Patentes y estándares: Europa trata de recuperar protagonismo en el campo de batalla del liderazgo tecnológico global

En la carrera por el liderazgo tecnológico global, Europa apuesta por un sistema de patentes más ágil y transparente, basado patentes esenciales estándar (SEPs) y en reformas para facilitar la innovación y la protección legal, mientras que España avanza, aunque a un ritmo aún insuficiente
María José Martínez
15 de mayo de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Patentes y estándares: Europa trata de recuperar protagonismo en el campo de batalla del liderazgo tecnológico global

Europa se encuentra en una carrera decisiva por asegurar su competitividad en la economía digital, y el sistema de patentes se ha convertido en una pieza clave de esta estrategia. En un contexto donde los estándares tecnológicos son la base de la interoperabilidad entre dispositivos y plataformas, las llamadas patentes esenciales estándar (SEPs, por sus siglas en inglés) emergen como un activo estratégico de primer orden.

Un nuevo informe de la Oficina Europea de Patentes (OEP) arroja luz sobre el papel creciente de las SEPs en sectores tecnológicos fundamentales y su impacto directo en la innovación, el crecimiento económico y la soberanía tecnológica del continente. Según António Campinos, presidente de la OEP, “los estándares tecnológicos son la columna vertebral de nuestra economía digital”. A través de ellos, tecnologías de vanguardia como el 5G, la inteligencia artificial o las tecnologías cuánticas pueden desarrollarse de forma coordinada y eficaz.

Los estándares aceleran la difusión de nuevas tecnologías al incorporar innovaciones protegidas por SEPs. Estas patentes aseguran que tecnologías clave, como Wi-Fi, los códecs de vídeo o la conectividad móvil, estén disponibles en miles de productos. Por ejemplo, los estándares Wi-Fi se han implementado en más de 80.000 dispositivos distintos, mientras que el 4G y el 5G ya están presentes en más de 100 millones de vehículos conectados.

Este modelo ha demostrado ser especialmente eficaz en campos dinámicos como el internet de las cosas (IoT), donde se espera que más de 30.000 millones de dispositivos estén conectados para 2030, generando un valor de hasta 11 billones de euros, según McKinsey. En este contexto, la transparencia y la calidad del sistema de patentes son más relevantes que nunca.

La OEP ha contribuido significativamente a esta transparencia mediante la recopilación de más de 5,5 millones de documentos técnicos generados por organizaciones de desarrollo de estándares (SDO), que ahora forman parte del proceso de evaluación de nuevas solicitudes de patente. Esta base de datos, que ya ha sido utilizada para examinar cerca del 70% de las patentes en áreas como comunicaciones inalámbricas, permite evaluar mejor la novedad e inventiva de las tecnologías propuestas.

Justicia en la era digital

La resolución de disputas sobre SEPs en Europa ha sido históricamente fragmentada, generando altos costes y tiempos de resolución prolongados. Pero desde junio de 2023, el Tribunal Unificado de Patentes (TUP) ha comenzado a transformar el panorama legal europeo. En menos de dos años, el TUP ha resuelto 23 litigios relacionados con SEPs, lo que representa más de un tercio de todas las decisiones de este tipo en Europa.

Esta nueva jurisdicción mejora la eficiencia, refuerza la seguridad jurídica y evita litigios paralelos en diferentes países. La futura creación del Centro de Mediación y Arbitraje de Patentes (PMAC), prevista para finales de 2025, consolidará aún más este avance al ofrecer mecanismos alternativos de resolución de conflictos en disputas globales sobre SEPs.

Sistema accesible para pymes

Uno de los cambios más significativos para democratizar el acceso a la protección de patentes en Europa ha sido la entrada en vigor de la Patente Unitaria, también en junio de 2023. Este sistema, promovido por la OEP, permite a los innovadores proteger su tecnología en varios Estados miembros de la UE con una única solicitud, reduciendo los costes hasta en un 82%.

Esta simplificación ha tenido un impacto directo en el ecosistema emprendedor europeo: el 60% de las patentes concedidas bajo el nuevo sistema han sido solicitadas por pequeñas y medianas empresas, tradicionalmente las más afectadas por las barreras económicas del sistema anterior.

Desafíos en España

España, por su parte, avanza lentamente en este terreno. En 2024 representó apenas el 1,1% de las solicitudes de patentes en Europa, con una tasa de 45 patentes por millón de habitantes, muy por detrás de Alemania (300) o Corea del Sur (253). A pesar de ello, el crecimiento es constante: las solicitudes han aumentado un 44% en la última década.

El liderazgo lo mantienen grandes empresas y centros como Amadeus, Telefónica y Tecnalia, así como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pero sigue faltando una inversión privada robusta en I+D que permita a España consolidarse como potencia innovadora.

Gráficos: EPO

El sistema europeo de patentes, con sus recientes reformas, está mejor posicionado que nunca para convertirse en un verdadero catalizador del liderazgo tecnológico. Pero el éxito dependerá de tres factores: una mayor inversión en I+D, una colaboración más estrecha entre sector público y privado, y una clara apuesta por la transparencia y calidad en el desarrollo de estándares.

Con una infraestructura legal más eficiente, datos abiertos y una política de innovación bien articulada, Europa tiene la oportunidad de asegurarse una posición ventajosa como catalizador del liderazgo tecnológico. Las patentes y los estándares no son simplemente trámites administrativos: son los cimientos del futuro digital del continente.

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