Autonomía total: robot con cuenta corriente propia

El investigador del MIT, Eduardo Castelló, idea un sistema de confianza para que el robot 'emprenda'. La creación constituye un hecho novedoso. Es la primera vez que puede contratarse a un grupo de robots que actúan, y utilizan los fondos que perciben para realizar una tarea
Eugenio Mallol
15 de noviembre de 2022 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Autonomía total: robot con cuenta corriente propia
El investigador del MIT Media Lab, Eduardo Castelló. / REDIT SUMMIT

El profesor Hiroshi Ishiguro, con quien trabajó en Osaka (Japón) durante cinco años Eduardo Castelló, veía un futuro dominado por “robots muy complejos, caros, que nos representarían” a cada uno en ámbitos en los que prefiriéramos no estar físicamente. Pero la idea del investigador valenciano, hoy en el MIT Media Lab y beca Marie Curie, “no era esa”. Pensaba en enjambres de robots muy simples, que cooperan y colaboran entre ellos y tolerantes a fallos porque son muy redundantes. “Es muy interesante hacerlos infraestructura, porque así es muy complicado pararlos, hackearlos, hacerlos caer”, explica.

El problema a resolver al construir ese mundo de robots distribuidos es que, “al crecer de manera descentralizada, la complejidad de entender lo que está pasando en ese sistema es cada vez mayor”. La autonomía de los robots es útil porque elimina trabajos que nosotros no queremos hacer, pero necesitamos una capa de validación, “necesitamos entender que, aunque la autonomía, la inteligencia artificial, los robots, se vuelvan más complejos, tenemos una manera de auditarlos”.

Hace 10-15 años no teníamos tecnología para generar confianza digital, “de hecho, el proyecto clave del mundo digital, que es internet, nunca fue diseñado para generar confianza”, explica Eduardo Castelló. Para ello los científicos tendrán que dejar de ver a los robots como “puro trabajo”.

¿Y si siguieran seguir la misma progresión que la gente que trabajaba en las fábricas de Manchester hace 200 años y pudieran convertirse en emprendedores? Ese es, en el fondo la esencia de su paper ‘Cooperación segura y secreta en enjambres de robots’, publicado en Science Robotics.

Los robots funcionan con ciclos (loops) de control, están diseñados para seguir realizando su función in aeternum, pero necesitan fondos para continuar con el siguiente trabajo. ¿Qué pasaría si prestan servicios y pueden mejorarse a sí mismos porque son capaces de costearse financieramente?

Castelló ideó un experimento consistente en crear una empresa web basada en blockchain llamada IRIDIA Swarm Marketplace compuesta por varios robots. Los clientes podían comprar sus servicios cargando un Merkel Tree con la lista de tareas y pagando el precio con sus billeteras criptográficas en ethereum. El contrato inteligente enviaba la información a los robots para que pudieran comenzar a trabajar y posteriormente almacenaba la prueba criptográfica de que las tareas se habían realizado, lo que permitía confiar en el sistema.

Era la primera vez que alguien contrata a un grupo de robots que actúan, le entregan el trabajo y, a continuación, usan los fondos que perciben para hacer la siguiente tarea. Robots con cuenta corriente en el banco, “por supuesto, pagando impuestos”. Cuando los implicados son muchos robots conectados, el sistema Merkel Tree simplemente les da la seguridad de que la información que reciben de otro robot es fiable y actualizan su tarea en función de ella, sin cuestionarse nada más.

La gran línea tecnológica que sale reforzada son los modelos de negocio nuevos basados en conceptos como la Organización Autónoma Descentralizada (DAO, por sus siglas en inglés). Un DAO es una organización que se ejecuta a través de reglas codificadas como contratos inteligentes, es decir, un código informático incrustado en una cadena de bloques que controla directamente la transferencia de activos digitales entre partes bajo ciertas condiciones, se lee en la parte final del paper de Castelló. Es el fin de los roles comerciales tradicionales. Estas DAO “pueden cobrar a los usuarios por los servicios que brindan, con el fin de pagar a otros por los recursos que necesitan”.

Eduardo Castelló y su equipo del MIT Media Lab acaban de redactar un paper con el sugestivo título de «Autoempleo para robots autónomos utilizando smart contracts», una lectura más que recomendable.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad