Consejos para gestionar tu empresa en la era de la Inteligencia Artificial
De la gestión de los datos va a depender el éxito en la implantación de soluciones basadas en inteligencia artificial, según el autor, que insta a minimizar los fallos del sistema de almacenamiento y a facilitar la interoperabilidad de la información entre todos los empleados y a todos los niveles de la organización
UNSPLASH / MIKE KONONOV
En un mundo dominado por el conocimiento y la información, la Inteligencia Artificial se posiciona como una tecnología que revolucionará el futuro de las compañías en practicamente todos los sectores. En su carrera por la relevancia y la competitividad, las organizaciones hoy están inmersas en su adopción. Sin embargo, y a pesar de su enorme potencial para mejorar la eficiencia, automatización e innovación, el despliegue de la IA también reviste varios retos que las empresas deben afrontar de manera adecuada, si desean asegurar la obtención de beneficios reales para sus negocios.
Gran parte de estos desafíos, hoy por hoy, están ligados a los datos que recaba, almacena y gestiona cada organización, abarcando desde la gestión efectiva de los mismos, su uso ético y la manera de preservar su privacidad, hasta el aprovechamiento de los conocimientos recabados de la manera más eficiente posible, la elaboración de estrategias o la realización de cambios organizacionales si fueran necesarios.
Una estrategia data-driven como motor del cambio
La gestión y el aprovechamiento de los datos es uno de los mayores retos (si no el mayor) para el despliegue efectivo de la IA. Los negocios necesitan guiarse por los datos y usarlos en actualizaciones en tiempo real, para recabar opiniones de usuarios y socios, comprender mejor las necesidades de sus clientes y un largo etc. de procesos. Una buena orientación a los datos, basada en una infraestructura TI resiliente, mejora notablemente los procesos de toma de decisiones, crea oportunidades de crecimiento y ayuda a resolver los retos empresariales críticos.
Uno de los esfuerzos fundamentales que se deben hacer en este ámbito es minimizar los fallos del sistema de almacenamiento de datos y facilitar su interoperabilidad entre todos los empleados y a todos los niveles de la organización. Ante las inmensas cantidades de datos procedentes de diversos ámbitos y fuentes, la gestión óptima y específica de los mismos en función de su complejidad resulta fundamental. Tratar con múltiples formatos, integrar diferentes fuentes y garantizar la coherencia de los datos en los distintos sistemas son las bases para su gestión eficaz y, por tanto, esenciales para que el propósito de utilizar la IA se consiga de la forma prevista: con información y predicciones útiles para el negocio.
En el proceso de modernización y despliegue de la Inteligencia Artifical, no es menos importante garantizar la calidad y la seguridad de los datos. La aplicación de estrategias de control y de su protección frente a accesos no autorizados u otras infracciones es clave no sólo para no poner en peligro su buena gestión, sino también para evitar la perdida de confianza por parte de usuarios, colaboradores o clientes. Confianza que, una vez comprometida, resulta tremendamente difícil recuperar.
IA y privacidad, ¿son compatibles?
La intersección entre la IA y la privacidad plantea una cuestión fundamental: ¿es posible conciliar estos dos conceptos? A medida que la IA se expande tanto en el ámbito empresarial como en el personal, el equilibrio entre la innovación y la protección de datos va cobrando más y más relevancia. Las estrategias como el cumplimiento normativo y el diseño ético desempeñan un papel crucial para garantizar que la Inteligencia Artificial y la privacidad coexistan de manera efectiva y beneficiosa para todos.
En el ámbito empresarial es muy importante implementar medidas que cumplan con el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos europeo) y este reto adquiere aún más importancia cuando se trata de chatbots: la seguridad y el control de los datos en este tipo de servicios permite que diferentes usuarios no accedan a los datos ni los manipulen sin la dependencia de un profesional de TI. Medidas como las evaluaciones de impacto sobre la privacidad, garantizar la transparencia acerca de su uso o evitar el sesgo de los algoritmos también se vuelven imprescindibles para crear una relación de confianza con los clientes o socios comerciales. Garantizar que el uso de la IA se está implementando de forma responsable y de acuerdo con las normas éticas y legales establecidas, a través de directrices sólidas, minimiza el riesgo de problemas en los procesos desplegados con IA.
La Inteligencia Artificial resultará clave para el avance y la modernización de las empresas en los próximos años, ya que les ayuda a dotarse del conocimiento necesario para mejorar su rendimiento y competitividad. Eso sí, una de las claves para maximizar los beneficios de esta nueva tecnología será asegurar el equilibrio entre su aplicación y la privacidad. Sólo si abordamos los retos del despliegue de la IA de manera proactiva, seremos capaces de convertirla en un valor real para las organizaciones.
Salomé Valero, responsable de Aplicaciones, Datos e IA, Kyndryl España y Portugal