
El gasto de las empresas en IA crece un 33%, pero más de la mitad se ven limitadas aún por su infraestructura tecnológica

La segunda edición de Readiness Report de Kyndryl, basada en datos de 3.700 directivos de 21 países, pone de relieve tanto el creciente rendimiento de las inversiones en inteligencia artificial (IA) como los retos significativos que persisten a pesar de este éxito. Martin Schroeter, CEO de Kyndryl, afirma que “aunque el 90% de las organizaciones cree que cuenta con las herramientas y los procesos necesarios para aumentar la innovación, más de la mitad se ven frenadas por su infraestructura tecnológica y menos de un tercio afirma que sus empleados están realmente preparados para la IA.”
El gasto en inteligencia artificial ha aumentado un 33% respecto a 2024, junto con las expectativas de ROI. Sin embargo, a medida que crecen las inversiones, también se intensifica la presión por demostrar su valor y protegerlo: tres de cada cinco líderes reconocen que este año sienten más presión que el anterior para obtener resultados, con la ciberseguridad como principal caso de uso. Aunque el 54% de las organizaciones afirma haber obtenido un rendimiento positivo de sus inversiones en IA, el 62% todavía no ha avanzado más allá de la fase piloto, lo que evidencia que muchas iniciativas siguen estancadas en la etapa de experimentación.
Nueve de cada diez líderes consideran que la IA transformará “por completo” los puestos de trabajo en sus organizaciones durante los próximos 12 meses, aunque solo el 29% cree que su plantilla está preparada para aprovechar con éxito esta tecnología. La preparación del talento y la cultura organizacional se perfilan como barreras críticas, pero también como oportunidades: casi la mitad de los CEOs reconoce que la innovación se ve limitada por la cultura interna (48%) y la lentitud en la toma de decisiones (45%). Las empresas líderes no solo invierten en tecnología, sino que priorizan la cultura, la formación de competencias y el alineamiento del liderazgo.
A estos desafíos se suman presiones externas. La situación geopolítica y regulatoria obliga a replantear la gestión de datos en la nube: tres de cada cuatro líderes se preocupan por la soberanía y seguridad de los datos, y el 70% reconoce que su configuración actual de nube se implementó “por accidente más que por diseño”, por lo que el 65% ajusta estrategias, repatria datos, revisa proveedores o adopta modelos de nube privada.
Adopción de la IA en España
España presenta particularidades notables en comparación con el promedio global en el reporte de Kyndryl. En cuanto a los avances tecnológicos, el 81% de los ejecutivos españoles percibe dificultades para mantenerse al día, una cifra superior al 60% global. Sin embargo, la presión por el retorno de la inversión en IA es menor en España, donde solo el 55% de los ejecutivos se siente más presionado que en 2024, seis puntos por debajo de la media global. La preocupación por los riesgos geopolíticos en la gestión de datos en la nube se alinea con el 75% internacional.
La ciberresiliencia destaca como fortaleza en España, con solo un 71% de las organizaciones afectadas por interrupciones de ciberseguridad, 11 puntos menos que la media global. Respecto a la fuerza laboral y la preparación para la IA, las empresas españolas priorizan las soft skills: el 41% valora habilidades básicas, humanas y cognitivas (frente al 39% global), mientras que el 36% se enfoca en habilidades técnicas (38 % global). En tecnología cloud, el 41% de las organizaciones españolas busca una mayor comprensión de la complejidad de la integración, superando el 36% global.
En paralelo, un estudio de SAP entre 12.000 directivos refleja cómo la adopción de IA, especialmente la IA generativa y los agentes de IA, está marcando un punto de inflexión en las empresas españolas. El 70% de las empresas españolas consultadas utiliza agentes de IA: el 14% ya los ha desplegado en toda la organización, el 27% en departamentos concretos y otro 28% los aplica en proyectos piloto o de forma experimental, mientras que el 30% está valorando su uso. La IA se emplea en áreas clave como marketing, ventas, detección de fraude, generación de informes y desarrollo de software, así como en la elaboración de presupuestos y planes de inversión. Su irrupción también ha llevado a rediseñar procesos internos, especialmente en facturación y pagos (65,6%), Recursos Humanos (52,8%) y marketing y ventas (38,3%).
Además de los beneficios operativos, las empresas confían en obtener un retorno positivo de su inversión en menos de 12 meses. La tecnología también ha mejorado la experiencia laboral, al eliminar tareas repetitivas, aumentar la satisfacción del personal, mejorar la colaboración interna y facilitar la conciliación entre vida personal y profesional. No obstante, persisten riesgos: uno de cada tres encuestados teme tomar decisiones basadas en información incorrecta generada por IA, mientras que otros señalan dificultades para atraer y retener talento (32,3%), falta de control sobre la privacidad de datos (27,5%) y opacidad en los resultados generados (26,9%).
Las conclusiones de los informes de Kyndryl y SAP coinciden con los resultados del I Barómetro de la IA en España, elaborado por Siemens España y Atlas Tecnológico y presentado en primavera. Este estudio ya señalaba que, aunque el 86 % de los directivos españoles percibe la inteligencia artificial como una fuente de nuevas oportunidades de negocio, casi la mitad (49 %) identifica la falta de formación especializada y el 59 % la desconexión en la toma de decisiones directivas como los principales obstáculos para su adopción efectiva.