Lectura recomendada: ‘Modelo K-75 y otros garabatos: Los modelos son el mensaje’

Isabel Fernández Peñuelas, directora en The Futures Factory y colaboradora de Atlas Tecnológico, nos recomienda la lectura de ‘Modelo K-75 y otros garabatos: Los modelos son el mensaje’, de Francisco J. Jariego, en la nueva sección de ATLASTECH REVIEW
Isabel Fernández Peñuelas
24 de enero de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Lectura recomendada: ‘Modelo K-75 y otros garabatos: Los modelos son el mensaje’
Imagen creada por DALL-E sobre “En el vientre de la ballena”

Título: Modelo K-75 y otros garabatos: Los modelos son el mensaje Autor: Francisco J. Jariego Fecha: 2022 Precio: 15,08 € / formato digital: 3,69€

Quién no ha soñado con auto-diseñarse a su gusto y quitarse la timidez, o ponerse las medidas de Sharon Stone sin pasar por el quirófano? Pero no en el metaverso, ese lugar idílico donde todos viviremos vidas múltiples y perfectas, sino en la tozuda y dura realidad de cada día. Dura como los relatos de ciencia ficción que produce la disciplinada imaginación de F.J Jariego.

En Extrapolación 2029, su primera antología de 2017, los relatos dibujaban un futuro cercano en que tecnologías ya establecidas se extrapolaban sin filtro para componer una radiografía del mundo empresarial por el que circulaban el tipo de protagonistas que te cruzas en los pasillos de las multinacionales, mundo que conoce sobradamente. Alejándose hacia el futuro, en Memorias de un Dragón, jugaba con la aplicación de la ingeniería a la moral, y saltando ya de milenio, con una imaginación que siempre parece saber lo que persigue, en Ángel 122 especulaba (conmigo al alimón) con la posibilidad de la inteligencia colectiva.

Pero en Modelo K75 no encontraréis demasiada ciencia ficción, apenas 4 o 5 de los relatos encajarían en esa etiqueta que odiamos los que odiamos las etiquetas. En esta nueva colección de relatos lo que encontraréis es una mezcla inusual de géneros y extensiones que transitan entre el realismo, la fantasía, la extrapolación y el humor negro. Uno diría que el hilo oculto que une a la colección es el de ser una auto-ficción especulativa que comienza en el útero y se extiende en el tiempo de la vida hacia… mejor no os lo digo. Porque en Jariego de vida eterna, poco.

Estructurado en 5 partes. Los primeros relatos de «Llamada de la aventura» nos sumergen en la infancia y la adolescencia y «En el vientre de la ballena» en los terrores del crecimiento y el descubrimiento de lo monstruoso. Mientras que las historias de «La Naturaleza del problema», ya en clave más adulta, hacen incursiones en las trampas de la estadística, la hipocresía social y los algoritmos, y requieren del lector más concentración tecnológica y científica. Pero también hay jazz, belleza y sufrimiento a tutiplén en los relatos de «El don». En la decadencia de los relatos de «El camino de regreso», florece la ironía más negra. Y más allá de la línea del tiempo humano, me sorprenden y me gustan los relatos de «Libertad para vivir» ya en el mundo de la IA.

Son relatos que tienden a no dejar títere con cabeza, pero llenos de compasión, y en los que los frágiles son los únicos que se salvan, durante el tiempo de paz que les dejan en vivir los monstruos interiores y exteriores que les amenazan. Una colección de miradas en escorzo, poco confortables y sagaces: del autor hacia sí mismo y hacia el mundo. Un mundo en el que cabe la innovación (y su circo), la empresa y la infancia, y “el amor”. ¡Ay el amor… qué gran especulación!

La exploración del mundo Jariego es precisa y por tanto a menudo cruel, igual que su lenguaje, que “saja” la realidad con exactitud matemática y la mira con granularidad cuántica.

Historias escritas desde la mirada única que distingue a todo autor y que en su caso está plasmada con la misma precisión matemática que lo estaba el Barrio de la Concepción «trazado con celo cartesiano» por el que nos pasea en «El Milagro de la Virgen del Sagrario», el barrio de la infancia de un niño inquisidor que desconocemos y reconocemos, existiese o no en la realidad, o solo en la imaginación del autor. Y es que todo escritor escribe siempre sobre sí mismo, más o menos disimuladamente. Un libro que hay que mirar como al desnudo convulso del autorretrato de Egon Shiele de la portada: con inquietud.

En Modelo K75 Jariego expone con claridad su mirada científica sobre las cosas y sobre sí mismo. Eso sí, a lo Borges.

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