusión intacta y la idea es una realidad. El segundo acontecimiento es que hemos sido capaces de mantener la ilusión intacta de nuestro patrón, Juan Roig, diez años manteniendo la llama viva y cada día más encendida, porque quiere más, y ahora el Tinglado nº 4. Y luego el gran hito, del que me siento muy orgulloso, es que hemos conseguido llegar a 1.000 empresas en estos diez años. Yo me acuerdo de las personas, me he ido a casa estos 3.600 días muy feliz de haber podido aportar a estas personas mi granito de arena para tratar de hacer de esa ilusión que traían algo que haya merecido la pena.