El ABC de los ecosistemas de innovación que funcionan

Preguntas aparentemente fundamentales, como qué es un ecosistema de innovación, quiénes lo componen y cómo funciona, no siempre tienen una respuesta sencilla, pero la experiencia diaria ayudando a las empresas a innovar proporciona algunas guías interesantes para no cometer errores y aprovechar al máximo todo su potencial
Ángel Alba
17 de diciembre de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
El ABC de los ecosistemas de innovación que funcionan

Más allá de la IA Generativa, hay un concepto que se nos suele llenar la boca a los que trabajamos en innovación.

Y es el de ecosistema de innovación.

Todo el mundo quiere formar parte de uno. O mejor aún, crear su propio ecosistema.

A ver, a ver.

Que buscas en Google Trends y hay tan pocas búsquedas, que ni aparece. Es un tema de nuestra tribu de locos innovadores y por supuesto, no es mass market.

Pero es verdad que se suele escuchar bastante. Como siempre, mal interpretado.

Así que en el post de hoy voy a intentar hacer un ABC básico de qué es un ecosistema, cómo funciona y cuáles son sus palancas clave.

Para que cuando te propongan unirte a uno, sepas de lo que va.

¿Qué es un ecosistema de innovación?

Un artículo muy interesante de McKinsey explica la diferencia entre tres conceptos que habitualmente se confunden.

Yo por lo menos pensaba que eran lo mismo, hasta que me he puesto a estudiar. Te cuento mis conclusiones.

#1 Distritos de innovación

Surge a principios de los 2000 y se trata de agrupaciones físicas de empresas, agentes científico-tecnológico y start-ups que se ubican en un determinado barrio o espacio reducido.

El objetivo es aprovechar intereses comunes y reducir los costes de encontrar conocimiento.

Un ejemplo serían los parques científicos y/o tecnológicos.

#2 Hubs de innovación.

En este caso el espacio geográfico se amplía a ciudades completas o áreas geográficas más amplias. Aunque el objetivo sigue siendo el mismo.

Por ejemplo, la Biorregión Sanitaria en la comarca del Vallés de Cataluña.

Otro ejemplo es Boston, un hub de innovación biosanitaria, compuesto por varios distritos (Harvard y el MIT, separados por un río).

Es decir, un hub no es un edificio.

#3 Ecosistemas de innovación

Es el tercer caso. El Sloan Management Review del MIT lo define como

“Espacios que comprometen la participación de 5 stakeholders principales vinculados por un fuerte tejido social de interés mutuo, necesidades y recursos complementarios y confianza”.

Es decir, un ecosistema de innovación no es una AEI ni una asociación ni una fundación. Eso son figuras legales y administrativas para reunir a una serie de agentes.

Igual que un club de baloncesto de barrio o una cofradía de Semana Santa.

Así que por el hecho de que seas socio de una asociación de su sector NO IMPLICA que formes parte de un ecosistema.

¿Por qué?

Porque en el ecosistema tienen que pasar tres cosas importantes. Que existan los 5 stakeholders, que haya intereses mutuos y complementarios exista confianza y transparencia.

Vamos al detalle.

¿Quién forma parte de un ecosistema?

El modelo de los 5 stakeholders se refiere a los siguientes:

#1 Empresas

Son el punto clave del ecosistema, bien como proveedoras de conocimiento o bien como implementadoras.

#2 Los emprendedores

Existen datos de estudios que demuestran que las principales innovaciones no vienen de las empresas actuales (aunque sí pueden hacerlo, sino, en Innolandia no tendríamos trabajo).

Sino de los emprendedores. De las start-ups.

Son fuente de tecnología, que las empresas puedes aplicar. A pesar de mi relación amor-odio con ellas. Algún día escribiré sobre esto.

#3 La academia

Incluyo aquí a universidades y centros tecnológicos. Sí, ya sé que no son lo mismo. Y no (deberían) competir por los mismos recursos.

Pero la vida es complicada cuando tienes que pagar nóminas a fin de mes.

Son fuente de conocimiento, de capacidades para las personas y de talento.

#4 El capital

Un ecosistema que funciona necesita contar con dinero para llevar a cabo los proyectos. Pero sobre todo para escalar los más interesantes y de mayor riesgo.

Por eso hay empresas que están creando sus propias herramientas de financiación de proyectos innovadores de riesgo. Separar el dinero dedicado al negocio tradicional del de la innovación.

#5 Administración Pública

Aunque hay otras tendencias, encabezadas por Mazzucatto, mi humilde opinión es que el rol de la Administración Pública debería centrarse en establecer las condiciones y no poner palos en las ruedas.

Ya si eso, que facilite la vida con ayudas fiscales o incluso compra pública que realmente funcione, pero por lo menos, que no moleste.

¿Cómo funciona un ecosistema de innovación?

La materia prima de un ecosistema de innovación es el flujo del conocimiento.

Lo que saben unas partes, que complementan lo que saben otras. Se mete en la coctelera y salen innovaciones.

Ojala y fuera tan sencillo.

Pero lo que sí puedes identificar es que existe un flujo continuo de conocimiento, en dos modelos: formal (talleres, cursos, presentaciones) y tácito (tomando café).

Y ese conocimiento es bidireccional y sistémico. Es decir una start-up o una empresa pueden ser generadores de conocimiento y al mismo tiempo implementadores del conocimiento.

Oferta y demanda.

Así que en un ecosistema pueden existir dos roles principales, que incluso pueden intercambiarse, como te he explicado antes.

#1 Generadores de conocimiento

Desde hace años, la academia ha perdido el monopolio de la generación de conocimiento. Actualmente los mayores generadores de conocimiento son grandes empresas.

Desde Tesla y su investigación espacial o energética a los grandes laboratorios de investigación en IA de Google, Microsoft o Amazon.

También existen pequeñas empresas que han ido generando conocimiento práctico que otras empresas puedan utilizar. Son los servicios avanzados (KIBS en inglés).

Es decir, el conocimiento se puede generar por la experimentación, por cualquier agente sin seguir el modelo viejuno de la I+D lineal. Lo importante es generar activos o bases de conocimiento.

Y eso puede ocurrir en cualquier nodo del ecosistema.

#2 Aplicadores de conocimiento

La innovación no es creatividad. Necesitamos poner las ideas en la práctica.

Tomar el conocimiento y llevarlo al mundo real.

Y de nuevo, eso no es función exclusiva de las empresas en un proceso lineal irreal. Las start-ups pueden tomar conocimiento de la academia vía spin offs.  

Incluso la academia puede aplicar conocimiento de las empresas para colaborar en el desarrollo de nuevas innovaciones.

De nuevo, es un proceso de conexiones de diferentes nodos, por los que fluye el conocimiento y las ideas.

#3 Los intermediarios

Atlas Tecnológico es un intermediario del ecosistema de innovación industrial en nuestro país. No es por hacer la pelota, pero, diría que quizás el más importante.

Pero ¿cuál es la función de los intermediarios, como Atlas?

En un estudio de Esteve Almirall de ESADE explica que estos agentes que aparecen en los ecosistemas de innovación permiten reducir el coste de transacción del proceso.

Traducido: a acelerar el proceso y encontrar más rápido lo que buscan. Estos intermediarios pueden aplicar 5 propuestas de valor diferentes: scouting, lluvias de ideas, concesión de licencias, conexiones y equipo de expertos. Quizás identificas alguna de las actividades de Atlas en estas categorías.

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