El día que el sector TIC explicó a Moncloa la verdadera clave del coche del futuro: será un «ordenador sobre ruedas»
La intervención del presidente de Ametic, Pedro Mier, en la presentación del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado es uno de los discursos tecnológicos más potentes sobre el cambio de modelo industrial, insta a no quedarse en mejoras de la producción y a "desarrollar las capacidades de la industria auxiliar de IA, microelectrónica, materiales avanzados, baterías y conectividad"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de AEDIVE, Adriano Mones; la presidenta de SERNAUTO, María Helena Antolín; el presidente de AMETIC, Pedro Mer, y el presidente de ANFAC, José Vicente de los Mozos.
Toma la palabra el presidente de Ametic, miembro del ecosistema de Atlas Tecnológico, Pedro Mier, en el Palacio de La Moncloa, donde se celebra el acto de presentación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Vehículo Eléctrico y Conectado y su discurso se convierte en una exposición realista de lo que significa el vehículo eléctrico y conectado, que “es más que baterías y añadir motores eléctricos a los de combustión, sino que, como alguien se encargó de definir, estamos ante un ordenador con ruedas”.
“Hace cuatro años pusimos en marcha un think tank de vehículo conectado y movilidad sostenible”, comienza Pedro Mier. Ametic ha trabajado con el ecosistema TIC, energéticas, la ESA, los proveedores y la industria de la automoción obviamente… de ese debate ha surgido “una propuesta de Macroproyecto Tractor y en Digital Europe hemos sido invitados a copresidir junto a Intel el grupo del vehículo conectado”.
“La gran revolución es la electrificación y eso es hablar de baterías, power trains, materiales avanzados como composites y de semiconductores de potencia”, continúa Pedro Mier. En relación con esto último cita un sondeo de la revista Automotive News a los 500 primeros directivos del sector de la automoción que revela que para el 94% de ellos el impacto de la falta de microchips “es tremendo”.
Hablar de la transformación de la industria de la automoción es hablar “también de computación Edge, de actualizaciones de software que requieren conectividad de alto nivel y telemática avanzada, de las conexiones con la infraestructura y con otros vehículos”, añade el presidente de Ametic, y apunta que no es posible plantear “futuras caravanas de camiones en infraestructuras conectadas” sin nada de esto.
Hay que abordar “las futuras infraestructuras de carga fuera del vehículo y en el propio vehículo”, y eso requiere “una combinación de tecnologías como nunca hasta este momento, TIC, inteligencia artificial, microelectrónica analógica de potencia y digital de altas capacidades computacionales, las redes de comunicación tanto 5G como satelitales, la propia comunicación dentro de las industrias, nunca han convergido más” todas ellas.
En presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, afirma que “se están repartiendo cartas y, como cada vez que eso sucede, se puede ganar y se puede perder, es muy importante para una industria clave que seamos capaces de usar las cartas para ganar y eso supone utilizar las capacidades de innovación disruptiva”.
Pedro Mier señala que “España tiene muy buenas fábricas y muy buenos tier1 y estoy convencido de que la incorporación de las mejoras tecnológicas de producción se hará con brillantez”, pero pone la “atención” sobre la importancia de que “la industria de proveedores, algunos de ellos tier1 de primer nivel mundial, y los que puedan salir desempeñen un papel adecuado”. Es fundamental para conseguirlo “desarrollar las capacidades de esta nueva industria auxiliar, inteligencia artificial, microelectrónica, materiales avanzados, baterías, conectividad, podemos ser proveedores vitales en esta nueva etapa”.
Y concluye el presidente de Ametic: “Conformarse con la fabricación de algunos modelos híbridos en España es importante, es un paso en la buena dirección, pero de ninguna manera es suficiente para conservar el peso en el PIB que esta industria debería tener”.