La energía inteligente de un becario
Saber gestionar adecuadamente la política de incorporación de becarios puede ser una gran riqueza para una empresa, especialmente si es startup, según el CEO de Atlas Tecnológico, que recuerda sus primeros pasos profesionales y aboga por utilizar de forma inteligente toda esa energía
En una startup y seguramente en muchas organizaciones más consolidadas conviven perfiles profesionales con una dilatada experiencia con jóvenes en los últimos años de sus estudios o recién finalizados. En el caso de ATLAS TECNOLOGICO esta combinación es fundamental, dentro del equipo somos varias las personas cercanas a los 50 años con personas que alrededor de los 20.
Una de las cosas que más me marcaron como profesional fue trabajar desde los 18 a los 21 años en la Cámara de Comercio de Valencia como becario. No fue un periodo continuado, se centraba sobre todo en periodos de junio a octubre, si no recuerdo mal. Para mí una de las mejores experiencias profesionales que he tenido y ha marcado mucho mi desarrollo futuro. De hecho, hay muchas similitudes entre las cosas que hacía en La Cámara y las que hacemos hoy en Atlas.
Los becarios son energía pura para las organizaciones. Es verdad que no todos son iguales, porque no todas las personas somos iguales. Pero los becarios son mucho más que energía o vitalidad, también son inteligencia. Yo suelo pedir feedback sobre Atlas Tecnológico a muchas personas y desde hace tres años ante un mismo acontecimiento o hecho, y recibo visiones totalmente distintas. Me encanta esa sensación de bipolaridad en la que me suman mis interlocutores.
Uno de los beneficios de acelerarnos en Lanzadera es el acceso a becarios de EDEM. Evidentemente son prácticas retribuidas, por lo menos en nuestro caso. Este año, mi tocayo Pablo Navarro nos indicó que quería volver a hacer prácticas con nosotros. Quizás Pablo pensó que más vale malo conocido que bueno por conocer, pero el hecho de que nos lo pidiera nos alegró a todos. Quizás no lo tuvimos que hacer tan mal como equipo humano, durante sus primeras prácticas. Todos sabemos que hoy uno de los mayores retos de las empresas es que los profesionales te elijan para ir a trabajar en tu proyecto. Nosotros, en el caso de Pablo, lo conseguimos por segundo año.
Pablo está terminando sus estudios en EDEM. A mí me encanta compartir la hora de la comida con el equipo. El primer día que coincidí con él, le pedí opinión sobre cómo veía el proyecto después de un año. El feedback fue directo y claro. No creo que nuestro accionista más enterado del negocio simplificara mejor que Pablo los puntos fuertes y débiles del proyecto. Lo mismo ocurrió cuando le pregunté sobre la nueva versión de ATLAS PLATFORM, su punto de vista coincidía plenamente con el mío. Algo así como lo del niño de la historia del nuevo traje del emperador, pero con una base mucho más inteligente.
Reconozco que trabajar con gente joven conforme te vas haciendo mayor es un poco más difícil, pero al mismo tiempo mucho más enriquecedor para ti. Muchas veces somos muy críticos con el cambio de prioridades en el mundo laboral de las nuevas generaciones de profesionales, pero no ensalzamos la gran riqueza que depositan en nuestras organizaciones con su energía inteligente. Un becario que haya sido bien entrenado para hacer su trabajo se puede convertir en un profesional altamente valioso para superar situaciones delicadas en muchas organizaciones. Quizás son más prácticos y abordan los retos de frente, lo que los lleva a acortar significativamente los plazos de ejecución del proyecto. No sé si esto lo permite el nuevo estatuto del becario, pero claramente en las organizaciones deberíamos preguntarnos por qué no prestamos más atención en mimar esa energía inteligente que se implica en nuestras organizaciones sin exigir mucho a cambio.
La búsqueda de nuevas fuentes de energía inteligente nos ayudará a construir una industria mucho más sostenible, pero el cuidado de la energía inteligente de los becarios nos hará mucho más atractivos como ecosistema de innovación para que el talento más inteligente quiera trabajar en la industria.