Barcelona y el sector TIC europeo salvan con nota el gran ‘match ball’ del MWC 2023: sobrevivir a la guerra comercial EEUU-China

Ambiente de renacimiento, de una feria que había comenzado a decaer mucho antes del estallido de la pandemia, sobre todo gracias a la capacidad de las compañías europeas para sobreponerse a las dificultades que implica un evento con una alta presencia de expositores chinos, incluido Huawei, y una discreta asistencia de la industria 4.0 y de los grandes nombres tecnológicos norteamericanos, a excepción de Amazon Web Services, era un desafío que Europa ha sabido gestionar de la mejor forma posible
Eugenio Mallol
28 de febrero de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Barcelona y el sector TIC europeo salvan con nota el gran ‘match ball’ del MWC 2023: sobrevivir a la guerra comercial EEUU-China
El director general de GSMA, Mats Granryd, junto al creador del primer móvil, Martin Cooper, en el MWC 2023. / GSMA

Meses antes de la suspensión del Mobile World Congress de 2020 a causa del estallido de la pandemia del Covid-19, aquella edición estaba ya gravemente herida desde el punto de vista del interés de los profesionales del sector tecnológico e industrial. Algunos destacados expositores de la industria 4.0 habían decidido darle la espalda al evento organizado por GSMA porque había “perdido el foco”, se había entregado al marketing y daba excesivo protagonismo a Asia. Desde EEUU, el CES de Las Vegas no dejaba de fortalecer el músculo de su congreso y había sido elegido por las grandes corporaciones para marcar la agenda.

La edición de este año del MWC estaba llena de incertidumbres y de dificultades. A ese terreno intermedio en el que se ha situado la tecnología, entre el fin de un ciclo y el principio del siguiente, se suman las indecisiones de un sector empresarial atenazado por la inflación y los problemas de la cadena de suministro, como se acaba de ver en el Foro de Davos, y sobre todo las tensiones geopolíticas que ha contribuido a acentuar la invasión de Ucrania ordenada por Vladímir Putin.

¿Qué papel debía asumir Europa en el MWC entre dos titanes en pugna como Estados Unidos y China? ¿Cómo conciliar el despliegue de medios y de compromiso de Telefónica con el hecho de que la china Huawei, cuyos componentes especialmente en el ámbito del 5G están vetados en Occidente (y la OTAN es muy explícita al respecto), cuente con nueve stands? ¿Cómo decir que no a China (imposible), sin perder del todo a EEUU (una locura), con el riesgo de quedar a la sombra de los dos MWC en Shanghái y Las Vegas en junio y septiembre? ¿Tendría la industria tecnológica y de telecomunicaciones europea, con Vodafone, Orange, Nokia, T-Mobile o Ericsson tracción suficiente para compensar esta posición de inferioridad?

No lo tenía fácil Barcelona, en fin. Tampoco Telefónica como principal anfitrión y con José María Álvarez-Pallete como presidente de GSMA, la entidad organizadora del MWC, exigiendo al comisario europeo Thierry Breton que las grandes tecnológicas paguen por el uso de la red. Por eso, dado el complejo contexto actual, las primeras impresiones son positivas. Se está percibiendo como una especie de renacimiento de la feria que se celebra en Barcelona desde 2006. Una recuperación de las esencias, que genera entusiasmo, y con razon… pero con condiciones todavía.

La industria 4.0 sigue sin volver de forma clara al evento. Siemens ha escogido una de sus ramas, la de Digital Industries, para tener presencia testimonial, lo mismo que Airbus, Infineon o Hewlett Packard Enterprise. No están gigantes como Bosch (salvo un anuncio sobre el 6G con Nokia), ABB, ni Schneider (otro anuncio, este con un Capgemini también difícil de localizar), ni ningún gran fabricante del automóvil. Obviamente tampoco encontramos a ningún gran industrial norteamericano, salvo un John Deere inmerso como está en su reposicionamiento como empresa tecnológica, tal y como pudimos ver en el pasado CES, y aparecen desde Japón Fujitsu y NTT, con fuertes vínculos con nuestro país.

En cuanto al sector tecnológico, una feria que se considere como tal y en la que no participen Google y Meta tiene un problema. Muy discreta también, teniendo en cuenta su relevancia global, la presencia de otros grandes nombres norteamericanos como IBM, Kyndryl, Microsoft, Intel, Akamai Technologies y Cisco. Pero al menos están. En el lado positivo, Qualcomm de nuevo se sale con una propuesta un poco más potente y, sobre todos ellos, Amazon Web Services cuenta con siete stands, sin complejos.

La presentación de la iniciativa GSMA Open Gateway el primer día del MWC, con el respaldo de 21 operadores de telecomunicaciones y de las principales compañías de la nube, ha sido una buena jugada para dar visibilidad al evento de Barcelona y reivindicar su relevancia. Si cuaja, podría acelerar ese mundo de gemelos digitales nutridos de datos en tiempo real hacia el que vamos, que tendrá como corolario el futuro internet espacial. Un modelo de federación de API de redes abiertas y de roaming de interoperabilidad, pensado para facilitar el trabajo de los desarrolladores y, de ese modo, una visión unificada de plataforma para la Web3 (¿también de la Web 3.0?).

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