Barcelona supera a Madrid en patentes y capital riesgo pese a producir menos publicaciones científicas

El Índice Mundial de Innovación 2025 de la OMPI muestra un mundo en el que la innovación se diversifica geográficamente, avanza en nuevas tecnologías, pero enfrenta el reto de mantener la inversión y transformar la investigación en valor económico
María José Martínez
17 de septiembre de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Barcelona supera a Madrid en patentes y capital riesgo pese a producir menos publicaciones científicas


El Índice Mundial de Innovación (GII) 2025, publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), deja un titular destacado para España: Barcelona adelanta a Madrid en número de patentes y en acuerdos de capital riesgo, mientras que la capital española mantiene su liderazgo por la mínima en producción científica.

Según el informe, Barcelona ocuparía el puesto 62 a nivel internacional y Madrid el puesto 74 en la ‘Top 100 innovation clusters, 2025’. Barcelona registró 435 patentes frente a las 255 de Madrid en el último año y también aventajó a la capital en acuerdos de capital de riesgo (259 frente a 157), hecho que demuestra que el ecosistema emprendedor barcelonés atrae más financiación para startups. En el ámbito académico, Madrid superó por la mínima con 6.117 publicaciones científicas frente a 6.016 de Barcelona.

Estos datos muestran una división del liderazgo innovador en España: Barcelona destaca en el paso del conocimiento al mercado, mientras que Madrid mantiene su papel en la producción de ciencia básica.

Suiza a la cabeza

El GII 2025 confirma que Suiza es por decimocuarto año consecutivo el país más innovador del mundo, seguida por Suecia y Estados Unidos. Corea del Sur alcanza un histórico cuarto puesto y Singapur cierra el Top 5.

La gran sorpresa es la entrada de China en el Top 10, que desbanca a Alemania al undécimo lugar. El Reino Unido desciende levemente (6.º), mientras que Finlandia, Países Bajos y Dinamarca se mantienen entre las economías más innovadoras.

Entre las economías de ingresos medios, India destaca en el puesto 38, impulsada por su ecosistema de startups y su capacidad de exportación de servicios TIC. Marruecos, Baréin y Kazajistán registran avances notables, que reflejan un fortalecimiento de sus capacidades innovadoras.

Freno a la inversión

El informe advierte de una desaceleración global en la inversión en I+D, que creció solo un 2,9 % en 2024, el ritmo más bajo desde 2010. La previsión para 2025 es aún menor (2,3 %). Las empresas tecnológicas y farmacéuticas continúan invirtiendo en innovación, pero sectores como el automotriz y de bienes de consumo redujeron su gasto ante la caída de ingresos. El capital riesgo, aunque creció en valor (7,7 %), mostró una caída del 4,4 % en número de operaciones, lo que indica una concentración de recursos en pocas industrias, como la inteligencia artificial.

El GII 2025 destaca avances en computación cuántica, supercomputación verde, inteligencia artificial y baterías, con caídas del 20 % en los precios de estas últimas. Sin embargo, la adopción de innovaciones muestra signos de ralentización, con menor crecimiento en la venta de vehículos eléctricos y en la instalación de robots industriales.

Aún así, los efectos de la innovación siguen siendo en gran parte positivos: la productividad global creció un 2,5 %, la esperanza de vida llegó a los 73 años y la pobreza extrema bajó a 817 millones de personas. Pero la crisis climática sigue avanzando y 2024 fue el año más caluroso de la historia.

La edición 2025 del GII retrata un mundo en transición y extrae tres grandes mensajes. En primer lugar, la capacidad innovadora se expande en todas las regiones, con avances notables en Asia Central y Meridional, África Subsahariana y Oriente Medio. India, Marruecos y Filipinas son ejemplos de cómo estrategias bien definidas permiten construir ecosistemas de innovación sólidos.

En segundo lugar, no existe un único camino hacia el éxito. Algunas economías se apoyan en manufactura avanzada, otras en industrias creativas, TIC o en sus recursos naturales. América del Norte y Europa siguen dominando, pero China e India muestran que la inversión sostenida en I+D y startups puede cambiar el mapa. Y, por último, se destaca la agilidad como ventaja competitiva: los países que adoptan rápidamente nuevas tecnologías, fortalecen vínculos intersectoriales y apoyan a las startups están ganando terreno.

La OMPI llama a los gobiernos, empresas y universidades a invertir en I+D, reforzar la colaboración público-privada, garantizar acceso a financiación y mejorar los sistemas de medición. Solo de este modo se podrá escalar ecosistemas de innovación, comercializar investigación y participar plenamente en cadenas de valor globales.

Gráficos: WIPO

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