Retos de Digitalización de la Industria Agroalimentaria

Según el último informe anual publicado por el Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación, la industria alimentaria en España está formada por 30.500 empresas, y es la principal actividad de la industria manufacturera, con una cifra de negocios de 126.354M€, lo que supone casi un 10% del PIB, y que la sitúan en el cuarto puesto en Europa por detrás de Francia, Ale- mania e Italia.

Por norma general, cuanto más pequeñas son las empresas, menor implementación digital se observa, y teniendo en cuenta que de esas 30.500 empresas, el 96% son pymes, obtener recursos suficientes para abordar un proceso efectivo de digitalización, constituye sin duda un reto importante. Tras el paso de la pandemia, un nuevo horizonte se ha abierto con la llegada del Plan de recuperación europeo, pero el acceso a los fondos y por tanto al Perte agroalimentario, no parece sencillo sin la formación de alianzas estratégicas. Y es que las alianzas son y seguirán siendo claves en el futuro, ya que la transformación del sector no pasa por la digitalización de unas cuantas empresas, sino por la de toda la cadena de valor, lo que permitirá conseguir una colaboración efectiva y un correcto flujo de la información.

Por otro lado y teniendo en cuenta que los fondos europeos no van a financiar el cien por cien de los proyectos, las empresas necesitan o bien inversión propia, o bien financiación que les permita afrontar los mismos, por lo que el sector financiero juega también un papel relevante.

En cualquier caso, a quien no podemos perder nunca de vista, pero especialmente en el sector alimentario, es al consumidor, cada vez más exigente con la calidad de los productos, la seguridad alimentaria, y por ende más consciente de la alimentación y su relación con la salud. No podemos obviar el hecho de que los consumidores, que se comunican constantemente con las marcas a través de las redes sociales, están cada vez más preocupados por aspectos como la sostenibilidad y el medio ambiente, demandando transparencia e información sobre el origen de los alimentos, buscando un trato más personalizado.

Adaptarse a las necesidades de los consumidores, continuamente en cambio, requiere de una monitorización constante. Es difícil, por no decir imposible, satisfacer estas necesidades sin echar mano de la tecnología a través de las herramientas disponibles como las Smart tags, el blockchain, IoT, Big data, AI, entre otras tantas. La digitalización nos ofrece grandes oportunidades para conseguir una mayor transparencia hacia el consumidor, y es que no hay sector en el que la palabra confianza sea más trascendente que en el sector alimentario.

Asimismo, nos ayuda a fomentar la competitividad de la compañía y su posicionamiento en el mercado a través de la mejora de los costes de producción y logística, además de reducir el waste, y también nos ofrece la oportunidad de aprovechar los recursos naturales con mayor eficiencia. Y este es otro gran reto del sector. con una población creciente que se espera aumente entre un 40 y un 60% antes de 2050, necesitamos una industria sostenible en el ámbito social, económico y medioambiental, que sea capaz de cumplir su primer deber, el de alimentar. En un escenario de tal complejidad, avanzar en tantas direcciones solo será posible innovando. Aunque en 2020 más de 1500 empresas del sector agroalimentario desarrolló innovación tecnológica con un gasto de más de 800M€, según el estudio La Innovación en el sector agroalimentario publicado por el MAPA, todavía nos queda mucho por hacer. Empezando por el primer paso: disponer de talento, atraerlo y retenerlo, hacia un sector que tiene mucho futuro.

Y es que la tecnología está disponible, sin embargo el desafío está en cómo conseguir que todas las empresas del sector, grandes y pequeñas, la adopten a la velocidad adecuada para que ninguna se quede atrás, y que por consiguiente el sector agroalimentario español pueda seguir siendo competitivo.

Raquel Gago, es responsable de Proyectos en Europe Snacks España y colaboradora de Atlas Tecnológico.