¿Cuál es nuestra estrategia de Inteligencia Artificial en Supply Chain? La verdad es que he visto preguntas mejores

La rápida incorporación de tecnologías de IA generativa en la cadena de suministro promete mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente, sin embargo, las empresas deben evitar adoptar la IA por moda y en su lugar, alinearla con objetivos operativos específicos para lograr una transformación real
José Luis Casal
27 de junio de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
¿Cuál es nuestra estrategia de Inteligencia Artificial en Supply Chain? La verdad es que he visto preguntas mejores

La rápida adopción de tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) generativa ha despertado en los responsables de la cadena de suministro el interés por los beneficios potenciales de las herramientas de IA empresarial. De hecho, ya he escrito sobre ello, tanto, que incluso ha dado para un libro. Pero si el enfoque de vuestra empresa respecto a la adopción formal de la Inteligencia Artificial comenzó con la pregunta ‘¿Cuál es nuestra estrategia de IA?’, es posible que tengáis que empezar de nuevo y darle una vuelta.

La tecnologías basadas en ‘IA formal’, la de toda la vida, tienen el potencial de aumentar la eficiencia, mejorar la experiencia de los clientes e impulsar otros beneficios de forma selectiva. Los operadores de almacenes, distribuidores y otras organizaciones de la cadena de suministro se encuentran entre los que recurren a herramientas avanzadas de IA para abordar problemas complejos y mejorar las operaciones. De hecho, según Gartner, las principales organizaciones del sector invierten en IA y aprendizaje automático para optimizar sus procesos más del doble que sus homólogas de menor rendimiento.

Pero los responsables de la cadena de suministro debéis evitar el impulso de poner la IA en primer lugar, es decir, adoptar la ‘IA por el bien de la IA’ y porque ahora está de moda, del mismo modo que las empresas se lanzaron a Internet durante la burbuja de las puntocom o se precipitaron a la nube antes de comprenderla plenamente. La adopción de la IA no es una estrategia en sí misma. En su lugar, las empresas deben determinar cómo la integración de la IA se alineará con objetivos operativos más amplios y abordará retos específicos propios de sus sectores.

La IA, a secas, no es la panacea

La idea de que la IA es la panacea pasa por alto el hecho de que la tecnología por sí sola no puede abordar los retos específicos de una empresa, especialmente cuando la no se alinea con objetivos empresariales concretos. Es crucial evaluar cómo la IA puede servir de forma práctica a una organización en lugar de adoptar soluciones de IA sólo porque son interesantes, incluso cuando ese interés se extiende a los competidores.

Los responsables de supply chain debéis comprender las dos caras de cualquier nueva adopción de la IA. Y para que me entendáis, aquí os dejo algunos casos de uso sencillos con sus posibles ventajas y dificultades:

  • Gestión de inventarios: La IA predice y gestiona con precisión los niveles de existencias, minimizando el exceso de existencias y la escasez. Sin embargo, si no existe una conexión con el SGA, la desalineación con la estrategia de inventario de la empresa puede añadir complejidad y costes.
  • Previsión de la demanda: La IA aumenta la precisión en la previsión de la demanda de los clientes, lo que permite mejorar la programación de la producción. Sin embargo, la falta de integración con el SGA y la estrategia global de la cadena de suministro podría provocar una asignación de recursos desajustada.
  • Gestión de flotas: La IA optimiza las rutas y reduce el consumo de combustible, contribuyendo al ahorro de costes y a los objetivos de sostenibilidad. Pero si no está adaptada a las necesidades específicas de la flota, puede no generar un ROI significativo.
  • Control de calidad: Los sistemas de visión por computador con IA pueden mejorar la calidad del producto y eliminar defectos. Sin embargo, ignorar las características específicas del producto o del proceso puede llevar a un gasto excesivo con resultados mínimos.

