Una industria gobernada por la IA, cada vez más cerca: la visión 2030 de Automatica

Con motivo de la reciente celebración de la feria Automatica en Múnich (Alemania), varios directivos han sido consultados por la organización acerca de su visión sobre el impacto futuro de la inteligencia artificial en la industria. El punto de partida es que la producción autónoma no será la suma de muchos procesos autónomos, sino un sistema de producción capaz de controlarse, de responder con flexibilidad y de optimizarse a sí mismo. El asunto es que los expertos se mojen y digan cómo de autónoma creen que será la producción en 2030. Estos son algunos de los aspectos más destacados de las respuestas.

Para Jörg Reger, director de Business Line Automotive Robotic & Discrete Automation en ABB, la clave del momento actual es que “la IA está entrando en el nivel de aplicación del robot” y eso permite “crear células de automatización semiautónomas”. Su visión es que, en 2030, “en lugar de estaciones de producción en serie, la producción consistirá en una red de estas células semiautónomas, que están conectadas entre sí de forma flexible, por ejemplo, mediante sistemas de transporte sin conductor”. El personal de producción intervendrá y podrá desplegar su “creatividad” a través de una serie de “aplicaciones inteligentes”.

Más radical aún es la visión de Martin Ruskowski, presidente del Departamento de Máquinas Herramientas y Sistemas de Control en la Universidad Técnica de Kaiserslautern y jefe del departamento de investigación de Sistemas de Fábrica Innovadores en la DFKI (Centro de Investigación Alemán para la Inteligencia Artificial). “En el futuro, los productos solo se fabricarán bajo pedido”, afirma.

El itinerario que visualiza Ruskowski comienza con la idea de que el propio producto conoce sus propiedades y los pasos necesarios para su elaboración y es capaz de provocar la respuesta adecuada en cada uno de los módulos de producción, según sea necesario. “La coordinación entre el producto y la máquina se realiza automáticamente”, asegura, porque cada producto “buscará su propio camino a través de la producción” entre “módulos de producción independientes».

Según ha trasladado a Automatica el director de I+D de Omron Europa, Tim Foreman, hay que estar atento a lo que puede suponer en el futuro la incorporación de sentidos visuales y táctiles a los “robots de IA”, porque al disponer de capacidades similares a las de los humanos podrán “crear automáticamente métodos de montaje optimizados basados en el conocimiento del trabajo de ensamblaje anterior”.

Los cobots de optimización automática aprovecharán “controles de superficie automatizados basados en cámaras, así como reconocimiento de voz y texto”, según el pronóstico de Christoph Hildebrandt, director de Machine Vision y Non-Destructive Testing en Schaeffler. Mientras que Guido Bruch, CEO de la startup VisCheck, advierte de que la IA, como sucedió en el proceso evolutivo con los humanos, “podría recibir un impulso si hubiera robots de dos brazos con manos como pinzas. Esto sería devastador para el mercado laboral, pero la IA permitiría casos de uso completamente nuevos”.

Por último Axel Lorenz, vicepresidente de Control at Factory Automation de Siemens Digital Industries, pone el acento en “las nuevas capacidades de simulación, los sistemas autónomos y las aplicaciones en el Edge del cloud” que cambiarán “significativamente la industria manufacturera” y permiten alumbrar “fábricas completamente autoorquestadas”.

La puerta de acceso a este nuevo mundo, que implica un cambio de modelo económico, es la digitalización y el gemelo digital. Lo que quedó patente en Collaborate Summer 2022 es que la industria 4.0 ya no es una aspiración, sino un mínimo a partir del cual. El director de la planta de Michelin en Valladolid, Bruno Arias, dijo que ya no es ni siquiera suficiente, porque además hay que conocer bien el negocio. La cosa se complica. Pero la visión de los líderes en Automatica marca una senda que nuestra competencia va a seguir.