Cazadores de sueños y financiación privada

La peor parte de la resaca de un #Collaborate no es el cansancio, sino la cantidad de ideas que tienes por asentar. Solo el esfuerzo de recordar quién dijo qué y atribuir la autoría de las brillantes ideas que escuchaste a la persona adecuada ya supnoe un esfuerzo intelectual interesante. Pero en el fondo es como la ligera resaca de un buen vino, eres consciente de que quizás te pasaste de vino en la cena, pero disfrutas recordando su sabor.

De #CollaborateZaragoza24 podría estar destacando ideas horas y horas, pero quiero centrarme en dos que tienen cierta relación. No las voy a relatar en orden cronológico para simplificar la comprensión del lector. Lo advierto para evitar cierto mareo a quien pueda leerme y asistió al evento.

La primera idea a destacar la comentó Carlos Oehling, presidente de Fersa. Durante la conversación que mantuvo con Sergio Martín, nos confesó que cuando sus hijos eran pequeños y le preguntaban a qué se dedicaba, contestaba que era cazador de sueños. Les decía que cada mañana salía a cazar sueños y que algunos días cazaba y muchos días aprendía.

La otra idea que quiero compartir la dijo Ezequiel Sánchez, presidente de PLD Space, durante su brillante exposición en la comida premium, nos aseguró que uno de los aciertos que habían tenido durante la ejecución del proyecto había sido no recurrir a la financiación pública como fuente fundamental de inversión y poner el foco en las primeras fases del proyecto en fuentes de financiación privada.

Esa filosofía les ha hecho mucho más autónomos evitando la dependencia de la financiación pública ante posibles escenarios de alto riesgo tecnológico, evitando de esta manera paradas inesperadas por causas ajenas a la viabilidad tecnológica. Les ha permitido no estar a expensas de la regulación y de las exigencias burocráticas y ha dado más libertad para innovar.

Creo que las dos ideas nos ofrecen un maridaje interesante a cualquier emprendedor y que, por lo menos en mi caso, son tremendamente útiles.

Es fundamental visualizar todo el proyecto, pero quizás es más práctico y menos angustiante ir soñando poco a poco el proyecto. Cada día intentar alcanzar uno, dos o tres sueños, sabiendo que va a haber días que no cazarás nada. Pero, al mismo tiempo en mi opinión los sueños, cuanto más privados sean, más autónomos te hacen y creo que mayor probabilidad de alcanzarse tienen.

El emprendimiento en España y la innovación en general tienen un alto riesgo de ser muy dependientes de la financiación pública. Cuanto más ambicioso sea un proyecto o mayor riesgo tenga parece que está abocado a ser viable únicamente si hay un alto respaldo público detrás de él. El ejemplo de PLD Space nos confirma que sin renunciar a la financiación pública la iniciativa está alcanzando una mayor autonomía por tener una base sólida de financiación privada desde que Raúl Torres y Raúl Verdú salieron a perseguir su sueño de lanzar su primer cohete suborbital.

En el caso de Atlas Tecnológico reconozco que la financiación privada, además de autonomía financiera, nos ha permitido incorporar a nuestro sueño a otras muchas personas que compartían nuestro misma ilusión de que la innovación en el ámbito industrial en España, se convirtiera en un sueño alcanzable para cualquier tamaño de empresa.

Los sueños privados hacen cazadores independientes.