Toni de la Prieta (Accenture): «El talento ya no está en las grandes ciudades, Madrid o Barcelona, sino donde quiera vivir»

El director del Centro Avanzado de Tecnología de Accenture Iberia y nuevo colaborador de Atlas Tecnológico, Toni de la Prieta, reflexiona sobre las estrategias para abordar la escasez de profesionales como una cuestión de Estado y advierte de la burbuja salarial que se está creando, y en conversación con el analista de innovación Eugenio Mallol formula sus apuestas sobre qué será hype y qué no lo será en 2023
30 de diciembre de 2022 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Toni de la Prieta (Accenture): «El talento ya no está en las grandes ciudades, Madrid o Barcelona, sino donde quiera vivir»

Eugenio Mallol.-Hay tal abanico de opciones tecnológicas por las que apostar… cuéntame en cuáles os focalizáis en el Centro Avanzado de Tecnología de Accenture España.

Toni de la Prieta.- El rol de director lo cogí el 1 de marzo de 2020 y el 14 de marzo nos encerraron a todos. De repente, tuvimos que reflexionar acerca de cómo nos íbamos a reinventar, porque éramos 1.700 personas en el centro, que es el músculo para Accenture Iberia en cuanto a tecnología, desarrollo de software o infraestructura. Vivíamos mucho de analizar los problemas y cómo ayudar a los clientes en nuestras instalaciones y de pronto estábamos todos en casa. Una de las cosas que hicimos fue virtualizar nuestras ocho localizaciones, de ese modo conseguimos seguir en la tarea.

En el centro, básicamente estamos organizados por las cinco industrias que Accenture aborda:  productos, creadoras y media, financial services e insurance, health y public services y recursos. Y también nos organizamos por tecnologías, en dos grandes bloques: por un lado, cloud o custom, porque la pandemia nos ha enseñado que, o vamos hacia esa transformación hacia la nube o nuestra empresa probablemente cerrará; y por otro, las plataformas, SAP, Oracle, IBM, Salesforce, en las que tenemos especialistas.

Eugenio Mallol.-Es interesante el foco que ponéis en el talento. La escasez de profesionales de base tecnológica debería verse como una cuestión de Estado. Se está generando un enorme problema porque queremos incorporar nuevas tecnologías, invertir, innovar, y las universidades no son capaces de generar el volumen de personas formadas necesario.

Toni de la Prieta.-Hace más de dos años, nos dimos cuenta de que el talento ya no está en las grandes ciudades, Madrid o Barcelona, sino donde quiera vivir. El paradigma ha cambiado. Prepandemia, yo siempre decía que el modelo de luces de neón, de los grandes integradores, de las Big Four, iba a cambiar, que esas luces se iban a apagar, y que debíamos dirigirnos a un modelo en el que fuéramos capaces de enamorar al talento. La pandemia lo ha confirmado, con el reto añadido de que puedes encontrar personas en sitios insospechados.

Seguimos teniendo luces de neón encendidas, y nuestras oficinas corporativas están en Barcelona y Madrid, pero lanzamos un plan de descentralización. El buque insignia del centro de tecnología es Málaga, donde tenemos a 1.400 personas trabajando en tecnología y a 600 en operaciones, pero es que en Sevilla ya somos más de 1.000 personas en tecnología, en Alicante 300… veo a muchas compañías haciendo grandes anuncios, diciendo que van a ser más de 1.000 en un año, si no das esa cifra parece que el anuncio no llama la atención, pero captar a más de 1.000 personas, a no ser que las generes tú, es muy complicado.

«En la ingeniería de software, estamos viviendo una burbuja, claramente. Personas con entre uno y cuatro años en una empresa están inflacionando el mercado, con salarios un 50% por encima de los de hace cuatro o cinco años»

Nosotros gestionamos todas las localizaciones como un único centro, eso nos da la posibilidad de poder escalar y asumir picos y proyectos. Hemos decidido ir a un modelo de coworking en el que damos a los empleados la opción de tener un espacio físico, pero sin que sea una oficina corporativa. Hemos empezado por Asturias y Girona y el resultado es muy positivo. El atractivo de esta propuesta para el talento es algo cultural, de repente, pueden quedarse a vivir donde nacieron y desarrollarse profesionalmente en proyectos muy retadores.

