Miguel Ángel Orellana insta en la Hora Premium a la revolución del trabajo: “de las oficinas a los smart offices”

Recientemente, las personas hemos vivido una etapa de transición debido a la Covid-19. Un factor que cambio el escenario del trabajo implantado hasta el momento por completo y que planteó una nueva forma de entenderlo a través de nuevos modelos que sustituían gran parte de las experiencias y relaciones que las personas vivíamos en nuestros puestos de trabajo debido a la presencialidad. El fundador y CEO de Bookker, Miguel Ángel Orellana, explica en la Hora Premium como la nueva realidad y cultura de compañía a la que nos enfrentamos las personas ha originado un nuevo modelo de trabajo de cara al futuro.

“Los empleados no queríamos ir a las oficinas porque no nos sentíamos seguros”, afirma. Esta situación de incertidumbre provocó que las empresas tuvieran que buscar conseguir dar a los empleados ese factor extra de seguridad, a través de tecnologías como aplicaciones de geoposicionamiento, mantenimiento de distancias personales o las propias mamparas. No obstante: “Muchas de ellas fueron temporales y desaparecieron, pero no dejó de avanzar el nuevo modelo de trabajo”, corrobora Miguel Ángel.

Por ello mismo, este nuevo modelo aportó una nueva visión del trabajo de las personas. “El trabajo ya no es donde vamos, no es el lugar donde dedicamos ese tiempo, sino es lo que hacemos”, destaca. La suma de todos estos factores dan como resultado este nuevo modelo de trabajo y no solo las personas debemos entender como adaptarnos, sino que, las propias empresas necesitan gestionar las necesidades de este nuevo modelo.

“No solo es una cuestión de gestión del espacio de los puestos, sino que, es un cambio cultural de la compañia que afecta a muchas áreas de la compañía y se debe regular tanto por parte del empleado como de la empresa”, afirma. Esto ha provocado que muchas corporaciones hayan llevado a cabo despliegues y proyectos para solucionar esto, no obstante, la gran mayoría no han conseguido optimizar los espacios por falta de no establecer un marco de normas que regule este modelo.

“Estos son proyectos de compañía, no es una gestión de recursos físicos tradicional, es un proyecto que tiene que venir desde arriba hasta abajo de la empresa y que repercute en todos”, destaca. Se debe tener la correcta información para poder gestionar y optimizar estos espacios, ya que, esto provocaría un desconocimiento de como se están utilizando.

Miguel Ángel, afirma que se trata de una transformación digital en la que: “Se debe tener muy en cuenta a las personas, tanto su experiencia e información como usuario”, destaca. Además, “No debemos verlo como una amenaza sino como una gran oportunidad”, resalta Miguel Ángel. Esto supone poder reducir los costes hasta en un 40%, posibilidad de generar eficiencias energéticas y una notable mejora en la satisfacción de los empleados, que radica directamente en su margen de productividad.

Dedica un breve espacio de tiempo en destacar que: “Es fundamental la captación de nuevos talentos, ya que, las nuevas generaciones tienen menos enganche a las compañías y por ello las empresas deben de ser capaces de mantener a los empleados satisfechos ”. Las empresas pueden ser capaces de conseguir esto con una política muy definida del modelo híbrido de trabajo, acceder a recursos de manera sencilla o incluso recursos que no tenían antes muchos empleados como por ejemplo; el parking.

Desde Bookker, gracias a su experiencia y solución, ayudan a las empresas a convertir sus espacios en unos espacios inteligentes. Su propuesta de valor se ubica en tres líneas distintas, esto incluye: una buena experiencia por parte del usuario, a través de una fácil reserva y acceso de recursos, multidispositivo e intuitivo y atractivo. Por otra parte, tiene una gestión eficiente no solo de los actuales espacios sino de los futuros y abarca la gestión de la presencialidad, control de acceso, servicios al empleado, gestión de otros activos, gestión multirecurso y oficina inteligente.

