
IAA Mobility: la industria de Europa ya se mira en el espejo de China y pide apoyo público y financiero para acelerar la innovación

La tercera edición de IAA MOBILITY se ha consolidado en Múnich como uno de los principales escaparates de la movilidad global, con un enfoque en tecnología de baterías, vehículos definidos por software y conectividad. “Todo gira en torno a la movilidad”, ha declarado la presidenta de la VDA, Hildegard Müller, en la inauguración, y ha subrayado que la industria alemana “ha hecho los deberes” y mantiene una posición de liderazgo en innovación y movilidad eléctrica. Sin embargo, ha advertido de que Europa debe actuar con rapidez para garantizar condiciones de competitividad: “debemos superar finalmente el principio de regulación excesiva: la flexibilidad y la apertura tecnológica son absolutamente esenciales”.
La transformación de la movilidad es más difícil y prolongada de lo que la industria esperaba. Esa ha sido la conclusión compartida en la mesa redonda ‘La agenda del CEO: Dominar la transformación de la movilidad’, con la participación de líderes de empresas clave: Dr. Georg Stamatelopoulos (EnBW), Agnes Heftberger (Microsoft), Marc Winterhoff (Lucid), Petra Justenhoven (PwC) y Dr. Stefan Hartung (Bosch).
Agnes Heftberger ha abierto el debate subrayando el papel central que está jugando la inteligencia artificial. Para la directiva de Microsoft, el reto es sostener el ritmo de innovación: “No solo pensar que esta es una crisis que tengo que superar de alguna manera y que luego terminaré en un mundo mejor, sino que debemos mantener el ritmo constantemente y ser rápidos”.
“Tenemos que invertir ahora. Tenemos que construir ahora. En Microsoft tenemos más de 200 proyectos de construcción en paralelo en todo el mundo.” Según la directiva, esta apuesta en infraestructura permitirá ofrecer los servicios de IA que necesitan los fabricantes de automóviles y entrenar nuevos modelos.
Desde la perspectiva de PwC, Petra Justenhoven ha coincidido en que el desafío para la industria es enorme. “Los fabricantes están tratando de ponerse al día. Tenemos los nuevos modelos de vehículos, la tecnología está avanzando, y creo que los deseos de los consumidores también se están atendiendo.” No obstante, ha señalado que Europa sigue en desventaja frente a otras regiones por la menor disponibilidad de capital. “Tenemos una competencia ligeramente asimétrica aquí debido a factores sistémicos, ya que la disponibilidad de capital en el contexto estadounidense es simplemente mejor que en Europa”, ha asegurado. Para Justenhoven, es el momento de cooperar: “Ahora sería el momento de crear alianzas.”
El CEO de Bosch, Stefan Hartung, ha aportado una mirada más técnica sobre la transición a plataformas de software en la automoción. Ha recordado que hace apenas dos años Europa estaba muy retrasada en este ámbito, pero ha asegurado que la situación ha cambiado: “aquí en la feria vemos muchos vehículos de fabricantes alemanes y europeos basados en estas tecnologías y arquitecturas de plataformas modernas.” Sin embargo, no ha perdido de vista el ritmo acelerado de la competencia asiática: “los relojes siguen siendo lentos en China, y son muy rápidos en el desarrollo. Esa es la cuestión.”

Marc Winterhoff, CEO interino de Lucid, ha pedido no olvidar que la innovación también se da en Occidente. “Puede que surja nueva tecnología de Oriente, pero no olviden a Estados Unidos, porque el liderazgo tecnológico también se encuentra allí.” “Si observamos cómo se desarrolla la tecnología, debemos admitir que tenemos una posición de liderazgo incluso por delante de China, pero debemos concentrarnos y trabajar a la velocidad adecuada”, ha defendido, y ha introducido un matiz : «las empresas occidentales también contribuyeron a que las empresas chinas llegaran a donde están hoy, así que no soy un gran defensor de escenarios catastróficos. Y tampoco hay que olvidar que la industria automotriz china puede ser muy rápida, pero también está muy subvencionada».
Por su parte, Georg Stamatelopoulos ha puesto el foco en el papel de la energía en esta transformación. Ha recordado que más del 55 % de la electricidad en Alemania ya se genera con fuentes renovables, pero ha reconocido que la asequibilidad sigue siendo un problema. También ha alertado de otros lastres que afectan a la competitividad europea: “Tenemos algunas desventajas que debemos mencionar claramente. Por ejemplo, los costes de la energía, los altos costes salariales y el exceso de trámites y burocracia. Estos son problemas en los que tenemos que trabajar.”
La mesa ha coincidido en que la movilidad del futuro será eléctrica, digital y definida por software, pero que Europa debe actuar con rapidez si quiere mantener su liderazgo. La colaboración entre empresas, la inversión en infraestructura de datos y energía y la reducción de trabas burocráticas se perfilan como elementos esenciales para construir un ecosistema de movilidad sostenible que aporte valor tanto a la economía como a la sociedad.

Imágenes: IAA Mobility 2025