Inyectar doctores en las empresas: el CDTI y la AEI se conjuran para sus futuras ayudas
El Foro de Innovación de la Universidad Carlos III ha congregado a CDTI, Agencia Española de Investigación y Ayuntamiento de Madrid para preguntarles acerca de las posibles novedades en las que trabajan para impulsar la innovación y el talento ha aparecido como un factor estratégico, la consultora Innogate to Europe y la gestora de fondos Clave Tech Transfer Funds completan la mesa
Aspecto del salón de actos del Campus Puerta de Toledo de la UC3M durante la mesa redonda.
La batalla del talento pasa al primer plano en las políticas de apoyo a la I+D. Con especial atención a la figura del doctorado industrial. La mesa redonda sobre “Instrumentos para acelerar la innovación”, incluida en el Foro de Innovación de la Universidad Carlos III, ha permitido conocer las novedades que se avecinan en la estrategia de la Agencia Española de Investigación (AEI), el CDTI y el Ayuntamiento de Madrid, y la visión de la consultora Innogate to Europe y del capital riesgo Clave Tech Transfer Funds.
Lourdes Armesto, responsable de la División de Coordinación, Evaluación y Seguimiento de la AEI, explica que en próximas convocatorias, tanto en las Torres Quevedo como en las de fomento de la colaboración público-privada, “vamos a dar importancia a la parte de formación y atracción de talento”, con incremento de los presupuestos incluido.
“Hemos incorporado una parte de subvención para contratar a doctores y está teniendo un éxito espectacular”, explica Armesto. No obstante, “daremos mayor impacto al proyecto en el cual se va a generar esa tesis doctoral, exigiremos un convenio entre la universidad o el centro de investigación y la empresa para que esas tesis doctorales se lleven a cabo realmente, porque hemos detectado que muchas de esas tesis no llegan a su fin”.
En cuanto a las ayudas para desarrollar pruebas de concepto, añade, “los resultados son espectaculares”. Inciden en una fase anterior a la colaboración público-privada, “hemos comprobado que algunos de los proyectos han pasado a la siguiente fase en convocatorias exteriores. La idea de la AEI es seguir manteniendo esta convocatoria, era un hueco por cubrir y es absolutamente necesaria. Ha tenido una muy buena acogida de los investigadores” (como se ha podido ver en la exposición realizada por la UC3M en este Foro).
El CDTI quiere poner más énfasis en el futuro en “la cooperación, que evidentemente aporta valor añadido”, según apunta Luis Maeso. “Estamos acabando de consolidar la cooperación entre centros de investigación y empresas: las ayudas Cervera I+D son de reciente creación y obligan a subcontratar a centros de investigación, el CDTI cubre el 90% del presupuesto total del proyecto y el 30% no hay que devolverlo, lo que supone un impacto fiscal mucho más positivo que la subvención”.
La evolución a futuro “nos está llevando a incentivar la introducción de doctores en las empresas. En la línea Neotec, que apoya muchas de las startups de incubadoras como las del Parque Científico UC3M, por ejemplo, la aportación máxima es de 250.000 euros, pero aumenta hasta 325.000 si se incorpora a doctores que aporten cualitativamente. Eso es muy relevante, son una interfaz muy importante entre el mercado y el conocimiento”.
Luis Maeso reivindica el papel de los centros tecnológicos, “son tractores, tienen la especialización y la capacitación para apoyar a las empresas a aumentar su recorrido en la innovación”. En una de las convocatorias del CDTI “promovemos que se unan entre ellos y se especialicen en ámbitos temáticos y tecnologías. Por su proximidad al mercado, tiene que dar sus frutos”.
Por último, destaca las licitaciones del CDTI en la modalidad de compra pública precomercial, “estamos incentivando a la Administración a que saque sus necesidades y servicios a través de licitaciones que exijan ser resueltas con un servicio de I+D. El CDTI se está convirtiendo en poder adjudicador para, una vez se ejecuta el contrato y se realizan las actividades, cederlo a la Administración pública de modo que pueda validarlo y posteriormente, si consideran que es correcto, pasar a operar con ello sacando una posterior licitación”. Cierra Maeso su intervención con ironía: “Las empresas dicen que la mejor ayuda es un cliente al que se le pueda facturar y que además pague”.