Eugenio Mallol.-Hablas de encontrar a gente en sitios insospechados.

Toni de la Prieta.-Hace poco estuve en Tenerife en una charla sobre talento. En la web que marca las prioridades en interés de los nómadas digitales, Canarias es la octava localización preferida. Allí conocí a unos ingenieros informáticos que hace cuatro años vivían en el sur en un coliving y habían montado una empresa. Antes, las grandes corporaciones fijábamos un sitio físico al que las personas tenían que venir a trabajar, y ahora son ellas las que deciden dónde trabajar y bajo qué modelo. El paradigma ha cambiado, quizás nos tenemos que mover hacia donde estén los focos de talento.

Eugenio Mallol.-Las grandes corporaciones tenéis el músculo y la capacidad de captar el talento que necesitáis, y aun así os cuesta. Lo que debería preocuparnos es si la escasez de talento podría ampliar aún más la brecha entre las grandes compañías y las startup que acuden a rondas de financiación, por un lado, y esa clase media empresarial a la que le cuesta más acceder a recursos, por otro. Un directivo me decía que los mejores ingenieros en energía de una universidad se los quedaba una compañía que había puesto en marcha un máster.

«Ante la escasez de talento, tenemos que autoexigirnos un ejercicio de automatización en muchos de los procesos, tanto operativos como de desarrollo de software y de la parte de activos, todo aquello que hacíamos de manera manual, algo que muchas compañías no están abordando»

Toni de la Prieta.-Hay que identificar dos mundos: el de la tecnología y el de la ingeniería. Por un lado, lo que estamos viendo en computer science es que hay que generar ese talento y debemos conectar mucho más la ciencia con el negocio. En cuanto a la ingeniería de software, estamos viviendo una burbuja, claramente. Esas personas con entre uno y cuatro años de actividad en una empresa están inflacionando el mercado, con salarios un 50% por encima de los de hace cuatro o cinco años. Cuidado porque los clientes no pagan más, incluidos los proyectos públicos, a pesar de que tenemos la información de que los salarios están subiendo, de modo que ahí podemos llegar a tener puntos de ruptura en algunas compañías.

¿Cómo se puede solucionar? Tenemos que autoexigirnos un ejercicio de automatización en muchos de los procesos, tanto operativos como de desarrollo de software y de la parte de activos, todo aquello que hacíamos de manera manual, algo que muchas compañías no están abordando. Junto a eso, la manera de romper la brecha que se pueda estar generando salarialmente es volcar talento. Mi experiencia es que es mucho más atractiva la pequeña empresa que la grande, porque tiene un propósito más claro y hoy en día las nuevas generaciones en su desarrollo profesional buscan un propósito. Las grandes tenemos muchos propósitos, porque tenemos muchos proyectos.

Eugenio Mallol.-En los últimos meses he podido hablar con servicios de prospección de FP y de universidades, además de empresas. Hay quien plantea incluso destinar una parte de las ayudas europeas a financiar la captación de talento en Asia. Se están buscando medidas eficaces para volcar talento, como dices. Resolver esta cuestión de Estado, es incomprensible que no esté presente en el debate público.

