Llamada a crear un líder mundial en chips de hardware abierto mientras el Gobierno insiste en atraer «una o dos ‘foundries'», en Ametic Santander
El debate sobre microelectrónica del Encuentro de las Telecomunicaciones de Santander abre la puerta a una "oportunidad única" para España aprovechando el boom que se avecina en chips diseñados con Risc-V, que dominarán el 95% del mercado en 10 años según Mateo Valero, pero se echa en falta la disponibilidad de talento y la falta de coordinación, pese a los pasos adelante dados en el Perte
Un momento del debate sobre microelectrónica en el Encuentro de Ametic en Santander. / Luis Pardo / Twitter
“Año muy intenso, muchas sorpresas y conexión con la realidad”, así describe su experiencia como comisionado del Perte chip Jaime Martorell en el Encuentro de las Telecomunicaciones de Ametic en Santander. Destaca la variedad de participantes y la creación de SEMyS “una sociedad estatal dentro del grupo Sepides que permite al comisionado del Perte conceder préstamos participativos a proyectos novedosos en el sector de la microelectrónica”. El Perte cuenta con el apoyo de la Vicepresidencia Primera, “porque entiende y le da importancia”, y de Presidencia del Gobierno “porque serán negociaciones que se tienen que hacer con Bruselas·.
Jaime Martorell insiste en la hoja de ruta: el Perte “va más allá de poner una fábrica de microelectrónica”, dice, pero “una parte importante prevista es para una planta o dos de fabricación de chips”. Se mantienen negociaciones con “diferentes fabricantes”, aunque “el día en que el Senado de EEUU aprobó la Chips Act americana los actores americanos con los que estábamos hablando volvieron a su país. Quedan candidatos y continuamos”.
Como empieza a ser ya tradición en la cita anual de Ametic en Santander, las palabras más rotundas las pronunció el director del Barcelona Supercomputing Center, Mateo Valero, para quien “el diseño y fabricación de los chips más avanzados es el tema geopolítico más importante tras la guerra de Ucrania, sólo está en manos de los más privilegiados y de ellos dependen todas las aplicaciones, incluida la inteligencia artificial, que están conquistando el mundo y están cambiando nuestra forma de vivir”.
“Cuando uno mira los chips que copan el 95% del mercado ve que está dominado por un par de empresas que tienen la propiedad del juego de instrucciones, estamos controlados por ellas hay muy poca flexibilidad”. Mateo Valero recuerda su charla en Santander en 2016, en la que afirmó que Europa puede hacer el Airbus de la supercomputación, porque en aquella época tenía a ARM, que estaba a punto de ser vendido a Softbank. Cuando eso pasó, “personalmente dije: Houston tenemos un problema”.
Ese problema “se está resolviendo con una iniciativa mundial en hardware, similar a lo que hizo Linux en software, llamada Risc-V”, que consiste en “definir un juego de instrucciones que no sea propietario, como pasó con el Linux”. Según el responsable del BSC, “esto ha pasado y hay una iniciativa tremenda a nivel mundial desarrollando chips basados en Risc-V, de forma que ahora son el 12%, han empezado por abajo, como ARM, pero mi previsión es que en menos de 10 años más del 95% de los chips del mundo serán Risc-V, seguirán esta filosofía abierta, de colaboración, competencia e innovación”.
“Tenemos un ecosistema muy grande de chips y tenemos que sustituirlo por el mismo y otras cosas que aparecen, fundamentalmente el campo más activo es diseñar chips para la IA, con el Risc-V. Se abre una oportunidad única en el mundo y en España para ponernos ahí, porque podemos estar en la misma situación que cualquier otro”, añade Mateo Valero.
Según su visión, a nivel tecnológico “estamos llegando al límite de los transistores y, debido a la presión geopolítica, Europa y España dentro de ella han dedicado dinero. Tenemos una oportunidad única para avanzar en el campo del diseño, hay que cubrir el gap de Intel y ARM”. El Perte es en ese sentido una buena herramienta.
“Se puede apoyar a empresas buenas para que creen puestos de trabajo de calidad en España y se puede hacer lo mismo con empresas europeas, pero tenemos un gran reto: crear una empresa de diseño española, hasta ahora no ha sido posible porque no estamos colaborando”, apunta Mateo Valero. “Podemos hacer los mejores servidores del mundo en Risc-V en dos o tres años y si los hacemos, podemos pasar a las placas, los sistemas el software y, si potenciamos el diseño, crearemos decenas de miles de puesto de trabajo. En esa línea, deberíamos plantearnos cómo desde España se hacen una o dos empresas muy potentes para cubrir los gaps importantes que otros cubrirán en Risc-V para dominar el mundo. Ese es un gran reto que podemos afrontar juntos”.
En cuanto a la formación de profesionales, el director del BSC subraya que “todo es posible si hay talento. Estamos muy faltos de talento en este tema. Si vemos el Chips Act y las estrategias de Corea del Sur o Taiwán, las Administraciones y las empresas dan dinero a las universidades, en esa dirección de colaboración se puede hacer un procesador, compiladores, nuevas ideas”. En España se ha puesto en marcha la Spanish Open Hardware Association (Soha), “vamos a presentar propuesta a las cátedras chip, porque sin universidades no hay chips”, el objetivo es “formar más de 1.000 especialistas ingenieros al año, que permitirán hacer startups, porque el Risc-V permite el codiseño, modificar lo que es común con lo que te hace diferente”.
Desde la parte del diseño de chips, Mayte Bacete, directora general de MaxLinear en España, pone el acento en que “se están sentando las bases para que potenciar el talento, estamos con el programa de cátedras chip, todos trabajamos con las universidades para llevar adelante cátedras. Esta es la primera píldora, tenemos que seguir alimentando esto para que la foto en 5-7 años sea muy distinta”.
Según explica, “las empresas hemos tenido que formar a nuestros empleados desde que salen de la universidad o traerlos de fuera. Además de mejorar los estudios, se está favoreciendo en fomentar esa colaboración, que hasta ahora no existía, las empresas y los centros de investigación han ido cada una por su cuenta. El Perte ha ayudado a que haya esa colaboración”. Apuesta por ayudar a los componentes del sector a “crecer para tener una masa crítica importante y que surjan spin offs, startups españolas, será una rueda, si crece permeabilizará el conocimiento y permanecerá en España para situarnos en el mapa de la electrónica. Vamos en buena línea, pero hay que poner más velocidad y recursos”.
Por último, Ezequiel Navarro, CEO de Premo Group y colaborador de Atlas Tecnológico, recuerda que “hace seis años que hablamos de esto, de la preocupación profunda por la pérdida de relevancia tecnológica en el escenario mundial, de la construcción de un Airbus de la electrónica”. Describe como un éxito la posibilidad de plantear objetivos ambiciosos al Gobierno y que éste “haya recogido el guante” y los articulara en forma de Perte.
“La economía va a ser digital, dependerá menos del petróleo, el que controle la microelectrónica tendrá un papel preponderante”, a juicio de Ezequiel Navarro. La falta de autonomía estratégica es clarísima y ha quedado plasmada en la “carencia de semiconductores que ha perjudicado a nuestra economía: este año 2,5 millones de vehículos se van a dejar de fabricar en todo el mundo”. En ese sentido, aunque la cadena pone mucho valor en la foundry, “el 60-70% del valor añadido está en la etapa de diseño, el enfoque debe ser más holístico, no puede depender de unas pocas actuaciones. El perte lo ha entendido y Ametic impulsó la creación del Instituto Ricardo Valle para fomentar la colaboración”.