
El reto energético de acercar los data centers a una industria obligada a reducir la latencia protagoniza el Datacloud 2025

La ciudad francesa de Cannes ha vuelto a ser el epicentro del debate mundial sobre la infraestructura digital con la celebración del Datacloud Global Congress 2025, uno de los foros más influyentes del sector de los centros de datos. Tal y como informa Capacity Media, dos mesas redondas han puesto de relieve la tensión creciente entre la necesidad de escalar la capacidad digital, impulsada por la IA, y los obstáculos para desarrollar data centers cerca de los núcleos industriales, donde son más necesarios.
La primera mesa, titulada “Redefiniendo las zonas de disponibilidad en la era de la presión del poder y la planificación”, ha abordado uno de los principales dilemas de la industria: la elección de nuevas ubicaciones para los centros de datos. Hasta ahora, las zonas de disponibilidad se habían mantenido relativamente estables. Sin embargo, la creciente escasez de energía y las restricciones regulatorias están forzando a los operadores a explorar nuevos destinos.
Doug Loewe, CEO de Kao Data, ha alertado durante su intervención de que moverse a una nueva zona de disponibilidad “es extremadamente arriesgado”. Esta afirmación refleja la fuerte dependencia hacia zonas tradicionales, a menudo saturadas en términos de capacidad eléctrica y espacio urbanizable. Para Loewe y otros ponentes, esta transición requiere inversiones masivas, replanteamiento del diseño y diálogo con reguladores locales, que no siempre están preparados para entender la urgencia del sector.
La segunda mesa, titulada “Los centros de datos en una encrucijada: escalando para la era de la IA”, se ha centrado en cómo la inteligencia artificial está revolucionando no sólo el volumen de datos, sino también la infraestructura necesaria para gestionarlos. Moderada por Andrew Jay, de CBRE, esta sesión ha dejado claro que el reto es crecer a una velocidad y escala sin precedentes.
Doug Adams, CEO de NTT Global Data Centers, ha sido contundente: “La palabra clave para la IA es escalada: escalada en edificios, en capital, en consumo energético, en innovación”. NTT está levantando edificios de 100 megavatios en campus que alcanzan los 500 MW en Europa e India. Pero estas construcciones masivas no siempre pueden ubicarse donde más se necesitan.
El objetivo de la baja latencia
Uno de los puntos comunes en ambas mesas ha sido el obstáculo que supone acercar los centros de datos a los centros industriales, donde las empresas manufactureras, logísticas o farmacéuticas requieren baja latencia y gran capacidad de procesamiento. Aunque desde el punto de vista técnico sería lo más eficiente, factores como la escasez de suelo industrial, las normativas ambientales y la falta de infraestructuras eléctricas adecuadas están ralentizando el proceso.
Val Walsh, vicepresidenta de Microsoft, ha subrayado que “Europa es una región difícil para crecer en términos de coste y regulación, pero es esencial. No es opcional”. La tecnológica ha anunciado que duplicará su capacidad en el continente antes de 2027, pero necesitará superar complejos procesos administrativos y construir alianzas público-privadas.
El suministro energético es el aspecto más crítico. En zonas densamente industrializadas, como el norte de Italia, el sur de Alemania o ciertos clústeres en Reino Unido, la red eléctrica ya opera al límite. Los nuevos proyectos de data centers compiten por la misma electricidad que las fábricas y los hogares, lo que genera tensiones. Los operadores están empezando a explorar fuentes de energía alternativas y modelos de autosuficiencia energética, pero estos enfoques aún están en fase experimental.
La conclusión general del congreso es clara: la transformación digital que trae la IA exige centros de datos más grandes, más rápidos y más cerca de la industria. Pero el modelo actual no es escalable: es necesario repensar la ubicación, el diseño y la gestión energética de los centros de datos. Y, sobre todo, es urgente una mayor colaboración entre gobiernos, empresas tecnológicas y actores industriales para planificar juntos el crecimiento de una infraestructura crítica para el desarrollo económico de las próximas décadas.