Guillermo Dorronsoro anima el Collaborate Reset the Economy: «Hay que poner fin al distanciamiento público-privado»
El management board advisor en Zabala Innovation, profesor de la Universidad de Deusto y miembro del Grupo de Reflexión de Ametic conversa con el analista de innovación Eugenio Mallol sobre la reindustrialización como gran política social y acerca del día después del fin de los fondos europeos, cuando el 'Dumbo' empresarial debe aprender a volar e innovar solo, sin pluma en la trompa
Eugenio Mallol.-Es difícil definir el momento actual, algunos síntomas contradicen a otros, buscamos faros para navegar la incertidumbre.
Guillermo Dorronsoro.-Hay dos grandes motores de transformación, uno tiene que ver con las personas y el otro con las ideas. En el primer caso, estamos asistiendo a una gran transformación demográfica, incluida la pujanza de la zona de Asia Pacífico. En cuanto a las ideas, la ciencia y la tecnología están aportando grandes ámbitos de transformación. Ahora está de moda la inteligencia artificial, pero hay que contar también con la realidad virtual y con un amplio conjunto de tecnologías, no todas ellas digitales, que vienen. Estas olas de cambio están generando la necesidad de que cambiemos nuestros mapas mentales. Hay que repensar el modelo económico y la relación de las personas con las empresas, el empleo. Seguimos manteniendo ese mapa mental que tenían nuestros mayores, con un horario rígido y una exigencia de presencialidad en una gran cantidad de ocupaciones. Con la irrupción de las nuevas tecnologías y la exigencia de sostenibilidad las empresas van a quedar profundamente transformadas.
Eugenio Mallol.-El Foro Económico Mundial hablaba de policrisis a principios de año, debido a la confluencia de una gran cantidad de desafíos que cuestionan nuestro modelo económico y social. Quizás uno de los principales asuntos pendientes sea la revisión de la relación entre el sector público y el privado. Se asume que el papel del Estado debe ser mayor.
Guillermo Dorronsoro.-Es imprescindible que avancemos hacia una mayor y mejor comunicación entre el sector público y el privado. En los últimos años se ha generado una cierta distancia entre los dos por las dinámicas propias de cada uno. Como sociedad, tenemos el reto de abordar, sobre todo en el tejido de pymes, la transformación cultural que es precisa para afrontar estos cambios y eso requiere de una estrecha colaboración entre el sector público y el privado. Ahí hay trabajo que tenemos que hacer. En parte se trata de recuperar una cierta permeabilidad entre ambos mundos. Es sano que haya personas ubicadas entre los dos ámbitos para que entendamos las peculiaridades de cada uno. Es muy importante que volvamos a la colaboración, la conversación, el compromiso compartido entre el sector público y el privado. La mayor parte de los retos que tenemos por delante no los pueden resolver cada una de las partes por separado o con estrategias divergentes, hay que sumar.
«El reto de la reindustrialización es probablemente uno de los mayores que tenemos en Europa y en España en estos momentos, si queremos mantener los niveles de prosperidad. Exige, no grandes discursos, sino grandes presupuestos y grandes planes bien ejecutados por personas con capacidad para hacerlo»
Eugenio Mallol.-En artículos recientes analizas las regulaciones que están apareciendo en EEUU y Europa dirigidas a favorecer la reindustrialización. Décadas atrás, en España había gente de la empresa que entraba en la Administración, el diálogo era muchísimo más intenso y eso propició el desarrollo de un sector tecnológico. La cuestión es si todas estas regulaciones que apuestan por más proteccionismo son el camino.
Guillermo Dorronsoro.-Es uno de ellos. El reto de la reindustrialización es probablemente uno de los mayores que tenemos en Europa y en España en estos momentos, si queremos mantener los niveles de prosperidad. Exige, no grandes discursos, sino grandes presupuestos y grandes planes bien ejecutados por personas con capacidad para hacerlo. En Europa hemos generado una cultura según la cual la Administración pública tiene que encargarse de las políticas sociales y la empresa ya se ayuda a ella misma, ya se organiza, porque tiene sus lobbies y gana dinero. Una de las grandes políticas sociales es la política industrial porque la industria crea mucho empleo estable, con sueldos más altos, es probablemente el actor que más riqueza crea y distribuye al mismo tiempo. Tenemos que visibilizar esa importancia y eso no se consigue si el que tiene la competencia de Industria es un director general de un ministerio. Antes, el ministro de Industria era un peso pesado en el Gobierno y, en las últimas décadas, se ha ido descafeinando. Para empezar, debe crearse una vicepresidencia como se ha hecho en otros países de Europa para impulsar la industria y la soberanía tecnológica, sería muy importante.
Eugenio Mallol.-Quizás nos hemos centrado demasiado en la parte digital, nos hemos quedado en la parte y hemos olvidado el todo, nos ha faltado esa visión más completa de la película.