Ninguna inversión en Inteligencia Artificial compensará la falta de comprensión de vuestro negocio y, lo que es más importante, de vuestra cadena de suministro. De hecho, la adopción de cualquiera de ellas puede acarrear importantes cargas técnicas, costes e incluso pérdidas por falta de alineación con las necesidades empresariales. Empezad por analizar vuestras necesidades y, más concretamente, los casos de uso clave que impulsan el éxito. Contar con un partner experto de verdad, sí, de verdad, se vuelve crucial en un proyecto de esta envergadura.

Para aprovechar realmente el poder de la IA, los responsables de la cadena de suministro debéis descartar la suposición de que la IA es una necesidad a secas. Debéis plantearos preguntas específicas y estratégicas que fomenten un enfoque más reflexivo de la adopción de la IA, incluida la evaluación de posibles casos de uso, la consideración de alternativas y la garantía de alineación con objetivos empresariales más amplios. ¿Algún ejemplo? Pues claro…:

  • ¿Cuáles son nuestros retos más acuciantes en los que podrían ayudar las herramientas específicas de IA?
  • ¿Cuáles son las herramientas específicas de IA que pueden ayudar en estas áreas?
  • ¿Coincide alguna de estas herramientas con los objetivos estratégicos generales de nuestra empresa?
  • ¿Existen alternativas sin IA que puedan ser mejores para estos casos de uso?
  • ¿Existen riesgos al adoptar estas herramientas? ¿Cómo podemos mitigarlos?
  • ¿Cómo medimos el éxito de la IA y qué parámetros definen ese éxito?
  • ¿Puede la IA integrarse con nuestra tecnología actual o será necesario realizar cambios?
  • ¿Tengo la estrategia de datos y la gobernanza adecuadas para aprovechar realmente la IA?

Plantearse estas preguntas permite a las empresas determinar si la IA puede tener el impacto más significativo y dónde, y garantizar que la IA se adapte a las necesidades específicas de cada organización.

¿Cuál es nuestro punto de partida?

Adoptar la IA también requiere una preparación que no todas las empresas están preparadas para llevar a cabo. Cada herramienta de IA tendrá unos requisitos básicos que garantizarán que la tecnología funcione según lo previsto y cumpla las expectativas. Los ingredientes básicos de esta ‘receta mágica’ sería, por ejemplo:

  • Datos precisos, completos y relevantes apropiados para la tecnología de IA en cuestión.
  • Una infraestructura sólida que respalde la IA y facilite su integración con los sistemas existentes.
  • Una cultura que acepte la innovación y los cambios en los flujos de trabajo provocados por la adopción de la IA.
  • Expertos bien informados, y formados, que conozcan las herramientas de IA lo suficiente como para generar un valor continuo. Y aquí incluiría ese partner, compañero de viaje, del que hablaba antes.
  • Un compromiso para perfeccionar los sistemas de IA en función de los nuevos datos, la tecnología o las necesidades empresariales.

Podría pasar, de hecho pasa, que estos ingredientes podrían estar fuera del alcance de algunas organizaciones, pero es posible que no lo tengan claro desde el principio… y eso podría añadir algún que otro imprevisto a la ecuación.

Se debería adoptar la Inteligencia Artificial de forma estratégica y meditada. Centrándose en la preparación de toda la organización y asegurando el apoyo adecuado, la excelencia a través de la IA se hace realidad.

La estrategia por delante

Como estamos viendo, los responsables de la cadena de suministro debéis reconocer que la IA no es una solución rápida ni la solución definitiva a todos sus retos. Es una herramienta potente, pero una de las muchas herramientas tecnológicas disponibles para alcanzar sus objetivos empresariales. Aunque la IA puede aportar beneficios significativos, requiere una estrategia bien desarrollada y una comprensión de cómo se integra con los objetivos empresariales.

Adoptando la IA en consonancia con unos objetivos claros, abordando cualquier condición previa para el éxito y supervisando su progreso e impacto a lo largo del tiempo, las empresas pueden lograr una transformación real y espectacular en sus operaciones de la cadena de suministro.

¿Queréis lograrlo? Poneos en buenas manos y sentidiño.

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