El informe del ‘think tank’ europeo que Sánchez no leyó: atraer fábricas de microchips es un «desperdicio» de dinero
Un informe de la Fundación Nueva Responsabilidad, financiada por los ministerios de Asuntos Exteriores de Alemania, Suecia, Finlandia y Países Bajos, califica de "demasiado optimista" e incluso "ingenua" la estrategia europea en materia de 'foundries' que el Perte de los microchips anunciado por el Gobierno supera incluso en ambición y porcentaje de recursos
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Un año antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara un Perte para impulsar el sector de los microchips en España dotado de 12.000 millones de euros, de los cuales, según se supo poco después, tenía previsto destinar 9.000 millones a la atracción de plantas de producción (foundries), el think tank Stiftung Neue Verantwortung (SNV, la traducción sería Fundación Nueva Responsabilidad) había publicado el informe “La falta de fabricación de semiconductores en Europa”, con el ilustrativo subtítulo de “Por qué la fábrica de 2nm es una mala inversión”.
No era una advertencia que conviniera dejar de tomar en consideración. El think tank SNV está financiado por los ministerios de Asuntos Exteriores de Alemania, Finlandia, Países Bajos y Suecia, aunque, aclara, sus posiciones no representan necesariamente la posición de dichos gabinetes. Habría sido una circunstancia incómoda no incluir esa apostilla en el informe, habida cuenta de la situación en la que queda la política de la Unión Europea al respecto de los microchips en él.
“Perseguir la fábrica de 2nm [nanómetros] es un esfuerzo inútil con un riesgo muy real de desperdiciar miles de millones de euros en dinero público y privado”, afirma el documento de la SNV. La idea “carece de un caso de negocio”, sentencia, debido a diferentes factores.
En primer lugar, “una foundry de la UE atendería predominantemente a clientes europeos, pero actualmente hay muy pocas empresas de semiconductores en la UE que diseñen chips en nodos de 7nm o 5nm”. La realidad es que la “mayoría de los tipos de chips que producen las principales empresas de semiconductores de Europa no se benefician de la fabricación de vanguardia”, lo que se traduce directamente en “una demanda minúscula”. Por lo tanto, “antes de invertir en la oferta (crear fábricas de vanguardia), Europa necesita crear demanda invirtiendo sustancialmente en sus propias capacidades de diseño de chips”.
En efecto, la industria fabless (sin fábrica) de Europa cayó del 4% de participación de mercado en 2010 al 2% en 2020. “Solo quedan dos empresas fabless que cotizan en Bolsa en Europa: Dialog Semiconductor (con sede en el Reino Unido) y Nordic Semiconductors (con sede en Noruega). Con el anuncio de la adquisición de Dialog Semiconductor, la empresa sin fábrica más grande de Europa, por parte de Renesas en Japón, es muy probable que esta tendencia a la baja continúe”. Destinar tres cuartas partes del presupuesto del Perte de los microchips a foundries dejaría a España fuera de la tarea de reconstruir al sector.
Según la SNV resulta, en el mejor de los casos, “demasiado optimista” y, en el peor, “ingenuo” esperar que una fundición de la UE atraiga pedidos de empresas estadounidenses de diseño de chips. Porque es muy probable que las dos empresas que lideran la fabricación de chips de vanguardia, TSMC en Taiwán y Samsung en Corea del Sur, “establezcan fábricas avanzadas en los Estados Unidos”, país que cuenta con la industria de diseño de chips más grande con diferencia: nada menos que el 65% de la cuota mundial. “¿Cuál es la justificación para que una empresa sin fábrica de EEUU ordene chips de TSMC EU en lugar de TSMC Taiwán o TSMC US?”, se preguntan los expertos
A pesar de eso, en la Brújula Digital 2030, la Comisión Europea definió unos ambiciosos objetivos para la actual década que contemplaban con una cuota de mercado del 20% en foundries y el establecimiento de fábricas de alta tecnología con nodos de proceso de por debajo de los 5 nm. La falta de fabricación avanzada de obleas aparecía en todos los debates al respecto como la principal debilidad de la UE en el ámbito de los semiconductores.
Ya las opere un fabricante de dispositivos integrados (IDM), como Intel, o una fundición, como TSMC, explica la SNV, “las fábricas dependen de una cadena de suministro compleja y altamente especializada” y establecer un ecosistema de este tipo “es difícil y lleva fácilmente más de una década”. Las fábricas, por ejemplo, tienen vínculos estrechos con los proveedores de equipos, productos químicos y obleas y, de hecho, varios proveedores químicos taiwaneses planean mudarse con TSMC a Arizona (EEUU) para suministrar a su nueva fábrica. En 2020, “ASML estableció un centro de capacitación en Taiwán, junto a TSMC, para capacitar a ingenieros durante 18 meses en la compleja fotolitografía de ASML”, una tecnología necesaria para los nodos de proceso por debajo de 7nm.
El gasto de capital para una fábrica moderna de 5nm está cerca de los 20.000 millones de dólares, con gastos operativos anuales de más de 1.000 millones achacables en buena parte a los costes de electricidad: TSMC representó cerca del 5% del consumo eléctrico de Taiwán en 2019. Para amortizar una inversión tan grande en unos pocos años, una fábrica necesita altas tasas de utilización del 95 al 100%.
Incluso si la Administración de EEUU redujera las restricciones de exportación contra SMIC, la foundry china más grande y el único competidor centrado en la carrera More Moore Scaling, “no está claro si SMIC podrá operar con éxito los nodos de 7 nm dentro de tres a cinco años”, añade la SNV. Por lo tanto, “es muy probable que la industria continúe confiando únicamente en TSMC y Samsung para la fabricación de obleas de vanguardia”.
De los 35 chips en el smartphone Galaxy S20 Ultra 5G de Samsung, solo dos chips y dos sensores son de IDM europeos. Solo un puñado de empresas en la UE diseñan chips en nodos de proceso de 5 nm y 7 nm, como NXP51, STMicroelectronics52, el proveedor de equipos móviles Ericsson y startup como SiPearl (Iniciativa Europea de Procesadores).
“Esta falta de empresas europeas de productos electrónicos orientadas al consumidor, combinada con la economía de More Moore Scaling que creó cada vez más barreras más altas para ingresar a la fabricación de obleas de vanguardia, llevó a los IDM y las fundiciones de la UE a invertir cada vez menos en capacidades de fabricación avanzada para semiconductores lógicos. Las empresas simplemente no se beneficiaron de la reducción de nodos para la gran mayoría de sus productos”, añade el informe.