Guillermo Dorronsoro.-Sin duda la transformación digital, si queremos mantener e impulsar nuevas industrias, es muy importante, pero no basta con eso. Una política industrial requiere impulsar la digitalización sin duda, la sostenibilidad y también las infraestructuras tanto físicas como digitales y una gran apuesta por transformar la educación, tenemos que volver a juntar el sistema educativo con el empresarial. En los últimos años se ha ido abriendo una cierta divergencia y muchas veces lo abordamos desde la trinchera. Las empresas dicen que hay que formar a los jóvenes en lo que se necesita, pero desde la educación dicen que las empresas son muy utilitaristas y hay que defender una formación lo más amplia posible.
«Si queremos impulsar la industria en España, el desarrollo de las personas es el gran problema que vamos a tener los próximos años. Y no es porque nos falte gente, sino porque muchas veces se está formando en el sistema educativo en temas que luego no coinciden con lo que las empresas necesitan»
Eugenio Mallol.-Hace un par de meses la presidenta del sector de semiconductores en Estados Unidos advertía en The New York Times de que estaban haciendo un sector estupendísimo, pero probablemente no tendría trabajadores para desarrollarlo.
Guillermo Dorronsoro.-Si queremos impulsar la industria en España, el desarrollo de las personas es el gran problema que vamos a tener los próximos años. Y no es porque nos falte gente, sino porque muchas veces se está formando en el sistema educativo en temas que luego no coinciden con lo que las empresas necesitan. Tenemos altos niveles de paro juvenil y, en paralelo, problemas crecientes de las empresas por encontrar profesionales. Si no tenemos personas no tendremos empresas y no habrá industria por mucho que hagamos planes.
Eugenio Mallol.-Desde una perspectiva más micro cómo le explicamos a las pymes todo esto de la era del desorden, este mundo imprevisible en el que nada va a ser estable, en el que las grandes corporaciones se van a ir convirtiendo cada vez más en ecosistemas. Cómo les explicamos que es una oportunidad.
Guillermo Dorronsoro.-Las pymes tienen, ante toda esta ola de cambios que viene, una gran ventaja y un gran obstáculo. Como son pequeñas, se pueden adaptar de una manera mucho más ágil, es una cuestión de personas. El gran inconveniente es que tienen muchos recursos dedicados al día a día y pocos dedicados a levantar la cabeza y mirar cómo transformarse en el medio plazo. Esta es la situación del 90% de las pymes en España. El día a día les come, les ahoga. En general, mi gran consejo práctico es: abre espacio para el medio plazo, dedica tiempo desde luego de la persona que está a la cabeza de la empresa, no puedes vivir en el día a día a día porque vas a morir. Aunque tengas mucha capacidad de adaptación, la velocidad y la violencia de las transformaciones que se acercan hacen que, si no te preparas para eso, acabes siendo expulsado del partido. Cualquiera que trabaje en una gran corporación multinacional ya sabe que cada dos años viene un nuevo consejero delegado o el mismo lanza un programa de transformación nuevo. Las pymes no tienen ese ritmo.
Eugenio Mallol.-En la nueva era de incertidumbres también cambiará la forma en la que innovaremos.
Guillermo Dorronsoro.-Se habla mucho ahora de la innovación abierta, de los ecosistemas de innovación y está muy vinculado a la idea de la transformación del concepto de empleo. Tenemos una cultura en la que la empresa es propietaria de la persona y de sus relaciones, y para crear empresas abiertas y ecosistemas de innovación necesitamos personas abiertas. Es bueno que dediquen una parte importante de su tiempo a la empresa, pero también a otras actividades, a otras relaciones. No podemos, por una parte, decir que no se puede compartir, máxima confidencialidad, máxima dedicación a la empresa y, al mismo tiempo, decir que creemos en los ecosistemas abiertos de innovación. Una parte de mi tiempo transcurre en la Universidad y otra en la empresa, a veces me desespero porque ni en la empresa se entiende la Universidad ni viceversa.
«Hay que entender en qué se diferencia la generación Z de la generación Alfa y de nuestra generación de baby boomers, entender cómo interaccionan, cómo son los jóvenes, que son tan comprometidos como los de todas las generaciones anteriores, pero tienen un mapa totalmente distinto del nuestro»
Eugenio Mallol.-Y no te vuelves loco
Guillermo Dorronsoro.-Sí, al final hay que tener paciencia y entender que necesitamos ecosistemas abiertos de verdad. Los foros que organizáis en Atlas Tecnológico son un esfuerzo para crear espacios en los que la gente se encuentre, hable, interaccione, es fundamental en estos momentos. Muchas veces, en las empresas esta inversión no se entiende, parece que es perder el tiempo y es muy importante que fomentemos ese perfil más híbrido de gente que es capaz de compatibilizar su presencia en diferentes ecosistemas.