Toni de la Prieta.-En Málaga, creamos un club de ejecutivos aprovechando la pandemia  y lanzamos cinco líneas de acción. Una de ellas es un grupo de talento en el que participamos competidores, integradores, ingenierías, universidad, empresas de negocio, Ayuntamiento y Consejería. Preguntamos a todas las compañías cuál era su necesidad en áreas tecnológicas y en no tecnológicas porque debemos cubrir también las soft skills. Y hemos lanzado lo que llamamos píldoras, que van de reskill a reskill y promueven diferentes grupos formativos. La Universidad de Málaga (UMA) es la primera en España que ha creado una píldora de ciberseguridad, por ejemplo, que consta de entre 80-100 horas en las que eres capaz de hacer un reskilling y volcar talento. Tenemos también identificadas toda la parte de cloud, de microservicios… en esa formación a corto plazo está Telefónica 42, con propuestas de bootcamp, y recientemente hemos conseguido que aterrice ISDI Coders. Lo que hacemos es responder rápidamente a lo que las empresas necesitan.

«Si tuviera que apostar, donde estamos muy calientes, y lo estamos viendo en el ChatGPT, DALL-E o Whisper, es en la IA, que ha dado un salto. A nivel de procesamiento, los hyperscalers nos han demostrado que están listos»

A medio plazo, con la FP estamos formando a los profesores en las áreas, más allá de las básicas, que necesitamos las empresas. La gente que salía de la FP no tenía formación en el mundo del dato, y dentro de dos o tres años ya no tendremos que darle esa formación internamente. Y con la UMA, a nivel de grado de ingeniería, hemos trabajado para ampliar plazas y clases. Ellos tenían el problema de que los estudiantes no acaban la carrera, porque en segundo año ya tienen ofertas de trabajo y en los dos primeros años tienen las asignaturas troncales que son necesarias, pero también las más odiosas. Hemos acercado a las empresas a la universidad para explicar a los estudiantes por qué esas asignaturas son importantes, cómo el ciclo de vida del software, por ejemplo, aplica a varias de ellas. De ese modo, generas un interés. A largo plazo, la iniciativa se centra en nuevos grados a impulsar. No puedo desvelar, pero hay sorpresas interesantes en la UMA que se desvelarán en cuanto a grados.

Eugenio Mallol.-Como responsable de un Centro Avanzado de Tecnología, de cara a 2023, identifícame qué es hype y qué no lo es. Voy a ponerte a prueba.

Toni de la Prieta.-En Accenture tenemos la Technology Vision y soy una de las personas que cada año la explica en diferentes foros. Al final, se trata de algo visionario. En cuántica, aún no existe la infraestructura necesaria para poder ejecutar, ni casos de uso que no se puedan realizar sin la potencia de máquina que ahora tenemos, más allá de temas de ciberseguridad o muy específicos del sector bancario. La tecnología cuántica nos ayudará en temas de IA, pero ahora no hay casos. Algo parecido sucede con el 5G: proporciona menos latencia, pero cuántos casos necesarios hay. En cuanto al blockchain, estamos viendo los problemas que hay en intercomunicadores entre las diferentes compañías. Tiene riesgo de quedarse en un periodo de congelación, a no ser que el mundo del metaverso avance y madure. En el metaverso ha habido un hype con todos los anuncios que se hicieron hace unos meses, pero a nivel tecnológico todavía falta mucho por desarrollar y a nivel legislativo tendremos que ver qué pasa con los entornos regulatorios. Si estamos todavía regulando las cookies, imaginemos qué se necesita: ¿un metaverso, mil metaversos? Todo eso son hypes.

Si tuviera que apostar, donde estamos muy calientes, y lo estamos viendo en el ChatGPT, DALL-E o Whisper, es en la IA, que sí ha dado un salto. A nivel de procesamiento de máquina los hyperscalers nos han demostrado que están listos. Y si el mundo del dato acaba regulándose bien -porque en China el dato es del Gobierno, en EEUU de los hyperscalers y en Europa del consumidor, aunque no sabe qué hacer con él-, y se une con el mundo de la inteligencia artificial, ahí estarán en los próximos años los mayores avances y oportunidades de desarrollo a nivel tanto de sociedad como de negocios.

