Javier G. Recuenco en La Hora Premium: «Putin opta por ser el villano del mundo, es la única parte ‘compleja’ del conflicto»
"La resolución de problemas complejos es una combinación de ciencias que tienen que ver con la estrategia, las gestiones tecnológicas o con el factor humano. Si una empresa necesita resolver un problema complejo es fundamental tener un equipo multidisciplinar orquestado", sostiene Javier G. Recuenco en su diálogo con Pablo Oliete, en La Hora Premium
Pablo Oliete: ¿Cómo puede ayudar a las empresas la resolución de problemas complejos?
Javier Recuenco: La resolución de problemas complejos es un conjunto de disciplinas que tienen que ver con problemas que no han sido resueltos. El mundo hasta ahora era bastante taylorista, teníamos claro las posiciones que queríamos ocupar o la gente que teníamos que formar, pero lo que se está disparando de manera brutal es la incertidumbre, y en un entorno de incertidumbre te enfrentas a desafíos de los que no hay precedentes. Prácticamente no hay actores que sepan moverse de manera funcional en un escenario así.
Por hacer una metáfora, la parte de resolución de problemas complejos tiene que ver con el doctor House. Cuando 30 médicos con experiencia no saben resolver el problema, él es capaz de ser funcional y no bloquearse, de asumir experimentos controlados intuitivos para buscar la causa, y de ser sistemático a la hora de encontrar dar con el problema , por más complicado que sea.
Es una combinación de ciencias que tienen que ver con la estrategia, la complejidad, las gestiones tecnológicas o con el Factor X son las que forman la caja de herramientas con la que trabaja el Complex Problem Solving. Es prácticamente imposible que todo el mundo domine esos aspectos, por eso cuando tienes un problema complejo es fundamental tener un equipo multidisciplinar orquestado.
Pablo Oliete: ¿A qué te refieres con factor X?
Javier Recuenco: El Factor X es el comportamiento humano, presente en todas esas disciplinas que normalmente la gente estudiaba, y que solían terminar en un trabajo para limpiar mesas o repartir menús, como Sociología o Antropología. Esto es fundamental porque normalmente las cosas que tumban las mejores estrategias suelen estar relacionadas con el factor humano, si tienes una estrategia muy fuerte también hay que tener en cuenta el Factor X de las personas involucradas. Hay dos emociones devastadoras que inhabilitan el cerebro, que son el miedo y el despecho, y si solo nos limitamos a pensar de manera racional, nos salen situaciones utópicas que luego a la hora de funcionar son completamente diferentes.
Pablo Oliete: ¿Cómo encajan los equipos multidisciplinares necesarios para la resolución de problemas complejos en las organizaciones con las que trabajáis?
Javier Recuenco: La mayor parte de las personas están acostumbradas a trabajar con equipos externos independientes, pero un equipo de complex problem solving se mete dentro de la organización, interactúa directamente con el cliente y tiene que tomar el control en ciertos aspectos. Muchas veces ocurren choques con políticas internas a la hora de involucrarse en los procesos de la compañía, pero es un trabajo por el que hay que pasar para llegar a la solución. Hay gente a la que le encanta el papel del complex problem solver y hay gente que no entiende su trabajo y lo confunde con un consultor.
Pablo Oliete: ¿Cómo se tendría que abordar el conflicto entre Isabel Díaz Ayuso y la dirección del partido, por los contratos en la Comunidad de Madrid, por los que su hermano ha recibido unas comisiones como facilitador? ¿Se trata de un problema complejo?
Javier Recuenco: La diferencia entre un problema complejo y un problema complicado es que el primero surge y no tienes ninguna referencia, mientras que en el caso del segundo sí se ha visto antes. Este sí es un problema complejo. Se conjugaron una serie de cosas curiosas relacionadas con el Factor X, como por ejemplo que el combo Casado-Teodoro no contaba con el máximo apoyo interno.
Ayuso es una persona que transmite una sensación de ser lo que parece y parecer lo que es, y eso es rarísimo en la clase política. Combinado con que ella decide plantar cara en el asunto, hizo mover la balanza en su favor, para sorpresa de Casado, porque posiblemente mucha gente del partido le hubiera prometido fidelidad.
Pablo Oliete: ¿El papel de la Unión Europea y la OTAN en el conflicto entre Rusia y Ucrania lo consideras complejo?
