La capacidad mundial de energía renovable se duplicará en 2030 y el 80% del crecimiento será solar

El informe Renewables 2025 de la IEA analiza la evolución del sector energético global en la antesala del COP30 de Brasil, destaca las diferentes tendencias de energías renovables, el liderazgo de China y Europa, y los retos financieros, de inversión y de suministro
María Teresa Isonhood
6 de noviembre de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
La capacidad mundial de energía renovable se duplicará en 2030 y el 80% del crecimiento será solar

Los objetivos climáticos para 2030 buscan maximizar la capacidad de energías renovables y aumentar la eficiencia energética. Acuerdos como la COP28 de Dubái (2023), el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España (2021), el Objetivo 55 de la Unión Europea (2021) demuestran un compromiso tanto global como nacional para avanzar hacia una transición limpia. A solo cinco años de la fecha límite, surge una pregunta clave: ¿en qué punto nos encontramos y cuánto progreso real se ha logrado?

El informe Renewables 2025, elaborado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), ofrece algunas respuestas. Con una mirada integral sobre los avances, desafíos y realidades del panorama energético mundial, este estudio -dirigido por Heymi Bahar– analiza la situación actual frente a las proyecciones para el 2030.

El crecimiento global de las energías renovables mantiene su impulso a pesar de los crecientes obstáculos. Se prevé que la capacidad mundial de generación renovable se duplique de aquí a 2030, con un incremento estimado de 4.600 gigavatios (GW), de los cuales casi el 80% corresponderá a la energía solar fotovoltaica (PV), seguida por la eólica, la hidroeléctrica, la bioenergía y la geotérmica. En más del 80% de los países, la expansión prevista entre 2025 y 2030 superará el ritmo de los cinco años anteriores, aunque persisten retos crecientes relacionados con la integración en redes eléctricas, las vulnerabilidades en las cadenas de suministro y las limitaciones de financiación.

El pronóstico global de expansión renovable se ha revisado ligeramente a la baja (5% menos que el año anterior) debido principalmente a cambios regulatorios en Estados Unidos y China. En el caso estadounidense, la previsión se reduce casi en un 50% por la eliminación anticipada de créditos fiscales federales, restricciones de importación y limitaciones a nuevos proyectos eólicos y solares en terrenos federales. China, en cambio, continúa representando cerca del 60% del crecimiento mundial y alcanzaría su meta de energía eólica y solar cinco años antes de lo previsto.

Mientras los países ajustan sus metas renovables hacia 2030, los inversores también redefinen sus estrategias. Pese a la incertidumbre política, predomina un optimismo moderado, con aumentos de capacidad de hasta el 100% respecto a 2021, aunque las empresas eólicas marinas han reducido sus planes cerca de un 30% y optan por mayor cautela y diversificación.

En general, las compañías priorizan flexibilidad y capital no comprometido, mientras algunas recortan sus inversiones a corto plazo. Para mitigar riesgos, los inversores diversifican hacia redes eléctricas, almacenamiento y digitalización, fortalecen cadenas de suministro locales e impulsan integración vertical y estandarización para reducir costos y cuellos de botella.

Las subastas competitivas se han consolidado como el principal motor de la expansión renovable mundial, con cerca del 60% de las nuevas incorporaciones previstas entre 2025 y 2030, mientras que los sistemas de tarifas reguladas y primas apenas alcanzan el 10%. Este cambio, impulsado por la reforma energética de China en 2025, que sustituyó las tarifas fijas por subastas para la energía solar y eólica, refleja una mayor madurez, ya que los precios se determinan cada vez más por mecanismos de mercado. Hoy, China, India y Europa lideran este modelo, representando en conjunto el 85% de la capacidad licitada mundial, con Europa a la cabeza tras adjudicar casi la mitad del volumen global en la primera mitad de 2025.

La expansión de la energía solar y la eólica está transformando los mercados eléctricos, duplicando su aporte al suministro global de electricidad hasta casi el 30% en 2030. Esto exige mayor flexibilidad en los sistemas eléctricos y nuevas inversiones en redes y almacenamiento. Para integrar de forma segura y económica estas fuentes variables, será clave fortalecer la respuesta de la demanda y ampliar la capacidad de almacenamiento . Más de diez países ya han lanzado subastas específicas de capacidad firme para energía solar y eólica en los últimos cinco años.

El sector también enfrenta riesgos de dependencia en las cadenas de suministro, particularmente en materiales críticos. La fabricación y el procesamiento de elementos imprescindibles para turbinas eólicas se concentran en China, que domina el 60% de la minería, el 90% del refinado y de la producción de imanes necesarios. Aunque se observan esfuerzos de diversificación y expansión de la manufactura fuera del país, la concentración sigue siendo alta, lo que plantea vulnerabilidades estratégicas.

La energía térmica, que representa casi la mitad del consumo energético mundial -con la industria como principal demandante-, continúa dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, pese a la disponibilidad de tecnologías renovables. En 2024, solo el 14% de la demanda global se cubría con fuentes limpias, principalmente bioenergía, aunque factores como la volatilidad de precios, la seguridad energética y una mayor conciencia ambiental están impulsando su adopción. Entre 2025 y 2030, la producción de energía térmica renovable crecerá un 42%, cubriendo el 18% de la demanda total.Se prevé además una fuerte electrificación del sector térmico, que se cuadruplicará hacia 2030, y una recuperación de la energía solar térmica, cuya capacidad podría multiplicarse por cinco gracias a incentivos, innovación y sistemas de almacenamiento.

Aunque casi todas las nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) reconocen la importancia de las energías renovables, la mayoría no alcanza aún el objetivo fijado en la COP28 de triplicar la capacidad eléctrica renovable mundial hasta unos 11.500 GW en 2030. La próxima COP30, que se celebrará el 10 de noviembre de 2025, será clave para evaluar el progreso y la aplicación de estrategias eficientes.




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