Urge convertirse en Intangible
Por primera vez en la historia, las empresas de mayor valor bursátil coinciden con las marcas más valoradas por los consumidores, el autor considera que es la consecuencia de un cambio en las reglas del juego: las compañías que quieran ser competitivas deben buscar lo que todavía es tangible en el negocio y transformarlo cuanto antes en digital
Aún recuerdo como si fuera ayer cuando asistí enviado por mi padre al Master de Marketing Directo y Digital a Barcelona, era la segunda promoción del ICEMD, ahora ya integrado en ESIC.
En aquel entonces trabajaba en la impresión digital y personalización a gran escala, enviado cartas de bancos, Telcos y otras utilities a sus clientes.
No llevaba ni medio curso cuando les dije… «Estamos heridos de muerte, nuestro negocio desparecerá», como así ha ocurrido. Y me fui a trabajar a un portal de internet.
De eso hace más de veinte años y en mi carrera profesional he acompañado a todo tipo de empresas a transformarse digitalmente, y siempre he intentado repetir ese aprendizaje.
Busca en tu negocio lo que es tangible y pueda ser digital, y transfórmalo antes de que alguien lo haga por ti.
Todos conocemos los ejemplos de las fotos, los dvd’s, las enciclopedias, las monedas y billetes, incluso el petróleo, pero también los bancos, las agencias de viaje, los grandes almacenes, y recientemente los Congresos, las Ferias de muestras, los viajes de negocio, han sido engullidos por otras formas más eficientes y ágiles que demuestran que cuando la materia se convierte a través de los datos en algo líquido, mejora su eficiencia, reduce los costes, acelera el cambio y genera mayores beneficios a las compañías y mejora la experiencia de sus clientes.
No es ninguna coincidencia que, por primera vez en la historia, las empresas de mayor valor bursátil coinciden con las Marcas más valoradas por los consumidores. Y coinciden en que en ambos rankings no hay compañías de tangibles si no que son empresas de datos y servicios intangibles, como Apple, Google, Amazon y Microsoft.
Que por ambición no quede, pero… ¿cómo podemos parecernos más a esas empresas que suben en el ranking, que a las que bajan?
Este ambicioso ejercicio se puede hacer en la totalidad en una de sus partes.
En el B2C y en concreto en nuestra vertical de Marketing Digital nos concentramos en el proceso de relación con el cliente y cómo mejorarlo.
A nosotros nos gusta empezar el ejercicio de transformación en una pizarra, dibujando toda la cadena de valor, empezando desde la relación con proveedores y terminando en el valor entregado al consumidor final, aunque este no sea tu cliente, en el fondo siempre lo es.
Entonces hay que hacerse una pregunta: ¿Es esta la forma más inteligente, rápida, económica y eficiente, de entregar valor a mi consumidor?.
Esta pregunta nos debe poner en cuestión, desde el propio negocio a nuestro proceso de producción o nuestra estrategia de comercialización.
Igual que Kodak no vendía fotos si no compartir momentos, Apple no vendía ordenadores si no la mejor experiencia tecnológica, o Amazon no vendía libros si no satisfacer lo más rápido posible cualquier producto que pudieras necesitar.
Cuanto más intangible sea la respuesta que nos demos más cerca estaremos de poder describir una hoja de ruta para nuestra transformación.