
La ciudad que viene no se eleva con ladrillos, se escribe con código

Construir la ciudad del futuro no requiere cemento ni ladrillos, sino tecnología, datos y una visión que anticipe el mañana. Las ciudades inteligentes no se imaginan, sino que se diseñan con soluciones que ya están transformando laforma en la que millones de personas viven, se mueven y gestionan los recursos urbanos. Son ciertas las startups que están desarrollando propuestas para alcanzar el estadio de las smart cities, un espacio en el que se transita de manera inteligente, se monitoriza la calidad del aire o se habita en hogares en los que la IA regula la iluminación.
Entre otras cosas, las smart cities no funcionarían, literalmente, sin el uso de gestores del consumo de activos energéticos. Origami Energy se presenta como un modelo idóneo para aprovechar al máximo las baterías de almacenamiento de energía y, por ende, la constitución de redes eléctricas inteligentes en las ciudades. Su plataforma, que trabaja de forma independiente de las grandes empresas energéticas, recoge datos en tiempo real del almacenamiento y coste de la energía y, con esa información operativa y financiera, decide el mejor momento para concentres a la red. Así, la startup británica ofrece una visión holística facilita la integración de fuentes de energía renovable y la gestión eficiente de la demanda energética.
La tecnología emitida por Epishine también aporta un ángulo diferenciado al concepto de ciudades inteligentes: células solares que convierten luz interior, incluso en entornos de iluminación artificial dentro de oficinas o viviendas, en una fuente de energía sostenible y conectada. Además, debido a su diseño delgado y flexible, estas células son fácilmente integrales en diversos dispositivos y estructuras urbanas. Este modelo permite que dispositivos como sensores o cerraduras funcionen sin necesidad de cables ni baterías. Y, al eliminarlas, se disminuye la necesidad de reemplazarlas periódicamente y generar de residuos asociados.
Epishine, por ejemplo, podría ser integrado en hogares inteligentes, que han dejado de ser un lujo. De esta labor se encarga Haven Smart, que transforma cualquier vivienda en un ecosistema automatizado que mejora el confort y optimiza el consumo energético. Su sistema integra sensores, IA y una plataforma centralizada desde la que gestionar climatización, iluminación, seguridad y uso eléctrico, todo adaptado a los hábitos del usuario. Sus soluciones, versátiles y escalables, se adaptan a todo tipo de viviendas y pueden conectarse a sistemas de energía solar o almacenamiento doméstico.
La razón de ser de Weconnect es el desarrollo de ciudades inteligentes a través del Internet de las Cosas (IoT). Con sus tarjetas SIM facilitan la creación de una red de dispositivos, sensores y sistemas interconectados, cuya función es la recopilación, intercambio y análisis de datos en tiempo real sobre el funcionamiento de la ciudad y sus ciudadanos. De este modo, la startup neerlandesa procesa esta información y, acto seguido, implementa soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia y la calidad de la vida urbana, lo cual incluye la mejora de los servicios o la optimización de la infraestructura. Entre otras cosas, los sensores de Weconnect pueden monitorear la calidad del aire o gestionar el tráfico de forma conectada para reducir la congestión.
En lo referente a la seguridad pública y la identidad digital, SpruceID devuelve al ciudadano el control sobre sus credenciales personales. Su tecnología se basa en la identidad autosoberana, un modelo que permite a los usuarios almacenar, gestionar y compartir su información personal de forma segura y selectiva, sin depender de terceros centralizados. Esta arquitecturautiliza estándares abiertos y blockchain para garantizar la autenticidad de los datos sin comprometer la privacidad. De este modo, las interacciones digitales en servicios públicos, administrativos o comerciales se vuelven más seguras, trazables y resistentes al fraude.
La salud pública en las ciudades del futuro exige monitoreo constante y accesible, y startups como TELLUS Networked Sensor Solutions son clave en este proceso. Su trabajo se centra en el desarrollo de sensores ambientales de alta precisión capaces de medir en tiempo real la calidad del aire en entornos urbanos. Más allá de registrar contaminantes, estos dispositivos generan modelos predictivos que analizan el impacto a largo plazo de la exposición a estos agentes sobre la salud ciudadana.
