Nuria Marcos en la Hora Premium: «Registrar activos intangibles puede triplicar su valor»

PONS IP es una compañía especializada en Propiedad Industrial e Intelectual, pionera en la creación de una cultura de gestión, protección y defensa de los activos intangibles de las organizaciones. Son líderes en servicios de protección de intangibles, y es por eso por lo que su directora general, Nuria Marcos, colaboradora de Atlas Tecnológico, ha compartido en La Hora Premium las claves para valorar y sacar el máximo partido a los intangibles de una empresa.

El avance de la tecnología es un factor clave para generar intangibles, ya que en los últimos años las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) han tenido un gran impacto en la producción de bienes y servicios, y es necesario aprovechar ese auge.

Marcos explica que “esas nuevas tecnologías de la era digital irrumpen de manera transversal en el área industrial, de negocio o de servicios, y generan intangibles muy valiosos para las organizaciones porque les dan un valor diferencial en el mercado y les permiten generar ventaja competitiva y sostenerla.

«Somos unos creyentes de que el mundo de la transferencia de tecnología tiene que funcionar poniendo en contacto las necesidades del mercado y de las empresas con las oportunidades que hay en los entornos de generación de innovación, tanto públicos como privados”, añade la ponente.

Para Marcos registrar los intangibles a través de la Propiedad Industrial e Intelectual es clave porque permite generar valor desde tres puntos de vista.

El primero es el económico-financiero, ya que si una empresa es capaz de conocer el alcance de sus intangibles incrementará su valor contable y potenciará el reconocimiento que hagan inversores y accionistas.

También desde el punto de vista del marketing se genera más valor para el consumidor. Un impulso a la imagen de marca en el mercado siempre es positiva para la empresa, ya que cuando el cliente compra bajo una enseña determinada lo asocia a una calidad determinada.

Por otra parte, la protección jurídica permite que una empresa crezca y se proyecte teniendo unos activos bien protegidos vía contractual, ya que de esta forma los intangibles se pueden explotar de una manera más eficiente.

Para esa generación de valor es muy útil saber identificar los intangibles que se generan dentro de cada sistema nuevo de la organización, para después poder decidir cuál es la mejor vía de protección para cada intangible. Un apunte que hace Marcos es que “ninguna de las formas de protección es incompatible con otras, todas son complementarias y ayudan a llevar a cabo la estrategia de negocio de la empresa”.

Hay distintas formas de proteger esos intangibles: mediante patentes que protegen las nuevas invenciones; los derechos de autor para creaciones artísticas, literarias y científicas; las marcas para la identificación distintiva de productos o servicios; los diseños industriales que protegen las formas originales de un objeto ya conocido, y los secretos empresariales que protegen información valiosa no conocida por el público.

Por último, es importante saber valorar y valorizar los activos de propiedad industrial e intelectual de la empresa, es decir, conocer su equivalente económico. Para ello existen distintos modelos, así como empresas que han desarrollado su propia metodología validada.

En esa tarea puede ser útil encontrar un modelo de asociación adecuado para desarrollar la tecnología, ya sea mediante consorcios, vía licencia de tecnología,o por venta.

A la hora de hacer una venta de derechos de la Propiedad Industrial la aplicación puede ser difícil para el comprador si no hay transferencia de activos adicionales, como un producto, un software o el capital humano, y como vendedor siempre es necesario analizar si después de la venta se mantiene la implicación con esos activos, mediante un servicio de mantenimiento o actualización de la tecnología vendida.

Si en cambio se vende una licencia, la implicación del vendedor va implícita, ya que consiste en ceder el uso de una tecnología bajo unas condiciones definidas. La ventaja de licenciar es que permite que una misma tecnología pueda tener distintos usos a las que de otro modo no se puede acceder.

Conceder licencias es positivo para las empresas porque les permite mejorar en aspectos en los que quizás no destacan tanto, pero que mediante una licencia adquieren más valor y pueden así posicionarse mejor en sus respectivos mercados y ámbitos.

Aunque también hay que tener en cuenta los posibles problemas a la hora de licenciar. Puede ocurrir que haya una canibalización si el licenciante y el licenciatario compiten en el mismo mercado y mismo sector, y también puede generarse una dependencia del licenciante por parte del licenciatario.