Pedro Mier (Ametic): «La ejecución de los Perte muestra que hace falta cambiar la Administración, hay que echar una mano»

Cada año, el Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, que organiza la patronal TIC Ametic en Santander, anticipa claves para la toma de decisiones durante el nuevo curso, que esta vez se presenta más incierto que nunca, con la llamada a la reindustrialización y la fase final del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia sobre la mesa, asuntos que aparecen en la conversación del presidente de Ametic con el analista de innovación Eugenio Mallol
30 de agosto de 2022 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Pedro Mier (Ametic): «La ejecución de los Perte muestra que hace falta cambiar la Administración, hay que echar una mano»

Eugenio Mallol.-Llama la atención el enfoque del evento de este año en Santander: la reindustrialización, y lo lanzáis desde una patronal TIC. Hay muchas formas de entender qué es eso de la reindustrialización, hay quien pone el acento en captar inversión de fuera, tú defiendes mucho la importancia de ubicar en España centros de decisión…

Pedro Mier.-El hecho de tener una industria propia significa que tenemos capacidad de participar en la generación de esa tecnología que a la vez nutre a otras. Eso es muy importante. Ha costado entender que nuestro sector es una industria, porque es así. Además, hablamos del E-TIC, nos olvidamos con mucha frecuencia de la E de electrónica. Email, ebook, contienen esa E, es una parte sustancial de ese entorno de tecnologías. Obviamente, las mismas recetas que valen para la industria digital valen para el conjunto de la industria. En la edición de este año, en la que hablamos de la Reindustrialización Digital y Sostenible, venimos a decir que estamos todos convencidos de que hay que recuperar esa capacidad que se perdió y que se ha demostrado clave en la generación de riqueza, de buen empleo, en última instancia de soberanía para afrontar situaciones imprevistas. La correlación entre el grado de industrialización de una sociedad y su bienestar general es evidente. Tenemos la satisfacción de que, si miras hacia atrás, hemos ido proponiendo una serie de cosas que después han tenido un enorme impacto, como los macroproyectos tractores, que han sido la base de la Agenda Digital Española, primero, y de muchos PERTE de los que tanta se habla, o la propuesta de crear una Vicepresidencia de Digitalización ya la hicimos al propio presidente del Gobierno en Santander en 2019. Vamos a proponer más cosas este año.

Eugenio Mallol.-La reindustrialización implica actuaciones a largo plazo.

Pedro Mier.-Sin duda. Además, el futuro de la industria irá ligado a la capacidad de innovar. Tiempo atrás se podía hablar de atraer inversiones fabriles, hoy en día es un enfoque pasado, periclitado, insuficiente. Tanto si viene de fuera como si se genera en el propio país, esa inversión tiene que estar muy ligada a la capacidad de innovar. Hoy en día, la empresa que no sea capaz de hacerlo, de manejar su destino tecnológico, no podrá competir globalmente. Cuando hablamos de industria hablamos de apoyar capacidad de desarrollo, de innovación, por tanto, de crear y hacer evolucionar productos y sistemas de fabricación que permitan competir internacionalmente. Eso es vital, es la base de todo.

Eugenio Mallol.-Y cuando hacéis esos planteamientos de largo plazo, conserváis la esperanza de que nos convirtamos en una sociedad que piensa a largo plazo. Porque ese es realmente el gran problema. Nos consuela que Europa sea la salvaguarda, porque sí piensa al menos a siete años vista.

Pedro Mier.-Está claro que cualquier planteamiento que hagamos hoy en día como mínimo tiene que tener alcance europeo. Las políticas restringidas a los Estados-nación se han quedado pequeñas, nadie puede poner en marcha una industria si no piensa en un mercado global, y para tener fuerza hay que estar dentro de un bloque o un entorno suficientemente importante como es Europa. Pensamos en el largo plazo, pero para hacer ese camino hay que empezar a andar ya.   

