La crisis de los semiconductores, la posible palanca para que Europa coordine al fin su política industrial y tecnológica
Digital Europe, la principal asociación que representa a las industrias digitales del continente, ha lanzado un comunicado en el que advierte de que la UE debe actuar con urgencia para proteger el suministro de chips y otros activos estratégicos. La disputa política que ha provocado la prohibición de exportaciones de chips de Nexperia desde China sigue sin resolverse e intensifica la crisis en la industria del automóvil mundial, cada vez más dependiente de estos componentes. Más allá de una solución inmediata, la UE debe construir una cadena de suministro resiliente a largo plazo en el sector de los chips.
La intervención neerlandesa en el caso Nexperia -empresa líder en dispositivos discretos y PowerMOS- evidencia la fragilidad de las cadenas de suministro y el riesgo de paralizaciones productivas que afectan la competitividad europea. El incidente subraya la necesidad de una estrategia europea de semiconductores unificada, como pone de manifiesto la reciente declaración de la Coalición de Semiconductores. La interdependencia económica, estrechamente ligada al riesgo geopolítico, convierte la resiliencia del suministro de chips en una cuestión de seguridad nacional y europea.
Para abordar las vulnerabilidades de Europa y responder eficazmente a los desafíos geopolíticos, Digital Europe plantea que es necesario implementar una política exterior y de inversiones común y clara que indique al sector privado dónde puede invertir en tecnologías e infraestructuras críticas, y establecer un presupuesto europeo para semiconductores. Europa debe pensar y ejecutar inversiones escalables como bloque, desarrollando y manteniendo una capacidad de fabricación estratégica que respalde la competitividad global y responda a las necesidades de la industria.
Además, según Digital Europe es crucial reforzar acuerdos de asociación con aliados afines —como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Corea del Sur, India, el Sudeste Asiático y Taiwán— para construir cadenas de valor confiables y reducir la dependencia de suministros únicos. Por último, Europa debe proteger y potenciar sus fortalezas, especialmente en la fabricación de nodos maduros, y brindar apoyo estratégico al desarrollo de capacidades avanzadas de empaquetado y ensamblaje, asegurando así la integridad de la cadena de valor de los semiconductores.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) advierte sobre la inminente interrupción de la producción de vehículos en Europa debido a la escasez de microchips esenciales para la fabricación de automóviles. Según ACEA, los fabricantes europeos están agotando sus reservas, y algunas líneas de montaje podrían detenerse en cuestión de días, mientras que desarrollar capacidad de suministro adicional llevará varios meses. La directora general de ACEA, Sigrid de Vries, subraya la urgencia de una solución diplomática, ya que el suministro de piezas ya se está interrumpiendo debido a la escasez.
La interrupción de la producción no solo pone en riesgo la competitividad de los fabricantes, sino también la estabilidad económica y el empleo en toda Europa. El sector automotriz, esencial para la Unión Europea, genera 13,6 millones de puestos de trabajo —el 8,1% del total del empleo manufacturero— y aporta más del 8% del PIB europeo. Esta situación evidencia la vulnerabilidad de la industria frente a los riesgos geopolíticos y las interrupciones en la cadena de suministro de semiconductores.
Por su parte, Estados Unidos ha realizado un esfuerzo mucho más ambicioso y coordinado para revitalizar su industria de semiconductores, lo que refleja una estrategia clara de seguridad nacional y competitividad tecnológica. Según la Semiconductor Industry Association (SIA), desde 2020 se han anunciado más de 130 proyectos en 28 estados, con una inversión privada superior al medio billón de euros, respaldada por incentivos fiscales como el Crédito Fiscal para la Inversión en Manufactura Avanzada (Sección 48D) y programas de apoyo a la manufactura avanzada. La SIA estima que estos proyectos generarán más de 500 000 empleos.
El Departamento de Comercio ha complementado estas iniciativas con subvenciones y préstamos por más de 35.300 millones de euros, apoyando proyectos estratégicos como el programa Secure Enclave de Intel, diseñado para garantizar una cadena de suministro nacional de semiconductores avanzados y reforzar la seguridad nacional. La SIA subraya que la coordinación entre gobierno y sector privado, junto con incentivos claros y un plan de acción estratégico, permite a Estados Unidos consolidar su liderazgo tecnológico y su resiliencia industrial frente a riesgos geopolíticos, posicionando al país como un actor central en la industria global de chips.

María Teresa Isonhood