Javier Recuenco: Es absolutamente esperable. Putin ya estaba dando señales de toda índole de que se estaba preparando un conflicto en Ucrania, es un tema que viene de muy lejos. Pero lo que ha ocurrido de manera inesperada es que Putin, en vez de hacer la guerra permitida en el siglo XXI, de la manera más discreta posible, ha decidido dar un paso al frente y colocarse como villano en el mundo. Es una cosa que no termino de entender y que me lleva a pensar que debe de tener algún problema interno que está intentando tapar. Esta es la única parte del conflicto que se puede considerar compleja, y tendría que estar conectada con el Factor X.
Todo lo demás, tanto el posicionamiento de Ucrania, el alza de las hostilidades, como que la OTAN y la UE se iban a centrar en la parte de las sanciones en vez de tomar una postura más guerrera, entra dentro de lo previsible en la geoestrategia más elemental.
Pablo Oliete: ¿Las organizaciones identifican fácilmente que tienen un problema?
Javier Recuenco: Normalmente la gente no es capaz de autodetectar cuándo tiene un problema y si lo puede solucionar de manera fácil o si requiere de un equipo especialista en resolución de problemas complejos. Este error lo han intentado solucionar personas que se dedican al ámbito de la consultoría, y a la hora de enfrentarse a un problema complejo se requieren skills completamente diferentes.
Pablo Oliete: ¿Sueles encontrar en las organizaciones problemas que pueden englobarse dentro del campo de transformación digital o suelen estar basados en la propuesta de valor o el modelo de negocio?
Javier Recuenco: La parte de tecnología es absolutamente crítica, pero muchas veces se piensa que el fallo a solucionar se encuentra en ese aspecto y no. La industria automovilística de España tiene un gran problema, y no es la aparición del coche eléctrico, sino que hoy en día a la mayoría de gente no le interesa comprarse un coche hasta los 30 años. Este es un cambio sociológico, no tecnológico.
La mayor parte de las compañías tienen un problema de propuesta de valor y para reformular esas propuestas de valor la tecnología es un factor crítico. A mí me gusta mucho lo que hace Atlas, porque a lo mejor necesito trabajar con 25 compañías completamente distintas que proporcionan servicios diferentes para resolver un problema de negocio. La mayor parte de la gente ha abrazado la transformación digital pensando que iba a resolver sus propuestas de valor y se ha encontrado con que eso no es así. Aunque van de la mano, el orden correcto es resolver primero la propuesta de valor, lo que genera cambios tecnológicos.
Pablo Oliete: ¿Es un problema complejo la presencia de mujeres en los órganos de dirección y consejos de administración en las empresas?
Javier Recuenco: Es un problema complicado, que tiene ver que ver con una serie de hechos culturales. Lo que ocurre es que nos vamos de un extremo en el que la mujer ha sido sistemáticamente desplazada, sin sentido, de puestos de responsabilidad, a otro extremo en el que parece que ser mujer es una especie de bonus raro que intenta compensar un error con otro. La mujer es tan capaz como el hombre de ejercer una carrera directiva, pero nunca creo que lleguemos a un 50-50. Las mujeres tomarán el control en determinadas configuraciones empresariales que les interesen mucho, y otras irán seguirán pasando de ellas por los tiempos de los tiempos.
Pablo Oliete: Sobre los Next Generation que tenemos en España y cómo eso puede llegar a tener un impacto en la economía española y transformar el modelo de contribución al PIB de los distintos sectores económicos que tenemos, ¿es un problema complejo?
Javier Recuenco: Es un problema sencillo, hay que trabajar con gente que tenga agenda real de transformación y no con amigos o colegas.
Pablo Oliete: ¿Crees que como sociedad o como economía tenemos una cultura para abordar retos de innovación más avanzada, donde podemos estar cerca de lograr algo, pero nunca acabamos de despuntar tecnológicamente?
Javier Recuenco: Si alguien está buscando certidumbres, ha nacido en la época equivocada. La cultura española tiene una cosa que nos lastra, y es que somos muy malos asumiendo entornos de incertidumbre. Sin embargo, somos muy flexibles para trabajar en esos entornos. Nunca hemos tenido esa capacidad de arriesgar y al mismo tiempo somos muy creativos y somos capaces de adaptarnos a esas situaciones. Falta saber qué triunfará, si nuestra remisión al riesgo que nos condenará siempre a ser la mano de obra barata de la gente que realmente arriesga, o nuestras capacidades de adaptación a la incertidumbre que nos pueden dar una ventaja competitiva respecto a otras culturas. Una compañía tiene que entender el riesgo como parte de su día a día, y el riesgo no necesariamente es malo, es algo que te puede llevar al siguiente nivel o te puede hacer perder.