Conversaciones en Lanzadera: gestión de Big Data para pymes, según Alberto Iglesias (Syndeno)

Gabriela Deyanova: En un mundo cada vez más conectado y en el que las empresas producen cada vez más datos, utilizar soluciones de big data y diseñar estrategias para hacer crecer un negocio resulta clave. Para las pequeñas empresas, sin embargo, muchas veces es todo un reto enfrentarse a estas situaciones, porque los costes que requieren los procesos de digitalización pueden ser elevados. 

Alberto Iglesias: Lo que hacemos en Syndeno es aprovechar tecnologías complejas y simplificarlas para que cualquier pequeña y mediana empresa las pueda utilizar. Analizamos junto al cliente la situación en la que se encuentra actualmente en cuanto a sus problemas de escalabilidad, de incorporación de nuevos usuarios o de manipulación de mayores volúmenes de datos, y planteamos el escenario futuro ideal y los pasos que debe seguir para ir ejecutando la arquitectura de software que resuelva esos problemas.

Es muy interesante ahora que cada vez hay más datos, y hacer comunicaciones uno a uno es complejo, caro y difícil de mantener. Las pequeñas empresas necesitan de esa tecnología que existe en el mercado, pero a la que no pueden acceder porque el experto que domina este campo cobra un precio elevado por sus servicios.

Gabriela Deyanova: ¿Cuáles son las herramientas que aportáis a las empresas? 

Alberto Iglesias: A nivel tecnológico empezamos con Apache Kafka, que es todo lo relacionado con las arquitecturas dirigidas por eventos, y que permite que las comunicaciones en vez de ser uno a uno sean uno a muchos. Por poner un ejemplo: las distintas piezas del software, como un CRM o una base de datos, se suelen intercomunicar entre ellas a través de un paradigma que se llama Request-Reply. Es decir, yo te pido un dato, tú me lo das, con ese dato hago un proceso que me lanza un nuevo dato, que se comunica a un tercero. En vez de hacer ese proceso, con la arquitectura dirigidas por eventos, lo que hago es vincular un dato a un tópico, como si fuera un hashtag de Twitter, de modo que todos aquellos sistemas suscritos a este tópico reciben el dato de forma asíncrona. En el tópico se van encolando todos los datos que los otros sistemas van a ir procesando.

En todas las empresas cuyo core importante es el software empiezan a surgir muchas necesidades más allá de la escalabilidad, como monitorizar o ver datos en tiempo real. Para eso hemos introducido un producto nuevo que se llama Grafana, donde dichas empresas pueden acceder a diferentes dashboards y conocer el estado de su negocio.

Además, nos dimos cuentas de que otra necesidad habitual de la PYME es la de poder contar con bases de datos gestionadas y optimizadas, donde los datos se guardan de tal forma que no consuman más recursos de los que necesitan, para que no se disparen los costes.

Por último, hemos visto que en el desarrollo de software hay una tendencia que se llama Continuous Integration Continuous Delivery, que es necesario tener en cuenta porque, cuando hay un equipo de varias personas desarrollando un mismo software, necesitan comprobar, a través de un proceso llamado testing, que el trabajo que hace cada una de ellas no perjudica al de las otras. Uno de los productos que tenemos se llama Jenkins proporciona la capacidad de desplegar infraestructuras de una forma ágil. 

El próximo paso es trabajar con inteligencia artificial. Nuestros clientes ya pueden gestionar todos sus sistemas de una forma ágil, rápida y que sus datos fluyan, y llegará un momento en el que quieran aplicar inteligencia, para que esos datos desaten determinados automatismos que les permitan ofrecer mejores productos, servicios y ser más inteligentes. 

Gabriela Deyanova: ¿Puedes poner un caso práctico en el que se solucione un problema de escalabilidad?

Alberto Iglesias: Onsite es una empresa que tradicionalmente se encargaba de organizar congresos sobre farmacia y medicina. Con la llegada de la pandemia tuvo que digitalizar el negocio para poner celebrar los encuentros de manera online. En una plataforma con 20, 50 o 100 usuarios no hay problema, pero en el momento en el que se registraban más asistentes, la web se caía porque los sistemas, tal y como estaban diseñados, no eran capaces de soportar grandes volúmenes de personas entrando de forma recurrente en la plataforma. Lo que hicimos fue analizar cómo estaba planteado el sistema y proponerles alternativas tecnológicas que podían resolver el problema, como es el caso de Apache Kafka. Cuando un usuario se registra, al mismo tiempo se comprueba en la base de datos que es la persona correcta se guarda la información de la hora de registro, un proceso que se hacía de forma asíncrona de modo que el usuario no era capaz de acceder hasta que no había terminado el último de los procesos. Con la herramienta se permite una agilidad en el proceso, aunque haya 1.000 usuarios conectados al mismo tiempo. 

