Engullir datos sin atragantarse

Frente a la democratización de la inteligencia artificial, ya no podemos posponer por más tiempo la gestión correcta de la información almacenada. Es necesario recopilar datos de calidad y gestionarlos correctamente para que las predicciones sean precisas y aporten ventajas competitivas. Quien no lo haga así, quedará fuera de juego”, afirma Astrid Camprubí, emprendedora y experta en análisis de datos.

Entre los diversos modelos de gestión de datos DCAM, MAMD, DGPO o DAMA, ella se inclina por este último, DAMA (Data Management Association), que cuenta con un capítulo en España desde marzo de 2019. Este modelo se basa en la promoción y el desarrollo de la cultura de gestión de datos para gobernar la información almacenada. “Una correcta gestión del big data requiere un cambio de mentalidad en la organización, desde arriba hacia abajo. El CEO debe entender que el dato es un punto estratégico de la compañía, un activo importantísimo”, destaca Camprubí. La información ya no pertenece solo a los departamentos de IT, deja de estar aislada y se expande por toda la organización.

La tecnología permite acceder a múltiples sistemas de almacenaje de datos para saber qué información posee la empresa y su nivel de calidad. “A partir de aquí, analizaremos los datos disponibles, cruzándolos y agregando otros nuevos para conocer el potencial de la información almacenada. Alcanzado este estadio, será el momento de incorporar expertos externos en gestión de datos para explotarlos al máximo”, detalla.

Gestionar los datos implica ante todo un cambio cultural global en la organización, que deberá establecer una base tecnológica que aportará sostenibilidad a largo plazo. Camprubí insiste: “Existen soluciones ágiles de implementar, programas libres a muy bajo coste que nos permitirán analizar los datos y determinar la calidad de estos y su potencial, lo malo es que todavía hay mucho desconocimiento en este campo”.

El modelo DAMA que propone Camprubí sitúa los datos como la principal actividad alrededor de la cual se gestionan el resto de las actividades empresariales. “Si contextualizamos la información y la combinamos con inteligencia artificial y una buena estrategia, generaremos un poder que impulsará la competitividad en cualquier sector”.

Está claro que es necesario procesar toda la información almacenada para transformarla en conocimiento útil. Para Joan Mas, director del Área Digital del centro tecnológico Eurecat y del CIDAI (Centre of Innovation for Data tech and Artificial Intelligence), “la cadena de valor de los datos es todo un proceso. Primero, los capturamos en diferentes formatos, por tanto, hay que entender cómo se generan para almacenarlos correctamente”.

Los datos captados, según Mas, pueden ser estructurados, aquellos precisos que podemos ordenar en una tabla de Excel, y no estructurados, los que se obtienen a través de texto, imágenes, sensores y un largo etcétera. “Después de extraer y eliminar todos los datos erróneos, para lo cual nos ayudaremos de softwares de fácil acceso que existen en el mercado, realizaremos el datalake, es decir, los guardaremos de manera adecuada para abordar el último paso del proceso, el análisis de esos datos, la parte final de la cadena de valor”.

El rápido desarrollo de la IA ha abierto de par en par la puerta de la captación, almacenaje y análisis de la información, pero, además, la evolución de la IA generativa, capaz de generar códigos por ella misma, incrementa exponencialmente la precisión de las búsquedas y los resultados. “En este punto, la creatividad humana aumenta de valor y será esencial en estos procesos”, asegura Mas.