«Las políticas restringidas a Estados-nación se han quedado pequeñas, poner en marcha una industria hay que pensar en el mercado global, y para tener fuerza hay que estar dentro de un bloque»

Eugenio Mallol.-En un artículo reciente defiendes el Pacto de Estado de Industria. Pero ya hemos pasado el ecuador del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y quizás algunos esperábamos que ese plan fuera de algún modo el pacto de Estado. Llama la atención que se plantee como una carencia todavía, cuando debían haber estado hechos los deberes antes de tomar decisiones sobre el destino de los fondos.

Pedro Mier.-Son cosas que van en paralelo. No hay que perder de vista cuál debe ser el objetivo del Plan de Recuperación, que es transformar. Todo lo demás debe ser subsidiario y, por eso, hay que corregirlo tantas veces como convenga. El Pacto de Estado por la Industria es una muy buena iniciativa, liderada por las entidades de la sociedad civil, pero amparada mucho por el propio Ministerio de Industria, tiene mucho sentido. Es un tema demasiado importante, no es posible que cada Gobierno que llegue se lo plantee. Participan todas las fuerzas parlamentarias y los agentes de la sociedad civil, incluidos los colegios de ingenieros que han actuado como secretariado de la iniciativa. Se presentó a los grupos del Congreso de los Diputados antes de verano y es la base sobre la cual hay que elaborar una Ley de Industria con una visión a largo plazo, no para una legislatura, ni para un Gobierno o una situación particular.

Eugenio Mallol.-A principios de año mostrabas algo de decepción con el desarrollo del Plan de Recuperación. A propósito de la renuncia de Ford a los 106 millones del Perte recordábamos en un artículo la advertencia que hiciste en Moncloa al presentarse el del vehículo eléctrico, cuando decías que debía dirigirse a movilizar a la industria auxiliar, porque iba a ser un ordenador con ruedas. Era exactamente así, pero el Perte se ha orientado a una parte de la actividad distinta, que es importante, pero tiene sus problemas. 

Pedro Mier.-Como todo, tiene sus luces y sus sombras. Es un Plan muy grande y no es extraño que haya cosas más fáciles de poner en marcha que otras. Lo que no hay que perder de vista, y se hace con frecuencia, es el enfoque, el objetivo, que debe ser transformar. Hay que hacer todo lo necesario para que eso ocurra. Creo que los Perte están bien enfocados, los objetivos son correctos, formalmente están bien elaborados. ¿Dónde está el quid de la cuestión? En la ejecución. Ahí topamos con una legislación administrativa arcaica y con una Administración que está acostumbrada a hacer cosas distintas. Sucede como con las empresas que se tienen que transformar y tienen que hacer cosas muy diferentes a las que hacían tradicionalmente. La Administración está acostumbrada a sacar convocatorias, adjudicar unos recursos y ya está, parece que ese es el fin. Pero no es así, ese es el principio, el fin es que eso sirva para el objetivo final, que es transformar. Eso requiere un cambio de mentalidad que no es fácil y que, como todos los cambios, genera dificultades y resistencias.

Eugenio Mallol.-Dónde hay que incidir.

Pedro Mier.-La propia Administración tiene un corte que ya no es el que toca hoy en día, tenemos Intervención, abogados del Estado, que están muy bien, es muy necesario, pero hoy no sólo hace falta esto para hacer la transformación. Es como si en una empresa dijeras que se va a liderar por financieros y administrativos. Está muy bien contar con ellos, pero si fuera así sabemos todos adónde va a ir. Hace falta cambiar la Administración, es una dificultad que los organismos y personas más implicadas sufren día a día, por eso hay que ponerlo de manifiesto, hay que echarles una mano, hay que actuar sobre eso. Porque la gente que quiere transformar la Administración necesita un entorno y unas herramientas que no tiene. Las personas con una mentalidad anticuada no deben molestar y, de alguna manera, hay que facilitar que sea así. Y la otra cosa que hemos venido reclamando es que a la cabeza de los grandes planes debe haber gestores y gestoras profesionales, que vengan del mundo de la gestión, ya sea del sector privado o del público. Eso se está notando mucho en los resultados de los Perte. El famoso Kit Digital está siendo un ejemplo de eficacia y para nosotros es un demostrador claro de que a la cabeza hay personas con gran experiencia de gestión, en este caso empresarial. Un gestor de empresa ante las dificultades busca soluciones, un gestor administrativo busca aplicar las vías que el corsé administrativo le permite y con el corsé administrativo no nos salimos.

«A la cabeza de los grandes planes debe haber gestores y gestoras profesionales, que vengan del mundo de la gestión, ya sea del sector privado o del sector público»

Eugenio Mallol.-Si de este Plan saliera transformada la Administración sería ya un éxito.

Pedro Mier.-Esa es la gran transformación.

Eugenio Mallol.-Se normaliza el entorno de los microchips, pero estamos inmersos en un problema grave de inflación, que es también un asunto tecnológico. En una conversación con analistas, el presidente mundial de Ford, Jim Farley, decía: tenemos el viento de cola que es el volumen y los precios, que saben que les da un margen de maniobra, pero tenemos un viento de cola que es la escasez de materias primas, la inestabilidad geopolítica, la cadena de suministro…

Pedro Mier.-La inflación es un problema que tenemos que encarar. No olvidemos que hemos pasado una crisis de pandemia con una inyección masiva de dinero y eso más tarde o más temprano trae inflación, a nadie debería sorprenderle. El tema de la escasez de componentes acabará. Ahora hay una masiva inversión internacional que acabará en un exceso. Lo que no va a terminar es la necesidad de innovar para ser competitivos y generar la capacidad, productividad y oportunidades. Hay que centrarse, por eso, ahí. Si tenemos un país con gente preparada, un entorno que favorece la innovación y empresarias y empresarios con capacidad transformadora, vendrá lo que venga, pero le haremos frente, porque esas son las herramientas para hacerlo.

Eugenio Mallol.-Eso es precisamente lo que vienen a decir los sectores del Perte de los micochips que no son las foundries, es decir, las fabless, la fotónica, el ensamblaje. Pero 9.000 de los 12.000 millones de euros irán a las foundries.

Pedro Mier.-Nos olvidamos de que estamos hablando de cifras muy importantes. Si hace un año nos dicen que se van a dedicar 3.000 millones a mejorar la capacidad de las industrias, la formación, la investigación, en el ámbito microelectrónico, sencillamente no nos lo hubiéramos creído. De las tres grandes partes del Perte, para nosotros, sin duda la más importante es esa y son 3.000 millones.

Eugenio Mallol.-Si fueran 9.000 millones aún sería mejor.

Pedro Mier.-Pero son 3.000. Nos parecen poco cifras que son muy importantes. Los otros números a mi entender son una manifestación del Gobierno español, que viene a decir: ‘no va a ser porque nosotros no apostemos’. Hay mucho más riesgo, y creo que está asumido, en el sentido de que se sabe que esto puede salir o no. Porque, en primer lugar, hace falta un socio tecnológico potente dispuesto a invertir en España y, como se acaba de ver con Ford, las decisiones de inversión no son solo una cuestión de dinero. La empresa invertirá si ve que tiene unas oportunidades razonables de recuperar su inversión en un plazo determinado. Está bien que se haya hecho por decir ‘aquí estamos y vamos a jugar la carta’, pero ni mucho menos hay garantía de que eso vaya a ser así y ni siquiera el hecho de que no se hiciera debería considerarse como un fracaso. Sí lo sería que no fuéramos capaces de fortalecer nuestro sistema, nuestra industria, nuestra capacidad de diseñar y competir. Si además captamos una inversión, bienvenida sea, pero para nosotros es una segunda prioridad.

Eugenio Mallol.-Se lo podéis preguntar al CEO global de Samsung, Jong-Hee Han, en Santander.

Pedro Mier.-Se lo preguntaremos.

