Conversaciones en Lanzadera: Makalú Kombucha, de un ‘diálogo de sofá’ a crear una comunidad con la ayuda de NFT

"En 2024 nos encantará poder destinar una parte de nuestros beneficios a proyectos que surjan desde la propia comunidad y que tengan un impacto en ella. Para ello, nos apoyamos en la tecnología", cuenta Marta Jiménez, fundadora de Makalú Kombucha, el primer obrador de la bebida en Valencia
14 de septiembre de 2022 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Conversaciones en Lanzadera: Makalú Kombucha, de un ‘diálogo de sofá’ a crear una comunidad con la ayuda de NFT
Marta Jiménez, fundadora de Makalú Kombucha y Marta Pla, redactora de Atlas Tecnológico

Marta Pla- Marta Jiménez es licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia y también posee un Máster en Industria 4.0 por PEAKS Business School y Fom Talent. Ha desarrollado su experiencia en el mundo de la cooperación empresarial en negocios como Valmetal, donde ha podido conectar la tecnología con las personas. Sin embargo, hace poco más de un año, fundó junto a otros dos compañeros, Makalú Kombucha, el primer obrador de Kombucha en el casco antiguo de Valencia. Marta, ¿cuál es el porqué de este proyecto? Es decir, ¿cómo nace Makalú Kombucha?

Marta Jiménez- Todo comenzó durante la pandemia, mis otros dos socios: Alex y Dani, se encontraban manteniendo una ‘conversación de sofá’, en la que se comunicaban las ganas mutuas por embarcarse en una aventura emprendedora. Dani es mexicano y había estado viviendo en Australia, casualmente allí la kombucha es una de las bebidas no alcohólicas más consumidas y él había aprendido a confeccionarla. Ambos se sorprendieron al diagnosticar que en España no existía un mercado en torno a esta bebida. Decidimos apostar por su elaboración, fuimos validando el producto, luego la receta, consultamos que tiendas y cafeterías nos podían apoyar. Comprobamos si realmente la receta y el branding tendrían sentido y con el tiempo fuimos viendo que efectivamente merecía todo nuestro tiempo y dedicación. En octubre de 2021 dejamos de lado los proyectos donde nos encontrábamos y nos dedicamos al completo a Makalú. En enero entramos en Lanzadera y poco después despegamos como negocio profesional.

Marta Pla- A través de las redes sociales, Makalú Kombucha propone iniciativas que fomentan la vida activa. Por ejemplo, hace unos meses participasteis como patrocinadores en el maratón de Ibiza y optasteis por regalar cuatro dorsales de última hora a las personas que fueran los más rápidos en contactaros. ¿Está vuestra bebida destinada a un público que opta por un tipo de vida saludable?

Marta Jiménez- Aquí tenemos siempre debates y dicotomías. Es cierto que Makalú se asocia al tipo de público objetivo que apuesta por el deporte y que presta atención tanto al cuerpo como al espíritu. Sin embargo, vamos viendo que cada vez más se va diluyendo un poco el perfil, el cliente y el buyer persona. Es decir, lo consumen personas que no conocían el producto y que simplemente buscan una alternativa no alcohólica en una cafetería porque no quieren solo agua o un zumo con azucares. Al principio lo vinculábamos a estos nichos segmentados por el mercado saludable o el propio bienestar. Makalú realmente tiene estas características, aunque ahora se abre incluso a mujeres embarazadas o en lactancia que no pueden tomar bebidas alcohólicas, o directamente a perfiles que lo consideran un refresco más. La kombucha constituye una alternativa al refresco pero que se presenta como saludable por la baja cantidad en azúcar que tiene, y que, además, conforma una bebida probiótica, tiene esta parte de benéficos que apoya a la flora intestinal y nos permite estar activos, es una bebida que proviene del té. Es sin duda, una mezcla interesante.

Marta Pla- Makalencha, de carácter clásico, y Makalito, con un toque desenfrenado y hierbabuena, son los dos productos con los que ahora mismo comercializáis. ¿Tiene el equipo previsto lanzar un nuevo tipo de bebida, o, por lo contrario, apostáis por el cuidado y mimo que implica ofrecer un número reducido de artículos?

Marta Jiménez- Esta es una reflexión constante, ahora mismo estas dos categorías son las referencias para validar el producto, constituyen la marca. Por ejemplo, en los restaurantes que tienen una carta más especiada o con ciertas aromáticas optan más por el producto Makalencha porque tiene un sabor más clásico, y en otros casos como los chiringuitos apuestan por Makalito como refresco por su sabor a hierbabuena y de carácter refrescante. Sin embargo, no nos cerramos a configurar nuevos sabores, pero primero queremos consolidar estos. Sin ir más lejos estábamos hablando con un posible cliente, es especialista en café de especialidad, nos lanzaba a probar y desarrollar una kombucha conjunta donde él aportaría todo su expertise en café y nosotros con la parte del fermentado. Estamos abiertos a explorar nuevas líneas y poder diversificar.

Marta Pla-  Makalú Kombucha aparece con el objetivo de generar un impacto positivo en el mundo, pero también nace en medio de un proceso en el que la tecnología parece ser el eje de todo el que quiera alcanzar las pretensiones en un ‘buen negocio’. ¿Cuál es el rasgo más vanguardista a nivel tecnológico en Makalú?

