Coopetición, la aptitud de los líderes del futuro
Durante los últimos años hemos hablado mucho de la aplicabilidad de blockchain en la industria, y en especial en sectores como el agroalimentario o aeronáutico, pero el ingrediente más importante para que dichas aplicaciones se hagan realidad no es la tecnología, sino un conjunto de líderes con una visión estratégica que les permita cooperar creando ecosistemas sobre los que más adelante puedan competir
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Blockchain y sus posibilidades en la industria ha despertado muchas pasiones en los últimos años, su capacidad disruptiva para crear nuevos ecosistemas y modelos de negocio deslumbra en todos los sectores, y algunos como el agroalimentario o aeroespacial ya han coqueteado y visto su gran potencial.
Estamos ante una tecnología disruptiva que puede transformar los modelos de negocio de la actualidad. En 1995 Joseph L. Bower y Clayton M. Christensen advertían a los líderes en su artículo “Disruptive Technologies: catching the wave” de las características de las tecnologías disruptivas, y cómo era urgente que experimentaran con ellas y las adoptaran en sus empresas para no quedarse obsoletos. Aconsejaban a los líderes “subirse a la ola” y experimentar lo antes posible con ellas a pesar de que inicialmente existieran barreras para su adopción.
Internet nos brindó una nueva forma de crear negocios denominada la economía de plataformas, desde entonces la intermediación entre partes es el principal modelo de negocio, y el más rentable, de nuestra economía. En la actualidad ya 8 de las 10 empresas más valoradas del mundo están focalizados en los modelos de negocio de plataforma.
Cuando la servitización y los modelos de plataforma aún no han terminado de adoptarse en nuestra industria nos encontramos con un nuevo paradigma fomentado por la tecnología blockchain. En este nuevo paradigma lo importante ya no es crear una plataforma de intermediación, eso ya lo puede hacer la propia tecnología blockchain, ahora lo realmente importante es crear ecosistemas de colaboración.
La creación de estos ecosistemas colaborativos es precisamente el ingrediente más importante de este nuevo paradigma. Ya en 1996 Adam M. Brandenburger y Barry J. Nalebuff acuñaron en su libro un término que encaja perfectamente con esta nueva realidad que vamos a vivir en los próximos años, la coopetición (del inglés coopetition).
La coopetición es la fusión de dos palabras, competición y cooperación, y define la colaboración oportunista entre diferentes actores económicos, que además en muchos casos pueden ser competidores directos. Este término utilizado desde hace años en ámbitos sociales, políticos e intelectuales está aterrizando con más fuerza que nunca al ámbito empresarial, y en especial a aquellas industrias que como la agroalimentaria se rigen de una cadena de valor compleja y extensa.
En el sector de las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) tenemos el mayor ejemplo de coopetición del mundo del que seguro que todos habéis escuchado, el software libre. Alrededor de iniciativas como Linux Foundation las empresas, universidades y centros tecnológicos como Tecnalia colaboramos y aportamos recursos propios para la creación de tecnología que luego se utilizará por los miembros de la fundación Linux para desarrollar su actividad empresarial, en muchos casos compitiendo entre los mismos.
La trazabilidad, transparencia, certificación de origen, pago por uso, u optimización logística, son algunos de los ejemplos de aplicabilidad de la tecnología blockchain que de forma parcial han sido ya validados con gran éxito en industrias como la agroalimentaria, pero que no han escalado precisamente por que en todos ellos se requiere de la colaboración de todo el ecosistema.
Es precisamente en este aspecto donde los líderes del futuro invertirán parte de su esfuerzo ya que aquellos que logren colaborar en la creación de un ecosistema robusto, sobre el que lanzar dichos casos de uso, podrán construir la base de muchos más casos y aplicaciones de coopetición en la industria que a día de hoy ni se nos ocurren, precisamente por la falta de experiencia en la gestión y aplicación de dichos ecosistemas de coopetición industriales.
En España existen dos iniciativas que podrían ser el germen de este ecosistema coopetitivo industrial. La primera de ellas Alastria, la red blockchain pública permisionada sobre la que ya se están desarrollando casos en diferentes ámbitos y donde estoy colaborando para lanzar una iniciativa sectorial de Industria y Energía. En Alastria somos un referente a la hora de crear comunidades de coopetición sobre blockchain y tenemos mucho valor que aportar en esta línea.
Otra, como no podía ser de otra forma es Atlas Tecnológico y toda la comunidad de expertos creada alrededor de su promotora FOM, sin duda el mayor conjunto de expertos industriales de nuestro país, que atesora el mayor conocimiento sobre el sector y sus necesidades.
Me alegra anunciaros la reciente incorporación de Alastria en Atlas Tecnológico ya que quizás estemos ya avanzando en el camino correcto y estemos más cerca de construir el ecosistema nacional de coopetición alrededor de la Industria 4.0.
Me interesa conocer todas vuestras opiniones para poder traccionar y hacerlo realidad junto con los principales actores del ecosistema. ¿Cómo crees tú que deberíamos fomentar este ecosistema de coopetición? ¿Te apuntas a la coopetición?
Oscar Lage, Responsable Ciberseguridad y Blockchain en Tecnalia