¿Eres Web 3 o Web 3.0? Descentralizar sin blockchain

Tim Berners-Lee sigue avanzando y conquistando sectores con su propuesta solid que pone al usuario en el centro
Eugenio Mallol
6 de enero de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
¿Eres Web 3 o Web 3.0? Descentralizar sin blockchain
El investigador, cofundador y CTO de Inrupt, Tim Berners-Lee

Acompaña en el escenario a Tim Berners-Lee, padre de la world wide web y profesor del MIT, su socio en Inrupt John Bruce. Van hablar de su proyecto Solid, “el siguiente player de la web”, según el segundo de ellos. “Pero antes tenemos que sacar algo del camino para disipar la distracción: la Web3. Es una pregunta que nos formulan constantemente. De modo que déjame que te la formule: Tim, ¿es Solid Web3?”

Y éste responde categórico: “No”. Para discutir el impacto de una nueva tecnología hay que hablar “más allá de las palabras de moda”. Y la Web3 actual, dice, “ha sido traída por los chicos de Ethereum para las cosas que están haciendo con el blockchain”. En su opinión, “la Web3 no es una web para nada. Los protocolos de blockchain pueden ser buenos para algunas cosas, pero son demasiado lentos, caros y públicos. Los sistemas de almacenamiento de datos personales deben ser rápidos, baratos y privados”. Y recomienda: “ignora las cosas marcadas como Web3.

Berners-Lee describe Solid como “la tercera capa de la web, la Web 3.0, la capa que faltaba en 1989. Es la web que nos hemos merecido siempre, muy diferente de la Web3, porque se construye en la parte superior de todo lo que tenemos ahora, amplía las capacidades de la web y rellena algunos huecos”.

Según dice, la Web 1.0 fue “la blogosfera, documentos HTML estáticos conectados entre sí con urls y a los que se accedía mediante el protocolo http. La Web 2.0 añadió tecnologías como JavaScript y HTML Dinámicos sobre las APIs de la web, que permitieron realizar cosas más sofisticadas con diferentes tipos de datos”. Pero inicialmente, por razones de seguridad, “debías logearte en el almacén de datos de la web o app específica que los estaba utilizando. De modo que las apps de identidad y datos estaban estrechamente ligadas”.

Como resultado de ello, al cabo del tiempo, “los protocolos de la Web 2.0 acabaron siendo definidos por unas pocas grandes compañías que usan nuestros datos para encerrarnos en sus plataformas. El resultado fue una carrera por el big data donde la ganadora fue aquella corporación que controlase más datos y los perdedores serían todos los demás”, según el investigador británico.

“Solid supera esas limitaciones” añadiendo, según explica, “tres nuevas capacidades a la web, tres estándares”. En primer lugar, Solid ha logrado un inicio de sesión único; en segundo lugar, “tenemos un control de acceso global usando los ID de login de Solid”; y, por último, “una API universal común, de modo que cualquier app puede leer y escribir datos de cualquier almacén”.

Tomadas en conjunto, “estas capacidades nos permiten organizar los datos de una forma enteramente nueva”. Las cosas “no tienen por qué estar tan estrechamente ligadas por más tiempo” como sucede con la Web 2.0. Es el momento de pensar en “un montón de cosas nuevas. La primera es que eso permite almacenar datos de una forma centrada en las personas, en lugar de en las apps”. En Solid lo llaman Personal Online Datastore (POD).

“Las apps acceden y almacenan los datos en tu POD utilizando esa API Universal”. Es decir, “puedes utilizar una gran cantidad de apps sobre los mismos datos. Gracias a Solid, los datos no tendrán que permanecer por más tiempo atrapados dentro de los silos de las apps”, proclama Berners-Lee.

Para John Bruce, “hacer que la información sea reutilizable fue la genialidad más cálida de Tim. Pero los datos no se comportan de ese modo hoy. En lugar de eso, nuestras vidas online se construyen alrededor de esos silos de datos, y los usuarios pasamos la mitad de nuestra vida online, completando las mismas casillas de información de web en web, de app en app, hasta que los datos se asientan en una base en el back-end”. Los datos tienen que funcionar, dice, “como lo hace la web: escribe una, lee muchas”.

Siempre que una compañía lanza una app crea detrás una base de datos de consumidores e inicia el proceso de recolectarlos. “Siguiente app, mismo proceso”, apunta Bruce. El resultado son “múltiples bases de datos que no son interoprables, o si lo son requiere mucho trabajo. Las compañías se gastan miles de millones comprando o arañando datos de diferentes fuentes, es la pesadilla de la integración. Y a eso suma que gastan millones para mantenerse online con seguridad, privacidad, regulaciones legales”.

“La aproximación de uso único al dato ha impedido a varias de las organizaciones más importantes de nuestras vidas proporcionarnos las mejores versiones de sus servicios”, según Bruce. Para Berners-Lee, “Solid resuelve la raíz del problema. El valor de POD se acumula con el tiempo, a medida que más apps acceden a datos conectados”.

La BBC ha lanzado una app que da a la audiencia las mejores recomendaciones porque los usuarios “con su POD pueden exponer datos que de otro modo no compartirían”. Una aseguradora “ha dado a sus clientes un POD y éstos deciden qué datos de conducción quieren compartir a cambio de mejores tasas en planes de cobertura personalizados. Generalmente esos usuarios no compartirían ningún dato acerca de su comportamiento como conductores, porque les gusta como a mí la velocidad y no quieren que la gente lo sepa”.

Los gobiernos también “ven claramente el valor también”, dice Bruce. En Suecia, Reino Unido, hay muchos ejemplos de países que se están movilizando con Solid “para proporcionar a los ciudadanos información conjunta en un solo lugar en su beneficio”. Cuando negocios y gobiernos “trabajan para combinarse, las posibilidades económicas son absolutamente enormes”, apunta, “emergen nuevos mercados para apps, para PODs por supuesto, pero también nuevos modelos de negocio construidos sobre la combinación de datos de formas enteramente nuevas”.

En la UE, el Gobierno de Flandes está construyendo “exactamente ese ecosistema de datos compartidos, está distribuyendo PODs entre 6,5 millones de personas y a finales de año y está empezando con casos de uso estratégicamente elegidos para incluir datos desde la intersección entre importantes industrias y el Gobierno”. El primer caso de uso es el de los datos profesionales, y permite a los ciudadanos gestionar sus acreditaciones profesionales, su currículum profesional, su histórico de salarios desde dentro de sus PODs.

“Lo que está pasando se basa en un patrón de adopción y lo he visto antes con la web misma”, afirma Berners-Lee. “Al principio, gente de diferentes partes con intereses totalmente distintos empezó a usar la web para sus necesidades particulares. Por un instante, parecían desconectados, pero conforme cada uno de esos grupos se hizo grande, comenzaron a conectar y a solaparse y, de pronto, el valor de la información comienza a componerse. Ese crecimiento exponencial constante condujo a la economía online que tenemos hoy”.

“Las compañías pueden tener la ventaja de acceder a un espectro creciente de datos y los nuevos ganadores serán aquellos que los usen para deleitar a sus clientes”, apunta Bruce. En ese mundo, “los productos y servicios micropersonalizados son la norma, los zero-party data son la norma”, sentencia.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad