El Internet Architecture Board analiza la red durante el COVID y se pregunta: ¿debimos priorizar algunos tráficos en la crisis?
Tras convocar a todo el ecosistema que soporta el funcionamiento de la red, acaba de publicar un informe con las conclusiones que pueden extraerse del confinamiento en lo que se refiere al rendimiento de la infraestructura, el tipo de tráfico elegido, el papel del móvil y de la nube o la seguridad, un documento de referencia para pensar en el Internet del futuro
Waldemar Brandt / Unsplash
La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto tremendo en la vida de las personas, así como en las sociedades y economías de todo el mundo. Pero también lo ha tenido en la configuración de las redes de telecomunicación. El Internet Architecture Board (IAB) envió en julio de 2020 invitaciones a participar en workshop dirigido a analizar lo sucedido y tras una reunión con todas las partes interesadas ha elaborado un informe que acaba de hacer público.
Uno de los puntos más interesantes es el debate motivado por la difícil interacción entre la descarga masiva y las aplicaciones interactivas en tiempo real, posiblemente debido a la saturación del búfer y los retrasos en las colas. En el workshop del IAB se ha discutido sobre la delicada cuestión de la priorización del tráfico, lo que implicaría la posibilidad de marcar puntos de código de servicios diferenciados (DSCP).
“Surgió la pregunta de si un esquema de marcado de prioridad mínima habría ayudado durante la pandemia, por ejemplo, al permitir el marcado del tráfico de menor esfuerzo. Esa discusión se convirtió rápidamente en un debate más general acerca de la calidad de servicio (QoS) y la transparencia y, como tal, también se refirió a los efectos que tendría un mayor cifrado”, explica el informe. “Como era de esperar, el grupo no pudo resolver las diferentes perspectivas e intereses involucrados”, pero es un buen comienzo.
Los operadores y proveedores de servicios de Internet han informado en el workshop de un crecimiento del tráfico del 20% o más en cuestión de semanas, que en el caso del tráfico multimedia conversacional superó, en algunos casos, el 200%. “En general, Internet se ha adaptado relativamente bien a este crecimiento del tráfico”, según informe, aunque “la situación no es perfecta: también ha habido algunas interrupciones, reducción de la calidad del vídeo y otros problemas”. En cualquier caso, los impactos de esta crisis son una oportunidad potencial para comprender el impacto de los cambios de tráfico y el crecimiento de manera más general que sirva para preparar situaciones futuras.
La buena noticia es que si bien se han producido casos de congestión diurna en algunos puntos de interconexión y en ciertas redes de última milla, principalmente en marzo de 2020, no se ha observado congestión persistente. Además, “se ha medido una tendencia a la baja en el rendimiento de descarga a ciertas regiones de la nube, lo que probablemente se pueda explicar por el mayor uso de los servicios cloud”. Esto da otra indicación de que “el escalado de los recursos compartidos en Internet está funcionando razonablemente bien para gestionar cambios aún mayores en el tráfico como se experimentó durante el primer confinamiento casi global de la pandemia de COVID-19”.
Por primera vez, la utilización de la red durante la semana se ha asimilado a la de los fines de semana. “Los efectos del aumento del volumen de tráfico han podido absorberse fácilmente, ya sea utilizando la capacidad de reserva existente o cambiando rápidamente el ancho de banda adicional. Esta es una de las razones por las que Internet pudo hacer frente a la pandemia durante el primer período de confinamiento”, apunta el informe.
En cuanto a la composición del tráfico de datos, la proporción de tráfico vinculado a aplicaciones «esenciales» como VPN y herramientas de videoconferencia ha aumentado en más de un 200% y también ha crecido la demanda de tráfico de entretenimiento. Sin embargo, ha disminuido el relacionado con la educación, las redes sociales y, durante algunos períodos, las redes de entrega de contenido (CDN, Content Delivery Network).
O2 UK ha observado, asimismo, a partir de la información de los móviles, una disminución del 50% en la movilidad en el Reino Unido durante el período de confinamiento, más significativa en áreas urbanas densamente pobladas que en áreas rurales (el 10% de los habitantes de Londres se reubicó durante el cierre). El impacto sobre el tráfico de datos móvil es interesante: “el volumen de tráfico de datos de enlace descendente agregado para todos los portadores (incluida la voz conversacional) ha disminuido para todo el Reino Unido hasta en un 25% durante el período de confinamiento”. Las personas han confiado más en el acceso residencial a Internet de banda ancha para ejecutar aplicaciones de descarga intensiva, como la transmisión de vídeo, que en el móvil.
“El volumen total de tráfico de datos de enlace ascendente, por otro lado, ha experimentado pocos cambios (entre -7% y + 1,5%) durante el confinamiento. Esto se ha debido principalmente al aumento del tráfico de voz 4G (es decir, Voz sobre LTE (VoLTE)) en el Reino Unido que ha alcanzado un máximo del 150% después del confinamiento en comparación con el valor medio nacional antes de la pandemia, compensando así la disminución en el tráfico de datos”, añade el informe del IAB.
La infraestructura en la nube ha desempeñado “un papel clave en el apoyo a las videoconferencias con uso intensivo de ancho de banda y las herramientas de aprendizaje remoto para practicar el distanciamiento social durante la pandemia de COVID-19”. El análisis macroscópico durante 3 meses (junio-agosto de 2020) “ha revelado tendencias a la baja en el rendimiento de descarga de los ISP y las redes educativas a ciertas regiones de la nube”. Según el informe, “un mayor uso de la nube durante la pandemia podría ser uno de los factores que contribuyó a la disminución del rendimiento”.
El tipo de tráfico que necesitan los usuarios también ha cambiado en 2020. El tráfico upstream ha aumentado debido al uso de videoconferencias, educación remota y aplicaciones similares. La Asociación Nacional de Cable y Telecomunicaciones (NCTA) y Comcast han informado de que mientras que el tráfico descendente ha crecido un 20%, el tráfico ascendente lo ha hecho hasta un 30-37%. Vodafone asegura, por su parte, que el tráfico upstream creció un 100% en algunos mercados.
El ConsumerLab de Ericsson ha encuestado a los usuarios sobre su experiencia durante la crisis y las conclusiones aportadas al workshop del IAB son: 9 de cada 10 usuarios aumentaron las actividades en Internet y el tiempo de conexión; uno de cada cinco inició nuevas actividades en línea; 6 de cada 10 están muy satisfechos con la banda ancha fija; y el uso de las aplicaciones para smartphone ha cambiado, se ha observado un crecimiento más rápido en las aplicaciones relacionadas con el seguimiento y la información de COVID-19, el trabajo remoto, el aprendizaje electrónico, el bienestar, la educación, la consulta de salud remota y las aplicaciones de experiencias sociales compartidas, mientras que las mayores disminuciones se produjeron en viajes y reservas, servicios de transporte, ubicación y aplicaciones de estacionamiento.
Por último, en cuanto a la seguridad, las mayores amenazas y los impactos se dividen en dos áreas: la agilidad de los ciberdelincuentes para lanzar nuevas campañas utilizando COVID-19 como señuelo, y la ampliación de la amenaza que se produce cuando se desencadena un movimiento rápido hacia el trabajo desde casa.