Gabriela Deyanova: ¿Qué ocurre cuando una empresa quiere conectar sistemas con otra?

Alberto Iglesias: Los métodos que he explicado hasta ahora resuelven muchos problemas de puertas para dentro, pero surgen dificultades si lo que se quiere es compartir todos esos flujos de datos con otra empresa. Hoy en día el departamento de desarrolladores de una compañía se pone en contacto con su departamento homólogo en la empresas con la que quiera comunicarse, y tienen que ponerse de acuerdo para llevar a cabo una integración de software. Hoy existen alternativas en el mercado como las API (interfaz de programación de aplicaciones), que permiten consumir esos datos de un proveedor que proporciona la API, pero no son flujos de datos en tiempo real, ese es un problema que todavía no está resuelto. Por eso estamos trabajando en un protocolo estandarizado abierto que permita compartir esos flujos de datos entre empresas.

Gabriela Deyanova: El protocolo estandarizado que planteáis podría tener consecuencias positivas en la logística y en la cadena de suministro. 

Alberto Iglesias: Todo este protocolo tiene muchas aplicaciones, desde seguros, banca, empresas de turismo, son muchos los casos de uso en los que compartir datos en tiempo real aporta mucho valor. Entre todas ellas, vimos que donde rápidamente se resolvía un problema importante es en la supply chain, en la que intervienen muchos agentes diferentes que tienen necesidades de conocer flujos de información en tiempo real, algo que hoy en día es caro. Si pudieran tener la capacidad de informar al cliente final de una manera aproximada acerca de cuándo va a poder recibir su mesa que todavía es un tronco de madera se abriría un mundo de posibilidades.

Gabriela Deyanova: ¿Cuál es vuestra competencia?

Alberto Iglesias: Nuestra competencia más fuerte es Confluent por una parte, Aiven por otra, o los productos propietarios que ofrecen Amazon Web Service o Google Cloud. Hoy por hoy ninguna está enfocada en ayudar a la pequeña empresa a construir sistemas escalables como Syndeno. 

Vamos a presentarnos al programa NEOTEC, de ayuda pública del CDTI, que promueve proyectos disruptivos y para el cual el nuestro resulta muy atractivo. Tenemos varios candidatos para hacer una prueba de concepto donde empezar a resolver todos estos problemas de integración y estamos abiertos a escuchar los problemas reales de  integración de flujos de datos en tiempo real de empresas presentes en el ecosistema de Atlas Tecnológico e intentar ayudarles.

Syndeno en Lanzadera

Gabriela Deyanova: ¿Cómo consideras que ha sido tu experiencia emprendedora y la llegada de Syndeno a Lanzadera?

Alberto Iglesias: Emprender es una oportunidad, siempre y cuando se sepa llevar determinadas cosas de las que depende la forma de ser de cada uno. Lo que más me gustaba de todos mis puestos de trabajo era todo lo que no tenía que ver con hacer proyectos más allá, trabajar con otros equipos y tomar decisiones. 

Nosotros entramos en septiembre de 2021 y de las cosas más interesantes que encontramos es el hecho de que hay muchas empresas concentradas, con situaciones similares, pero sobre todo gente que es más buena que tú. Lo interesante de este ecosistema es encontrarte con gente que ya lleva lanzadas unas cuantas startups, que son expertos en tecnología o en levantar rondas de inversión, que han pasado por lo mismo que tú, y que están en diferentes etapas de madurez. Que tu competencia esté en el mismo espacio que tú también es genial porque te reafirma en que vas por el buen camino, ya que no hay que olvidarse de que somos startups y que el mercado es gigante.

Hoy en día trabajamos mano a mano con los clientes, que dependen de nosotros para ciertos cambios. Nuestro objetivo, además de crear un protocolo estandarizado abierto, es la creación de una plataforma de software en la que los clientes tengan la capacidad de gestionar sus productos.