Halloween 4.0 en la Industria española
El Congreso de Industria Conectada merece un análisis crítico por parte del autor, que echa de menos una mayor vinculación a asuntos espinosos de la actualidad, como la crisis de precios de la energía, y un impulso a las ideas para disponer de una estrategia país a 20 años vista, al tiempo que reclama más atención a las empresas que están siendo referentes reales por su apuesta por la industria 4.0
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Cuando una industria del sector de la iluminación y la electrónica en España paga en el recibo de la luz del mes de septiembre lo mismo que su factura de la luz de todo el año anterior, algo no pinta bien. Esto está ocurriendo en cientos de industrias en España, aunque no se refleja en las sesiones en el V Congreso de Industria Conectada de Valencia. La organización ha preferido hablar de “La energía renovable cuida el planeta: Protégela”.
Llevo siguiendo este evento desde su creación. Nunca ha sido sensible a los problemas reales de la industria porque está diseñado por personas que escuchan poco a los profesionales. La mejor intervención que recuerdo, en una de sus primeras ediciones, fue la de Juan Manuel González Serna, en su condición de presidente de Cerealto Siro. Desde luego, una persona que conoce bien la industria agroalimentaria y sus problemas. Su presencia en el foro estuvo más marcada quizás por la necesidad de mantener una buena relación con el Gobierno de España que con la búsqueda de soluciones a los problemas a través de la transformación en industria 4.0. Este año creo que Juan Manuel ya no estará presente.
Tenemos que hacer los eventos de industria 4.0 atractivos y divertidos, lo que no significa que sean multitudinarios ni institucionalizados. Contar en sus primeras ediciones con el rey Felipe VI fue un motivo de ilusión y esperanza. Poco más tarde se sumó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Parece que a esta edición de Valencia no asistirá ninguno de los dos. Tampoco pasa nada, la presencia de la ministra Reyes Maroto podría ser suficiente. Cada vez le tengo mayor reconocimiento porque la veo visitando más industrias.
Es importante hacer atractivos los encuentros de industria 4.0, pero mucho más importante es convertirlos en foros de encuentro y reflexión crítica sobre la situación actual, en los que plantear los retos de país para los próximos 20 años. Esto no lo veremos en Valencia. Un programa lleno de intervenciones de organismos intermedios beneficiarios de ayudas de la Secretaría General de Industria, de consultoras beneficiarias de sus programas y de patrocinadores institucionalizados no parece un foro de reflexión especialmente adecuado.
Otro de los momentos cumbre del evento son los premios a proyectos de implantación en industria 4.0. Aquí debo decir que he visto galardonados realmente interesantes y que conozco bien como IVECO y FAMA Sofás, pero también algún otro que yo nunca hubiera premiado en mi vida. En este sentido, sería importante dar protagonismo a empresas realmente líderes en su estrategia en industria 4.0 que sirvan de ejemplo. Aquí deberíamos ser poco restrictivos, hablamos de empresas con sede productiva en España, no necesariamente de capital español. Me permito proponer mis dos preferidas, Michelin Valladolid y Roquette en Benifaió. ¿Por qué? Es verdad que la lista podría ser más amplia, pero su equipo directivo está consiguiendo que estas plantas se conviertan en referente mundial de sus corporaciones. En ambos casos hay una cuidadosa hoja de ruta que pone el foco en la formación, para posteriormente definir multitud de proyectos pequeños que son evaluados con criterios de retorno de la inversión y estrategia de compañía por un comité altamente cualificado que habla perfectamente el idioma de la industria 4.0. Todo un ejemplo. Espero ver a alguna de estas empresas premiadas este año, sería una gran referencia para el resto.
Es un motivo de satisfacción para mi ver en el programa la intervención de tres colaboradores de Atlas Tecnológico: Luis Ignacio Vicente, Ezequiel Navarro y Carlos Rodríguez. Estoy seguro que no se dejarán contagiar por lo políticamente correcto y pondrán encima de la mesa cuáles son los retos de la industria en España para los próximos veinte años, pero también cómo solucionamos el problema de hoy con la factura de la luz del mes de noviembre.