Ayuntamiento y capital riesgo
En el caso del Ayuntamiento de Madrid, su directora general de Innovación, Virginia Blanco, apunta a “la internacionalización y la apertura” como dos de los grandes ejes de desarrollo de su actividad en el futuro. Iniciativas como Madrid in Motion ponen en contacto “a las corporaciones que lanzan retos con las startups”; el Foro de Empresas por Madrid invita a presentar soluciones a los problemas de ciudad; y a través del Centro de Inteligencia Artificial, no sólo el Ayuntamiento, sino otros agentes “han puesto sobre la mesa problemáticas que entendían que tenían que utilizar nuevas tecnologías para su resolución”.
Hay otra serie de “proyectos más novedosos” en los que, además de la internacionalización se promueve la “colaboración necesaria”. Uno de ellos es Sandbox Madrid, que la convierte en “una ciudad de pruebas”. Virginia Blanco anuncia una ordenanza “que nos permita desarrollar un procedimiento ágil de modo que todo aquel que tenga un proyecto innovador pueda venir a Madrid a probarlo. Y no sólo pensamos en startup o en grandes empresas, sino también en centros de investigación nacionales e internacionales”.
Con Madrid in Game, la ciudad se posiciona en el ámbito de los videojuegos y con Puentes de Talento, “colaboramos con el Banco Interamericano de Desarrollo, buscamos jóvenes talentosos latinoamericanos que hayan destacado y los traemos a Madrid para que conozcan el ecosistema de innovación y emprendimiento de la ciudad”, como la visita que realizaron a la UC3M recientemente.
Además, el Ayuntamiento contempla subvenciones a universidades públicas, como la UC3M, centros de investigación y Parque Científico de Madrid dedicado a desarrollar programas de «incubación, aceleración y escalado» de proyectos que vengan del ámbito de cada una de estas instituciones, incluidas las spin offs universitarias a través de spinoffs+.
Desde la visión de la consultoría, Paloma Lozano, cofundadora y CEO de Innogate to Europe, reflexiona acerca de la forma en la que las pymes deben aproximarse a estos instrumentos de apoyo a la innovación. “Participar en programas que financian proyectos colaborativos, en consorcios grandes”, como los que promueve Horizonte Europa “es un reto para una empresa pequeña, pero reporta beneficios importantes”.
Su primera recomendación es “ser consciente del alcance del proyecto en el que quieres participar, hay instrumentos de apoyo a nivel local y regional, si se puede apoyar bien en esos niveles hay que acudir a ellos. Sólo si el proyecto tiene alcance europeo nos podemos plantear acudir a esas fuentes de financiación europea, que son más complejas”.
Implicarse en este tipo de proyectos, “para cualquier empresa, para cualquier tipo de entidad, debe formar parte de una estrategia a medio y largo plazo”, añade Paloma Lozano. “Los plazos de preparación, presentación y ejecución son largos y el retorno no es inmediato, pero sí muy significativo”. En ese sentido es clave partir de una “alineación clara entre objetivos de la entidad y de la convocatoria, que suelen ser muy precisos”.
La necesidad del consorcio “debe venir de la naturaleza del propio proyecto, de sus objetivos, del calado al que pretende llegar, es necesario llevar esas actividades con un consorcio de entidades que entre todas pongan en común las capacidades técnicas y financieras necesarias para desarrollar el programa. La participación de cada socio debe venir muy bien justificada por la necesidad de cada proyecto, de acceder a otro nivel de colaboración, con entidades de otros países europeos”.
Por último, Ignacio Prieto, analista de Clave Tech Transfer Funds, apunta que “la colaboración entre el entorno académico y el industrial es una pata fundamental. Hay muchas empresas que ven en estos proyectos una oportunidad para seguir innovando y diversificando; y para los proyectos en fases iniciales, que pueden tener deficiencias por falta de recursos a nivel de equipo o capacidades, el industrial es un socio imprescindible que le puede aportar mucha experiencia que le falta, puede ser una figura importante para que los emprendedores y los promotores no cometan errores”.
Asigna a Clave Tech “un papel de puente” y considera que, “entre esas otras maneras que vemos para impulsar esa colaboración, la figura del doctorado industrial cobra importancia. Es otra manera de construir puentes entre los dos entornos”. Junto a ello, anima a “participar de los ecosistemas que estén disponibles, como los que fomenta el Ayuntamiento de Madrid o autonómicos, que a través de programas de aceleración o de emprendimiento pueden comunicar y dar herramientas para los emprendedores”.