Alianza de clústers y más Risc-V en el renacer de la microelectrónica

“¿Vais a trabajar juntos?”, pregunta el periodista Sergio Martín al presidente del Instituto Ricardo Valle Innovación y CEO de Premo Group, Ezequiel Navarro, y a la presidenta de Valencia Silicon Cluster y directora general de MaxLinear España, Mayte Bacete, sobre el escenario principal en la segunda jornada del Collaborate de Málaga, organizada por Atlas Tecnológico.

Como testigos de excepción, podría decirse, el director de operaciones del Perte CHIP, Pedro Martín, y el CEO de TST Sistemas, Francisco Alcalá. “Sí, quiero”, responden al unísono Navarro y Bacete. Y estrechan las manos de pie entre el aplauso de los asistentes. “¡Acaban de comprometerse en el Atlas Collaborate a trabajar juntos!”, proclama el moderador.

Ha sido uno de los momentos culminantes de una mesa redonda sobre la estrategia de España en microelectrónica repleta de grandes anuncios. Se ha puesto de manifiesto que Málaga es la gran candidata a convertirse en la sede del prestigioso IMEC en España, “un anuncio impresionante”, en palabras de Francisco Alcalá. Y Pedro Martín se ha comprometido a impulsar de forma definitiva y contundente “una estrategia nacional de RISC-V”, el estándar de código abierto para el hardware.

“Me gustaría retomar la propuesta de Mateo Valero, director del BSC en el Summit de Barcelona, lo pondremos en la web, y quien se quiera sumar, que lo haga. Queremos ser una ventanilla friendly, abierta y transparente”, ha afirmado el responsable del Perte CHIP. El acuerdo entre los clústers de microchips de Málaga y Valencia, abierto a los de otras regiones españolas, parte de la convocatoria de ayudas para poner en marcha cátedras vinculadas al sector. “Tenemos una responsabilidad, tenemos que hacer esfuerzo por unir lazos, colaborar y buscar puntos de unión. Pensando en las cátedras, tendrán más fuerza si conseguimos crear un hilo de unión para que colaboren y se coordinen”, ha afirmado Mayte Bacete.

La responsable de Valencia Silicon Cluster apuesta por crear “una gobernanza ente las cátedras, que monten workshops conjuntos y que cada una aporte su expertise. En Valencia hemos presentado tres cátedras y cada una está especializada. Al final habrá una conexión entre ellas y eso lo tenemos que llevar a todo el territorio, que la cátedra de Málaga complemente las nuestras”.

“Es normal no inventar lo que otro ya ha hecho, lo compras, es normal colaborar y hay una gran cantidad de royalties cruzados en el sector”, apunta Ezequiel Navarro. “Con el RISC-V lo vamos a potenciar. En estas tecnologías dominan las herramientas de diseño, tener ciertas capacidades, por ejemplo, salas blancas, el packaging avanzado, requieren de inversiones importantes. Tengamos un laboratorio muy bueno para todos, en lugar de ocho o diez pequeños. Para eso hay que trabajar todos juntos. Disponer de esos medios abiertos para todos nos dará economías de escala y atraerá el talento. En España hay 52 actores y casi nadie compite entre ellos, la capacidad de colaborar es tremenda”.

Un paso adelante

El presidente de Innova IRV repasa lo sucedido recientemente. “Hace cinco años prácticamente sólo estaba el BSC representando a España en los grandes proyectos europeos. ARM la compró Softbank y nos quedamos sin uno de los grandes actores. Empezamos reflexión en Ametic, con BSC y componentes en el sentido de que hay que hacer algo. Se nos ocurrió que no podíamos hacerlo solos, porque el reto es enorme, hay que sumarse a la iniciativa de Europa y que lo apoye, y animar a nuestro Gobierno. No se puede perder este tren, para academia, la industria, para todo lo que se sustenta en los chips, que es la base de la electrónica digital. El mundo ha seguido deteriorándose, los bloques geopolíticos están cada vez más enfrentados. Pensamos que teníamos que hacer algo y que fuera colaborativo, por eso creamos la fundación IRV para actuar en las áreas en las que se desarrollaron IPCEI”.

“Málaga levantó la mano, pero la iniciativa se debatió en las reflexiones de Santander y en la propia Ametic”, continúa Ezequiel Navarro. “Seguro que vamos a hacer cosas con Valencia porque se necesita masa, para atraer talento hay que pagar y atraer proyectos retadores, atractivos”.

Para Francisco Alcalá, “la tentación es lamentarnos por el tiempo perdido, tenemos una oportunidad y el apoyo de fondos públicos a nivel europeo y nacional y la determinación política que existe hay que aprovecharla. Volcar dinero público no es garantía de nada, hace falta un ecosistema capaz de utilizarlo. Hay que conseguir que sea sostenible a futuro”.

Apuesta por generar demanda. “Tenemos que convencer a las industrias de que la microelectrónica es una palanca sobre la que puedes sustentar tu futuro. Si no controlas los chips sobre los que te sustentas no eres dueño de tu futuro. El Perte permite a empresas acceder a figura permitir que una empresa que no sabe hacer chips se meta en proyecto porque quiere ser promotor de esos dispositivos porque en varios años quiere ser dueño de su futuro”.

El CEO de TST Sistemas habla de un “renacer de la microelectrónica. Hay que combinar muchas cosas. Veo la oportunidad desde el punto de vista de TST hay empresas que no tenemos historia de desarrollo de microelectrónica y somos capaces de entrar en esa carrera. Este apoyo de la Administración no lo había visto nunca”.

Ezequiel Navarro coincide: “Ezequiel Navarro: “tenemos en España más de 100 empresas que son líderes mundiales de nicho, tenemos compañías capaces de colocar millones de chips en el mundo. Para que se cree tracción hay que generar mercado. Quién va a colocar millones de chips en los mercados internacionales”.

Por alusiones, Pedro Martín explica que “tenemos identificadas las áreas en las que invertir: fotónica o diseño de chips a través de RISC-V, y aunque no sea RISC-V también. Articulamos los fondos de varias maneras. Foundries, no es un tema que nos obsesione, se puede hacer mucha microelectrónica sin recurrir a ellas”.

“Hemos comprobado el efecto de 140 millones de euros”, dice en alusión al acuerdo entre los clústers de Málaga y Valencia. “Cuando hay dinero público la cosa se anima mucho. Vamos a analizar propuestas de cátedras y seguro que podemos unir otras, como la de Vigo o de Barcelona. Esto nos sirve para conocer con qué mimbres contamos”.

En cuanto al potencial del RISC-V, destaca que en junio hubo un Summit en Barcelona y establecimos con Mateo Valero un principio de acuerdo para hacer una estrategia nacional de RISC-V. Me gustaría retomar aquello, lo pondremos en la web, y quien se quiera sumar podrá hacerlo. Los protagonistas son ellos, vamos a evitar duplicidades. Queremos ser una ventanilla friendly, abierta y transparente”.

“El Perte CHIP es un proyecto a medio y largo plazo, no podíamos ir más rápido, era clave el conocimiento del ecosistema y plataformas como Atlas Tecnológico que nos conectan. Evangelizar es importante”, continúa Pedro Martín. “Recibimos escritos de ingenieros españoles que quieren regresar. Sin talento no haremos nada nunca. La generación de empleo puede ser de un grandísimo valor”.

A juicio de Mayte Bacete, “los centros de diseño deben tener 200-300 personas para que hagamos chips punteros en España, esto será tractor para que consigamos nuevas inversiones y spin off. Son industrias complejas y hay que aprender de los que saben, alcanzando esa masa crítica será la única forma de impulsar ese ecosistema. Las cátedras han recogido mucho feedback del ecosistema”.