El libro Homo Deus plantea que la nueva religión es la dataísta, el mundo del dato, y las personas somos modelos avanzados, más que los animales, porque somos capaces de procesar y tener sentido. Si tuviera que recomendar, me centraría en el mundo de la IA y el dato, y lo agrupo en la hiperautomatización. Hay una oportunidad de automatizar procesos, de operar más eficientemente en base a activos y aceleradores, y si la información que tienes eres capaz de procesarla y la metes en modelos, mucho mejor.

Eugenio Mallol.-Y como clave de bóveda de todo ese proceso, el cloud casi como el nuevo modelo operativo, estén donde estén las infraestructuras. Eso provocará un cambio de paradigma. A ver cómo lo comprende la gente de negocio.

Toni de la Prieta.-Prepandemia costaba convencer de trasladar los procesos core a la nube, pero ahora estamos viendo que necesitas gestionarla porque de lo contrario no estás haciendo eficientes los costes. El truco es cómo lo administras y gestionas todo eso. Es un gran reto que grandes compañías se están planteando ahora, porque pensaban que la transición sería automática, es un punto retador que tiene que estar en la agenda de todos los CEOs.

«El momento de descongelación de la IA ha sucedido cuando la comunidad se ha puesto a trabajar en conjunto. Si no trabajamos en formato comunidad no avanzaremos en la medida y a la velocidad que la sociedad nos pide»

Eugenio Mallol.-Has expuesto esa visión distribuida geográficamente de los centros tecnológicos de Accenture. En España se pide precisamente más colaboración en el ecosistema para actuar de forma coordinada y acabar con los reinos de taifas locales y regionales. Tenemos que diseñar la política industrial con visión 2050, porque la que se forjó en los años 80 y 90 ha funcionado muy bien, pero ya no nos vale.

Toni de la Prieta.- Es como la gestión del talento. Ese ecosistema, esa conexión, también requerirá mucha más dedicación y un punto que me parece importante: generosidad. Cuando estás físicamente en un sitio, debes tener en cuenta a los diferentes jugadores y debes tener cuidado porque hay temas políticos, una empresa o una formación de negocios a veces son competencia de otra y juntarlas en una misma localización tiene sus problemas. Debes cuidar a tus partners, porque ya no eres el único jugador en un proyecto de transformación, sino una combinación de jugadores, no puedes tener especialistas en todo. Necesitas trabajar con los competidores desde un punto de vista de talento, de qué tenemos que pedir a las fuentes de formación, cómo podemos trabajar y enriquecernos unos y otros, incluso en proyectos transformadores tienes que ir de la mano de alguno de tus competidores. Y, por último, necesitas a las instituciones públicas, porque en todo el asunto de los fondos europeos y la parte de transformación que estamos intentando hacer en el país, de momento sólo intentando, la Administración desempeña un papel muy importante y es parte interesada.

Las empresas podemos trabajar en innovación, pero al final quien puede y tiene las herramientas para articular la innovación son las universidades y las instituciones públicas. Todo ello debe estar muy enganchado a negocio, identifiquemos esa necesidad y cómo lo vamos a solventar y hagamos esa transferencia de conocimiento, trabajemos en común en una cátedra o en diferentes iniciativas. Como Accenture, en todas las localizaciones en las que estamos, enhebramos esos puntos. Esto no es un tema de un día para otro, tenemos que ganar confianza entre nosotros y desarrollar un plan, pero en Málaga lo tenemos superdesarrollado, en Alicante está en proceso, en Zaragoza también lo tenemos bastante avanzado. Esto va de ser muy generoso y colaborativo, honestamente.

Fijémonos en la IA. Nació a mediados del pasado siglo y ha vivido una especie de invierno, pero muchos de los modelos y algoritmia que se desarrollaron en aquel momento se están utilizando ahora. El momento de descongelación ha sucedido cuando la comunidad se ha puesto a trabajar en conjunto. La comunidad de OpenAI es la que ha hecho que esto dé el salto que ha dado. Con lo cual, si no trabajamos en formato comunidad no avanzaremos en la medida y a la velocidad que la sociedad nos pide.

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