El metaverso, las NFT y la inevitabilidad de la Web3

¿Qué tienen en común celebridades como Steve Aoki y Gary Vee, o marcas como Disney y Nike? Todos ellos están sacando provecho del nuevo sector emergente en el mundo de la tecnología y los activos digitales. El multimillonario mercado de las NFT parece haberse materializado casi de la noche a la mañana.

¿Sabéis de qué hablo?

Entra en escena Web3

Web3 es un término acuñado para representar la tercera iteración natural de Internet después de la World Wide Web y de la Web 2.0. Aunque hay mucha controversia sobre lo que implica exactamente Web3, en realidad es bastante sencillo. La Web3 representa una Internet abierta e inmersiva. Construida sobre blockchain, las aplicaciones de Web3, aumentadas por productos descentralizados y NFT, están dando paso a una nueva era en la que todos nos conectamos, interactuamos, trabajamos y jugamos, todo dentro de un ecosistema transparente y abierto donde, además, los datos son de quién los genera y, si quiere, los monetiza.

Web3 no se limita a la forma en que utilizamos Internet, sino que es una tecnología fundamental para el funcionamiento del mundo. Esto incluye nuestras relaciones con otras personas y empresas y cómo vivimos nuestras vidas en línea. ¿Qué aspecto tiene? Identidades NFT verificadas, inicio de sesión único con almacenamiento en la nube, ser recompensados por compartir nuestros datos o privacidad, e incluso ser una moneda con la que la gente pueda hacer realizar transacciones. Y eso es sólo el principio.

Web 2.0 vs. Web3

La Web 2.0, o la Internet tal y como la conocíamos hasta hoy, está representada por la World Wide Web, que nos trajo las páginas web y los contenidos generados por los usuarios a través de las redes sociales. La Web3 se basará en tres principios fundamentales. El primero es el concepto data centric, lo que significa que los datos estarán en el centro. El segundo es la privacidad. Mientras que la Web 2.0 estaba dominada por empresas centralizadas que controlaban los datos de los usuarios y además les proporcionaban, o no, servicios a cambio de monetizar sus datos, la Web3 permitirá a los usuarios participar manteniendo la completa propiedad sobre sus datos y el modo en que se utilizan. Por último, la descentralización, que es el proceso de redistribución o dispersión de funciones, poderes, personas o cosas lejos de una autoridad central. Web3 no tiene permisos, por lo que nadie puede bloquear o denegar el servicio.

¿Qué es el metaverso?

Tratar de convencer a mi madre de que la razón por la que no tengo propiedades inmobiliarias es porque estoy ahorrando para una parcela en el metaverso es una conversación que nunca pensé que tendría. Según Investopedia, ‘el metaverso es una realidad digital que combina aspectos de las redes sociales, los juegos en línea, la realidad aumentada (RA), la realidad virtual (RV) y las criptomonedas para permitir a los usuarios interactuar virtualmente’.

Las empresas están creando rápidamente modelos de negocio para atender a esta nueva economía. Sin embargo, es un error común pensar que la compra de bienes inmuebles virtuales es el único método de monetización en el metaverso. Facebook está haciendo una apuesta de 10.000 millones de dólares para desarrollar esta nueva tecnología que, según estimaciones de JP Morgan, podría superar el billón de dólares. Están surgiendo nuevas y novedosas aplicaciones comerciales a un ritmo considerable. Los juegos ‘play to earn’, como Axie Infinity, han sido noticia por dar a los jugadores de Filipinas la oportunidad de ganar una cantidad considerable de dinero, algunos de los cuales están ganando más que su salario vital. Estos ingresos pasivos pueden evolucionar de forma natural en una variedad de formas novedosas, como la posibilidad de que los usuarios puedan obtener dividendos por la ropa usada en el metaverso.

Pero no olvidemos, el entorno industrial, donde el concepto de gemelo digital encuentra en el metaverso un entorno ideal en el que desarrollarse.

Todavía le queda bastante, pero estemos atentos, que no se nos escape el tren.

¿Qué pasa con los JPEG?

¿Arte? ¿Plataforma? ¿Algo sobre gatos y monos? Algunos lo ven como una tecnología emergente que tienen que apoyar, mientras que otros lo ven como un activo especulativo. Con una previsión de capitalización del mercado de NFT de más de 35.000 millones de dólares en 2022, está claro que es mucho más.

Las siglas NFT significan ‘Token No Fungible’. En pocas palabras: es una unidad digital de datos identificada de forma única y almacenada en la blockchain que se vende y negocia. ¿Te preocupa hacer clic con el botón derecho y guardar ese JPEG por el que alguien pagó millones de dólares? Sí, puedes copiar una imagen digital tantas veces como quieras, igual que una Mona Lisa puede ser fotografiada o impresa infinitamente. Pero sólo hay un original. Aunque se asocia más a menudo con el arte digital, los avatares y los objetos de colección, un NFT puede servir para una gran variedad de casos de uso que abarcan la música, la moda e incluso los juegos.

Por ejemplo, World of Women es un proyecto artístico que representa la inclusión de las mujeres, tendiendo un puente entre los coleccionables digitales y los juguetes físicos. Y, por supuesto, está CryptoPunks, que es un avatar de píxeles único que ha realizado más de 2.500 millones de dólares en transacciones hasta la fecha.

Más allá de las imágenes bonitas y los caros NFTs de los monos

Aunque las NFT son una herramienta fundamental utilizada en Web3, todavía hay muchas formas de utilizar Web3 para incentivar la acción en las audiencias, desde aceptar criptomonedas para permitir la privacidad y los pagos sin fronteras hasta utilizar la cadena de bloques para almacenar datos fácilmente accesibles que siempre tendrán un registro actualizado.

Un tema recurrente que estamos viendo hoy en día es cómo las empresas y los artistas están recompensando a las comunidades y atrayendo al público con NFT y criptomonedas. Su público estará mucho más implicado en su éxito porque se ha creído que el valor que hay detrás de lo que está respaldando va a aumentar. ¿Cómo? Inicia una comunidad DAO (Organización Autónoma Descentralizada, es decir, una comunidad de Internet propiedad de sus miembros), recauda fondos mediante la tokenización de tu empresa o proporciona exclusividad y propiedad en la cadena de bloques.

Entonces, ¿qué?

Tenemos ante nosotros una plataforma totalmente diferente para mejorar la conectividad y promover nuestra creatividad. Una era completamente nueva en la que se puede hacer lo que nunca se había podido. La Web3 se basa en la inclusión y en poner a los usuarios en primer lugar. El metaverso es un nuevo mundo donde la creación se pone en tus manos. Las NFT son la forma de hacerlo.

Sobre ello, os recomiendo esta ponencia de Teodoro García Egea en el pasado Collaborate Summer:

Con la adopción generalizada de estas ideas, el futuro ya no es un concepto lejano: el futuro está aquí. ¿Te subes?