Steve Tack (Dynatrace): «El pez grande ya no se come al pequeño, sino el rápido al lento»

El vicepresidente de Dynatrace, Steve Tack, sitúa en su entrevista con el analista de innovación Eugenio Mallol, a la experiencia de usuario en el centro de la nueva visión unificada de la tecnología
Eugenio Mallol
16 de enero de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Steve Tack (Dynatrace): «El pez grande ya no se come al pequeño, sino el rápido al lento»
El vicepresidente de product management y el CTO de Dynatrace, Steve Tack y Bernd Greifeneder

Dynatrace nació en 2005, las cosas han cambiado mucho. Descríbeme en qué punto estamos ahora.

Todo gira en torno a la velocidad de la innovación. Provengo de un banco enfocado localmente, que se planteaba cuestiones relacionadas con los ahorros de costes. Ahora el CTO se centra ahora en la automatización, en la velocidad, en el consumidor. Hay grandes éxitos a la vista en la frontera digital. Vemos un par de intersecciones en las que todo el mundo debería estar interesado. Una es la forma en la que las empresas aprovechan la tecnología, porque grandes hyperscalers, kubernetes, contenedores y serverless technologies, y todos ellos van a estar juntos. Y el otro tema core es también cómo las empresas necesitan organizarse ellas mismas para ver esas ventajas. No es el momento de pedir disculpas. En Dynatrace empezamos en torno al rendimiento de las aplicaciones y hemos evolucionado hacia una mayor observabilidad y seguridad de esa plataforma definida por inteligencia de software. Estamos realmente en los principios de la transformación digital, es mucho más lo que va a suceder en los próximos años en este ámbito.

Cuando hablo con la industria, mi impresión es, en efecto, esa: estamos en esos días iniciales. La otra sensación es que todas las tecnologías disponibles ahora necesitan una cantidad de datos enorme y no todas las empresas están en condiciones de darlos.

Somos una referencia en la banca, hace unas semanas estuve con compañías de la automoción y de seguros, y es una aproximación bastante global. Reaccionar a tu common data, ese es el desafío clave. Lo que encontramos en muchas organizaciones no es que tengan datos insuficientes, sino que no pueden obtener respuestas de ellos con las que dirigir la automatización. Porque la escala, la complejidad, se encuentra más allá de la habilidad humana, no hay ninguna forma de poder hacerlo vía dashboards, mirando las pantallas.

Un líder tecnológico decía que veremos la automatización inteligente a nivel de sistema.

Los ecosistemas operan de forma diferente, pero esa es definitivamente la perspectiva. Por ejemplo, cuando trabajamos con empresas, tienen docenas de partners estratégicos, y realmente ven la plataforma y el acceso a soluciones construidas con un propósito: disponer de todos esos ingredientes juntos para obtener el resultado más adecuado. Porque hay que considerar la complejidad del ecosistema y cómo operan las relaciones con otros, pero también lo dinámicos que son y cómo de rápido son capaces de cambiar.

Las compañías, tanto las más digitales como las ligadas al mundo físico, son conscientes de que acabarán siendo software driven.

Una de las cosas en las que está evolucionando nuestro foco es el relacionado con la experiencia de usuario. La intersección entre el mundo digital y el físico permite una gran variedad de experiencias que se pueden tener en el edge, en el borde. Piensa en tu coche, en las experiencias conectadas dentro de él para entretenimiento. Pienso acerca de ello como una “experiencia distribuida”. Algunas veces las tecnologías olvidan y ponen todo ese trabajo en el cloud computing o en el desarrollo y ese no es el verdadero objetivo, sino conseguir que el consumidor, el partner, el empleado, formen parte de esa experiencia.

¿En qué punto ves a Europa en este proceso?

Todas las grandes regiones están transitando por los mismos desafíos temáticos específicos. Las diferentes industrias están tratando de averiguar cómo pueden usar la inteligencia artificial para sacar más provecho a sus equipos. Automatizar muchas de nuestras tareas, incluido el proceso de desarrollo, y la resiliencia de los sistemas, nos permitirán volver a poner el foco en la innovación y generar más valor en la organización. A mí no me gustan las discusiones sobre escenarios de costes o similares, deberíamos centrarnos más en conducir la innovación dentro de la compañía y en cómo eso puede beneficiar a los consumidores.

Explícame cómo está cambiando la inteligencia artificial vuestra actividad y cómo lo hará en el futuro.

Hace unos meses anunciamos un gran paso adelante para liberar una nueva capacidad que llamamos Grail. Trata de proporcionar IA como respuesta a los grandes conjuntos de datos, para dar alto valor y alta velocidad. La diferencia que situamos en la IA es que se necesita incluir el conocimiento del dominio e incorporar lo que llamamos IA determinista, y eso implica visibilidad, seguridad y el convencimiento de que los datos deben tener una gran fidelidad. La fuente de los datos, en ese sentido, importa, porque hay muchas compañías que creen que poner IA podría ser mágico. Pero eso no es posible. No puedes conducir analytics en IA sin datos de amenazas, y al mismo tiempo en la otra mano tener los datos de amenazas y una aproximación genérica al machine learning. Nosotros tomamos una aproximación basada en IA determinista para ayudar a los clientes a operar a escala, de modo que pueden desarrollar software más rápidamente, trasladar más arquitecturas resilientes, buscando más el beneficio del consumidor.

La brecha entre las empresas cuyos CEO están entendiendo la necesidad de seguir esta vía y aquellas que no aumenta realmente rápido, incluso entre sociedades y economías.

Una forma de analizar esa cuestión está relacionada con los resultados que puedes ver. Uno de ellos es el de las industrias que se están viendo transformadas por la disrupción. No son las grandes las que se comen a las pequeñas, sino las rápidas las que se comen a las lentas. Creo que es muy verdadero, en el sentido de que hay nuevos modelos de negocio que pueden crear esa disrupción gracias a la velocidad y a su capacidad para moverse rápidamente. Es lo que está pasando en el ámbito de las finanzas con el Fintech, que está ofreciendo nuevos servicios como vía para transformar a la banca tradicional. Vivimos una era en la que es muy fácil cambiar servicios, hay muy poca fricción. Puedes convertirte en un nuevo banco, o un nuevo retailer, incluso en el automóvil mucha gente está tomando decisiones basadas en la tecnología. La brecha puede ampliarse definitivamente y no es solo un asunto relacionado con que unas compañías se mueven más rápido que otras, es que las compañías que no se mueven se están colocando en un riesgo para sus negocios.

¿Qué veremos en el futuro en Dynatrace?

Una de las tendencias en nuestra industria es la convergencia de sectores. La seguridad está siendo cada vez más relevante y la automatización también, porque las empresas quieren una aproximación más unificada. No quieren poner sus tareas juntas a través de diferentes componentes si la solución puede ser proporcionada de forma única. Lo que va a separar a los ganadores y los perdedores en nuestro ámbito es que hay mucho más dato del que la gente puede poner en acción, no tenemos un problema de datos, tenemos un problema de respuestas. Nuestra visión es automatizar el negocio digital, no sólo monitorizar, sino proporcionarles las respuestas con las que pueden automatizar.

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