Movilidad y tráfico
El tránsito en una ciudad inteligente no puede dejarse al azar: requiere de tecnologías capaces de prever, adaptar y optimizar cada movimiento en las calles. Hayden AI, con sede en San Francisco, apuesta por una plataforma de percepción móvil basada en IA, que convierte a los vehículos públicos en nodos inteligentes capaces de detectar infracciones y analizar el entorno en tiempo real. Su tecnología permite la aplicación automatizada de normas de tráfico, como la detección de infracciones en carriles de autobuses y paradas. La información recopilada por estos sistemas es integrada en paneles de control urbanos para facilitar la toma de decisiones.
La plataforma Ualabee, de origen argentino, integra distintos modelos de transporte público y permite planificar sus trayectos con información precisa y en tiempo real sobre horarios, recorridos y posibles incidencias. Asimismo, Ualabee proporciona datos anonimizados a gobiernos y empresas sobre cómo se desplazan los ciudadanos, que incluye información sobre líneas, rutas más populares, patrones de viaje y puntos de congestión. Esta información es crucial para la toma de decisiones en políticas públicas y planificación de infraestructuras. De hecho, recientemente, Ualabee ha cerrado una ronda de inversión para expandirse a 10 ciudades clave en Latinoamérica con el objetivo de continuar transformando la movilidad urbana.
Planificación y concentración urbana
La concentración urbana y la planificación eficiente de recursos encuentran en MetaWorldX un aliado estratégico para el desarrollo de ciudades más adaptativas. Su propuesta se basa en la creación de gemelos digitales hiperrealistas de entornos urbanos, es decir, réplicas virtuales de ciudades reales que integran datos dinámicos sobre movilidad, edificación, infraestructuras o condiciones ambientales. Estos modelos simulan en tiempo real el impacto de decisiones como la construcción de una nueva vía, la reubicación de zonas verdes o la implantación de políticas de transporte. De este modo, las ciudades pueden experimentar con distintos escenarios de planificación antes de ejecutar obras físicas y, paralelamente, obtener una visión evolutiva de la ciudad, capaz de anticiparse a los retos del crecimiento urbano y climático.
En este ámbito también destaca REPL (Rudrabhishek Enterprises Limited), con sede en Nueva Delhi, una de las ciudades más densamente pobladas del mundo. Esta consultora cuenta con más de tres décadas de experiencia en el análisis de viabilidad y la planificación estratégica, el diseño arquitectónico y el uso de sistemas de información geográfica (GIS). Ha colaborado en iniciativas como la Misión de Ciudades Inteligentes del gobierno indio y ha sido seleccionada para elaborar planes maestros basados en GIS para doce municipios en el sur del país.
Pero no se puede hablar de planificación urbana sin señalar la gestión de residuos inteligente. Con más de dos décadas de experiencia, Nord Engineering, con sede en Italia, diseña y fabrica soluciones tecnológicas avanzadas para la recogida selectiva de residuos sólidos urbanos. Su sistema Easy es un mecanismo de recogida queautomatiza el proceso y permite a un solo operario manejar distintos tipos de contenedores metálicos 100% reciclables, incluso soterrados. Además, la incorporación de vehículos eléctricos para la recogida promueve un modelo de gestión más sostenible y alineado con los objetivos de las smart cities.
Industria 4.0 al servicio de la inteligencia urbana
La Industria 4.0 también se despliega más allá del entorno fabril y encuentra en las ciudades inteligentes un nuevo escenario de aplicación a gran escala. Un ejemplo de ello es Terminus Group, una empresa china que traslada el modelo de automatización industrial al conjunto de la ciudad a través de su concepto de AI City. Su propuesta integra IA, robótica, edge computing y big data en una plataforma unificada que actúa como un sistema operativo urbano. Desde esta infraestructura digital se gestionan de forma automatizada múltiples servicios, como el tráfico y la iluminación hasta la seguridad pública o la eficiencia energética. Todo ello se orquesta a través de redes de sensores distribuidas por el entorno urbano, que permiten responder en tiempo real a las necesidades cambiantes de la ciudad. Así, Terminus Group convierte el espacio urbano en una máquina inteligente, autónoma y adaptable, donde la tecnología actúa como columna vertebral de una gestión urbana más eficiente, predictiva y centrada en el bienestar ciudadano.