Seguimos soñando juntos
España necesita una Política Industrial con mayúsculas basada en tres principios situados en la base de los eventos Collaborate y de la actividad de Atlas Tecnológico: formación, capacidad relacional y pasión emprendedora, reunirlos en el tejido industrial y de servicios tecnológicos nos permite soñar
Tras 51 meses, seis encuentros #Collaborate, 30 Atlas Tech Review y más de 120 proyectos gestionados, seguimos soñando en que es posible convertirnos en el lugar de encuentro de la industria y la tecnología en España, donde se resuelvan muchos de los retos de innovación de las empresas industriales con sede en nuestro país. Lo que diferencia nuestro sueño de otros tantos, es que nació siendo un sueño colectivo y cada vez lo es un poco más. La comunidad ATLAS TECNOLÓGICO crece poco a poco en distintos ámbitos. Nuestro objetivo de trabajar con 250 colaboradores ha seguido consolidándose y enriqueciéndose durante estos cuatro años de vida. Haber conseguido constituir un vehículo de inversión con más de 60 participes, del que forman parte muchos de estos colaboradores, ha sido un hito que fortalece su relación con el proyecto. 900 empresas registradas y 2.600 profesionales nos posicionan como una realidad incipiente si tenemos en cuenta nuestro objetivo de superar las 5.000 empresas y los 20.000 usuarios registrados.
Sin lugar a dudas, alcanzar nuestro sueño pasa por ser capaces de construir el equipo y la tecnología que nos permitan dar respuesta a 7.500 proyectos al año, unos 30 proyectos al día. La mayoría de ellos se resolverían gracias a ATLAS PLATFORM, sin prácticamente intervención humana en los procesos de búsqueda y recomendación de proveedores. Para ello, tendremos que haber sido capaces de resolver con anterioridad, más de 5.000 proyectos de manera satisfactoria. Honestamente, creemos que en 2029 podemos haber hecho realidad nuestro sueño, tras diez años de esfuerzo. Nos encontramos justo a mitad del viaje. Desarrollar ATLAS PLATFORM y la comunidad ATLAS no es un fin, sino claramente es un medio, para convertir España en un ecosistema tecnológico e Industrial de referencia en el mundo. Debemos ser capaces de atender las necesidades tecnológicas de las empresas españolas con soluciones de proximidad desarrolladas desde los ecosistemas tecnológicos con una base de conocimiento que puede haber surgido del intra-emprendimiento, de los centros tecnológicos o de los centros de investigación universitarios.
Teniendo claro el fin e identificado un medio como ATLAS TECNOLÓGICO, ¿qué más nos falta? Tras más de diez años pensando en esto, creo que nos seguiría faltando: formación, capacidad relacional y pasión emprendedora. La falta de formación de los mandos intermedios y directivos de nuestra industria es claramente un factor limitativo del crecimiento de la productividad en España. La formación continua y las trayectorias curriculares adaptativas, con un porcentaje importante de la jornada laboral semanal dedicado a la formación y al scouting, definirán al directivo industrial del futuro o, mejor dicho, del presente. Por otro lado, y en especial para las empresas industriales multinacionales con sede en España, la habilidad relacional y de venta de nuestra capacidad productiva, de la alta dirección, nos permitirán optar por los mejores proyectos.
Ahora más que nunca es el momento de la política, la Política Industrial, una política con mayúsculas a la que también están invitados los políticos de carrera, pero que principalmente se gestionará en la geopolítica de los intereses y la capacidad inversora. El tercer factor por desarrollar es la Pasión Emprendedora, creo que necesitamos mucha más tecnología y mucha más colaboración industria-tecnología. Ahí es donde se creará el nuevo empleo, empleo de calidad, una máquina de sueños para nuestro país y para nuestros jóvenes. Empresas con más de trescientos trabajadores que dan servicios en todo el mundo y empezaron dando respuestas a empresas industriales de su territorio en base a la confianza, la solvencia tecnológica y la proximidad. En muchos casos serán proyectos de intra-emprendimiento, que un día decidieron dar el salto y comenzar su propio sueño emprendedor.
Si no somos capaces de seguir soñando juntos y de hacer de la colaboración pura vitamina de la innovación, difícilmente se alcanzarán retos individuales. Sin colaboración no hay futuro, si no soñamos seremos incapaces de diseñar un futuro mejor para la industria y la tecnología en España.