Eugenio Mallol.-Eres una persona que recoge ideas acerca de todo lo que está sucediendo a tu alrededor y las enlaza magistralmente. Dime cuáles son esas ideas que te interesan más ahora mismo.
Guillermo Dorronsoro.-Uno de los temas que me está ocupando en estos momentos es hacer gimnasia con las herramientas de inteligencia artificial. Es como cuando llegaron los procesadores de texto y había personas que decían que seguían escribiendo las cartas mecanografiadas. Lo que no puedes hacer es decir esta ola me la salto. Hay que ir entendiendo cuáles son sus límites, para qué ayudan y para qué no, cómo las podemos aplicar a nuestro día a día de la empresa.
Eugenio Mallol.-A qué conclusiones estás llegando.
Guillermo Dorronsoro.-Es una herramienta potente nueva…
Eugenio Mallol.-…pero…
Guillermo Dorronsoro.-…tiene limitaciones evidentes. Queda mucho para que pueda sustituir a las personas. Hay que adiestrarnos en ella, formarse y, sobre todo, hay que hacer el ejercicio de utilizarla y aprender en un proceso de prueba y error. Otro tema importante que me interesa es reflexionar sobre el concepto de las transformaciones demográficas que se están produciendo y entender cómo eso afecta a los diferentes colectivos.
Eugenio Mallol.-En el último informe semestral de Blackrock se cita como una de las megafuerzas y me sorprendió. Tú corroboras esa importancia.
Guillermo Dorronsoro.-Vienen muchos cambios y en la medida en que ves las olas en el mar eres capaz de que no te derriben. Entender en qué se diferencia la generación Z de la generación Alfa y de nuestra generación de baby boomers, entender cómo interaccionan, cómo son los jóvenes, que son tan comprometidos como los de todas las generaciones anteriores, pero tienen un mapa totalmente distinto del nuestro. No podemos manejar estereotipos ni mapas atrasados. Hay que reformar la Seguridad Social, porque no hay dinero para pagar las pensiones, y a esto tenemos que dedicarles tiempo y espacio porque probablemente habrá que reorganizarlo bastante. Y el tercer ámbito para mí clave en estos momentos es la reindustrialización, cómo somos capaces de generar nueva industria en nuestro territorio, porque es la clave de la prosperidad futura.
«Hay un riesgo grandísimo de resaca. Estamos viendo en los últimos dos años, y probablemente este 2024 que viene, que en fondos dedicados a la I+D ha habido un esfuerzo muy grande, como consecuencia de la entrada de los Next Generation. ¿Qué pasará cuando éstos se acaben?»
Eugenio Mallol.-Tenemos una herramienta muy potente que nos ha puesto en las manos Europa que son los fondos del plan de recuperación y eso ha estimulado una nueva etapa de inversión industrial. A veces parece que estamos viviendo una especie de espejismo de competitividad y que, cuando acaben los fondos, vamos a tener una resaca potente
Guillermo Dorronsoro.-Hay un riesgo grandísimo de esto que comentas. Estamos viendo en los últimos dos años, y probablemente este 2024 que viene, que en fondos dedicados a la I+D ha habido un esfuerzo muy grande, como consecuencia de la entrada de los Next Generation. ¿Qué pasará cuando éstos se acaben? ¿Volveremos otra vez al subsuelo de la inversión en I+D de dónde venimos? Todo esto tendría que servir para hacernos entender la importancia que tiene invertir en estas cosas y que es posible incluso aunque no haya ayudas. Son inversiones intrínsecamente buenas, incluso sin ayudas muchas de ellas serían rentables e imprescindibles para garantizar la continuidad de nuestras empresas. Las subvenciones a veces tienen ese efecto perverso de hacernos creer que son la pluma de Dumbo, sin la que creía que no podría volar. Una vez perdamos la pluma de los fondos Next Generation y acabe el 2024 los problemas no van a desaparecer, esto sigue. A ver si somos capaces de realizar ese cambio cultural, esa nueva conversación entre lo público y lo privado. Con los fondos Next Generation se ha activado mucho y realmente no es tanto dinero el que necesitamos para abordar esta transformación. Ojalá los que tenemos miedo de que pueda producirse una resaca y Dumbo se estrelle cuando pierda la pluma estemos equivocados, ojalá entienda que son sus alas y salga volando.
Eugenio Mallol.-Desde luego hay muchísimo talento entre los directivos en el tejido productivo
Guillermo Dorronsoro.-Y en el sector público también. No comparto esa mirada negativa sobre lo público. A veces nos encerramos en las conversaciones que alejan lo público de lo privado y lo importante es hablar y entender cómo podemos colaborar.