«He vivido la experiencia directamente como empresario de cómo España partiendo de una situación prácticamente cero ha construido un sector aeroespacial reconocido en el mundo.»

Eugenio Mallol.-En el segundo día de vuestro Encuentro, siempre abordáis grandes tendencias y para esta edición habláis de la España Cuántica y el metaverso. He podido conversar recientemente con Serge Haroche, premio Nóbel, y con Pablo Jarillo-Herrero, del MIT, que están muy implicados en la segunda revolución cuántica y ambos advierten del riesgo de crear falsas expectativas y malinvertir, porque todavía queda mucho por investigar. Y en el caso del metaverso, aunque los plazos son tan cortos, otro tanto.

Pedro Mier.-Eso es verdad, pero si uno quiere desempeñar un papel en las nuevas áreas tiene que estar desde el principio, eso es muy relevante.

Eugenio Mallol.-Totalmente de acuerdo, la cuestión es, aprovechando este momento inicial, dónde ves a España en tecnologías cuánticas y metaverso.

Pedro Mier.-En el caso de la tecnología cuántica, hace dos años creamos un grupo en Ametic porque ya hay startups muy relevantes en España, alguna de nuestras asociadas está considerada una de las primeras de Europa. Se están generando diferenciadores y sí hay aplicaciones que están a la vuelta de la esquina, por ejemplo, las de ciberseguridad. Eso es muy crítico, porque supone tener la llave de desencriptar sin que todos los demás la tengan. Empieza a haber un mercado incipiente de compañías que invierten en aplicaciones cuánticas o en software pensado para correr en el futuro sobre máquinas cuánticas. Como curiosidad, cuando pusimos en marcha el grupo de cuántica, de las primeras empresas que se sumaron a AMETIC precisamente por eso fueron las entidades financieras. Tenemos además en España entidades científicas de investigación cuántica de primer nivel, como el ICFO de Barcelona, y científicos dispersos por todo el mundo. Ese es uno de los motivos por los que hace año y medio presentamos un primer documento llamado “España Cuántica”, cuya actualización difundimos ahora. No hay por qué no jugar ese partido.

Eugenio Mallol.-Y en el metaverso dónde nos ves.

Pedro Mier.-Lo que no hay duda es que hay tecnologías, como la realidad virtual y aumentada, que sí que están aquí. La sociedad española tiene unas particularidades muy importantes en todas estas nuevas áreas: profesionales preparados, creatividad y flexibilidad, por naturaleza. Yo he vivido una experiencia directamente como empresario, la de cómo España partiendo de una situación prácticamente cero ha logrado construir un sector aeroespacial reconocido y puntero en el mundo. Participé y conozco bien el proceso, que ha sido la conjunción del acceso a una demanda innovadora potente, la de la Agencia Espacial Europea, con unas normas que hacen que, si un país invierte y es competitivo, sus empresas puedan participar en proyectos más punteros. En 1985, el ministro de Industria, Joan Majó, coincidiendo con la entrada en la Unión Europea, nos dijo que había una oportunidad en la que había que entrar. Si a mí en aquel momento me juran que mi empresa y las que tenía alrededor íbamos a estar en un sector clave, presentes en todos los programas más importantes de Europa y buena parte del mundo… mi compañía tiene hoy más de 3.000 equipos dando vueltas por el espacio hoy en día. Eso se puede hacer exactamente igual en los nuevos sectores.

Eugenio Mallol.-Qué importante es esa lógica, porque muchas veces, cuando hablamos de reindustrialización, la clave es atrevernos a subir a los nuevos sectores, pensemos con quién tenemos que contactar, en qué organismos europeos tenemos que estar presentes, a qué inversores dirigirnos. A veces falta ilusionar a la gente en que podemos ser un país relevante en el metaverso, en la computación cuántica o en la sostenibilidad.

Pedro Mier.-No tengo ninguna duda. El documento “España Cuántica” es espectacular, tenemos un porcentaje muy elevado de las grandes instituciones y españoles en primeros puestos, vale la pena ver la lista.

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