Marta Jiménez- Nosotros nos encontramos dentro de un proceso bastante global en el que seleccionamos proveedores, producimos la kombucha, la comercializamos. Hacemos muchos tipos de gastos, planificación financiera e innovación. Abarcamos toda la cadena, desde que compramos hasta que vendemos. Ahora mismo estamos intentando ver que automatizaciones o capas de digitalización podemos implementar para poder delegar en la tecnología todo aquello que hace mucho mejor que nosotros. La digitalización está presente en todo el sistema de gastos, compras y analítica. Ahora estamos con el reto de automatizar la producción. La kombucha al final es un producto que requiere un registro sanitario, por lo que los lotes deben estar muy bien trazados, aquí es donde vamos a poner el foco de la tecnología, para poder dar con la visibilidad, datos y análisis de estos lotes.

Marta Pla- La elaboración juega un papel clave en el resultado de la bebida, también el packaging que utilizáis. ¿Fue un proceso tedioso lograr el resultado actual?

Marta Jiménez- En cuanto a la parte de la receta y el propio líquido estamos bastantes satisfechos. Hemos llegado a controlar las variables del proceso para tener un producto estable, siendo siempre un producto vivo que depende también del hongo y de las condiciones en que fermenta, al final este proceso está sujeto a la temperatura ambiente, y sin duda, las variaciones de una ciudad como València le afectan, no es lo mismo el invierno que el verano en la producción.

Respecto al packaging, estamos también innovando y tratando de reducir los costes, apostamos por un envase de vidrio porque queremos que sea sostenible, estuvimos con varios retos de retornabilidad de botellas para esterilizarlas y luego volver a utilizarlas en el proceso. Hay mucho por hacer, no tiene sentido hacer un packaging de usar y tirar, animamos a nuestros clientes a que las reutilicen como envase o incluso como dispensador para jabones. Con la subida de precios en las materias primas, tenemos un reto muy interesante para reducir los costes de nuestro envase.

Marta Pla-En los últimos años, la kombucha ha comenzado a contar con gran popularidad, grandes cadenas de supermercados ofrecen la posibilidad de comprarla e incluso en algunos locales de restauración puede consumirse. Debido a ello, han aparecido distintas marcas destinadas a la elaboración de esta bebida. ¿Cuál es la principal diferencia de Makalú frente a sus competidores?

Marta Jiménez- Pensamos que la competencia nos hace fuertes y es un factor que nos estimula para no dormirnos y, sobre todo, para posicionar este tipo de producto haciendo que se conozca. Todavía hay un nicho que no conoce la kombucha y que está familiarizándose con ella. Es incluso positivo que haya cada vez más marcas porque hay mucho mercado por delante, nosotros apostamos por una kombucha de carácter valenciano, la elaboramos aquí y es una de las esencias que queremos transmitir, la de un producto local y cuidado, posicionándola como un producto que se elabora en nuestra ciudad. Otra diferencia es el sabor que tiene, es más suave, menos gasificado y un poco más dulce porque incluso en nuestra selección de ingredientes el té de origen que utilizamos es sutil. Los ingredientes y el proceso hacen que resulte en un sabor bastante universal. Incluso a paladares que nos les gustan las bebidas muy gasificadas o fermentadas le puede llegar a gustar Makalú. La propuesta que hemos encontrado es una de nuestras insignias.

Marta Pla- Makalú conforma un negocio comprometido, en 2024 queréis aportar entre un 10% y un 20% de los beneficios a proyectos que generen un impacto en la propia comunidad. ¿Cuáles son las acciones que pretendéis llevar a cabo para llevarlos a cabo?

Marta Jiménez- Nuestro claim ‘bébete el cambio’, es una manera de generar iniciativas desde nuestra comunidad, de integrar equipos y personas en nuestra red. También contempla nuestra manera de relacionarnos con los clientes y colaboradores. Queremos poner en estas relaciones ese cariño, cuidado y cercanía que nos gusta. En 2024 nos encantará poder destinar una parte de nuestros beneficios a proyectos que surjan desde la propia comunidad y que tengan un impacto en ella. Para ello, nos apoyamos una vez más en la tecnología, el día de la inauguración algunas personas adquirieron NFT, lo que permite es, aparte de tener acceso a ciertos descuentos o eventos, formar parte de una comunidad descentralizada que podrá proponer y votar propuestas. Es una apuesta por lo artesanal, y también por esa parte más virtual, que permitirá tomar decisiones descentralizadas con la tecnología como respaldo.

Marta Pla- Llegáis a Lanzadera en 2022, ¿Cómo ha sido la experiencia emprendedora en la incubadora de talento?

Marta Jiménez- De manera prácticamente inmediata interrumpen en mi cabeza dos palabras: felicidad y agradecimientos. Aquí estas estimulado por una gran cantera de talento, tanto de otros proyectos como profesionales que pueden acompañarte, como por empresas de gran calado que pueden asesorarte en ámbitos en los que tu no llegas o ni siquiera contemplas. En nuestro caso, tenemos un gran reto con los planes financieros, los escandallos, estructuras de costes, por ello es un regalo tener profesionales cerca de ti para asesorarte. Es una gran ventaja tener al alcance de un clic otros proyectos con los que poder hacer todo tipo de contactos, colaboraciones, sinergias e incluso amistades. En nuestros KPI y objetivos semanales, hemos añadido mantener al menos un contacto-café con un desconocido para poder estimular esas conexiones que luego acaban en ideas o inspiraciones.

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