Por último, respecto a la capa de agregación e inteligencia del dato, Miguel Ángel afirma: “ Sino tenemos un proyecto en el que ponemos foco en los datos que genera y tomamos medida en base a esos datos, termina siendo algo que se deja de utilizar sin que nadie haya hecho nada para remediarlo”. Es decir, Bookker crea oficinas inteligentes, ya que, integran la gestión de los espacios y de las personas con esos recursos dentro del edificio en si, con el fin de que estén las acciones del empleado y del propio edificio conectados.

Su amplia cartera de clientes de multitud de sectores como: Bancos, aseguradoras, telco, industria, ingenierías, automoción, energía, medios de comunicación, bienes inmuebles, servicios, venta al por menor, alimentación, farmaceúticas, coworkings y fundaciones, muestran como el tipo de empresa no es lo relevante para que se de este cambio, sino la necesidad y el cambio necesaria a hacerse.

Para que proyectos de esta clase tengan éxito y evolucionen, Miguel Ángel afirma que: “Debe ser un proyecto de gestión del cambio liderado por la dirección general”. Además, que involucren a toda la compañía, que tengan en cuenta al empleado como factor central del cambio, con una muy buena comunicación, ya que se pueden generar malestares, falta de uso o pérdida de tiempo y dinero. Y por último, deben haber unos objetivos claros y un líder que aporte al proyecto una continuidad con datos que se realimenten.

Respecto a las previsiones a futuro, afirma que: “Para 2025, al menos el 50% del espacio de oficinas corporativos se rediseñará para la colaboración a la socialización”. Por otro lado, los cambios generacionales masivos obligarán al menos al 75% de las organizaciones a adaptar sus estrategias de trabajo híbrido para permitir una flexibilidad radical. La clave de todo esto radica en el concepto “experiencia”, la experiencia del empleado.

Por su parte, los nuevos escenarios de trabajo del futuro se presentan de distintas formas dependiendo del tipo de empresas que se trate. “La nueva forma de trabajar ha traído descentralización de empleados y mayor porcentaje de trabajo remoto”, afirma. Por parte de los usuarios corporativos, tienen posibilidad de trabajar desde casa, desde su oficina corporativa o desde una extensión de la oficina en coworking. Las startups o Pymes, lo harán desde casa, su oficina o desde una ofiicina pyme en coworking. Y por último, los autónomos podrás trabajar desde casa o desde un puesto en coworking.

“Se busca que el empleado haga las menores cosas posibles y que el servicio le proporcione los recursos en base a lo que necesita en base a la experiencia y las necesidades reales”, destaca. Bookker es pionero en cuanto a la realidad aumentada, ya que, apuestan por este mecanismo de interacción visual y atractivo para hacer entender al empleado que tienen un beneficio para él a través de mecanismos de gamificación. Miguel Ángel lo ejemplifica: “Si hace un check-out de una sala antes del tiempo, puede obtener beneficios”.

El enfoque que presenta Bookker, sitúa a la IA en el centro como factor principal que hará posible buscar optimizaciones y mejorar las experiencias y eficiencias. En primer lugar, se situará esta vertiente de experiencia del usuario que englobará distintas herramientas colaborativas integradas. Por otro lado, a nivel de analítica de datos, presentarán modelos predictivos, cuadros de mando, agregación de datos.

Finalmente, toda esa gestión del smart office, ya no solo de una reserva de una sala sino de toda la información que viene y va para que el edificio se convierta en un lugar inteligente para ofrecer la mejor temperatura, mejor nivel de CO2, etc.

Miguel Ángel, destaca de nuevo la importancia de que tanto la herramienta como la cultura de la empresa trabajen de la mano para que tenga lugar el cambio que queremos. Por otro lado, afirma: “Bookker se enfoca a aquella empresa a la que pueda ayudar, a partir de 150 empleados”.

En formato de conclusión, afirma que: “Siempre hay alguien que necesita un espacio o un recurso”. Se dedican a ayudar a esos espacios tan específicos y destaca su colaboración con grandes inmobiliarias, las cuales buscan integrarse dentro de la propuesta de valor.