Alberto Villalobos: «Hasta ahora, el 5G no es más que una campaña de marketing radical encaminada a vender más móviles»
El CEO de 5G Ventures protagoniza la Hora Premium y analiza, en diálogo con Pablo Oliete, los beneficios que reportará a la industria, la viabilidad en España de las redes privadas, los casos de uso que se avecinan y los pasos que deben dar los responsables de las empresas para incorporar la nueva tecnología de modo que refuerce verdaderamente su negocio
Pablo Oliete: ¿Cuáles son las diferencias entre el 4G y el 5G?
Alberto Villalobos: Hay algo de lo que todo el mundo habla, y es aquello que tiene que ver con el desempeño de la red, esto introduce tres características fundamentales: en primer lugar, mayor velocidad, lo que se traduce como más ancho de banda. La segunda tiene que ver con la capacidad de conectar dispositivos IoT de forma masiva, es decir, miles de dispositivos en tiempo real, y en último lugar, la capacidad de implementar conectividad con ultra baja latencia, lo que se traduce como la capacidad de aplicar nuevos caso de uso en tiempo real. Esto abre la puerta a ejemplos como el coche conectado, drones, AGV o la realidad inmersiva, múltiples ejercicios que requieren de la capacidad de este tipo de latencia.
Por otra parte, sabemos que el 5G no ha sido diseñado para smartphones, sino para la industria y la manera en que el formato llega a raíz de las redes privadas. No solamente conciben una solución de conectividad avanzada, sino que trasciende el concepto para convertirse en una plataforma de digitalización de casos de uso.
Pablo Oliete: ¿Cómo percibimos en el día a día de nuestras vidas el 5G, es decir, qué es lo que estamos notando y en qué nos influirá?
Alberto Villalobos: Los ciudadanos han notado exactamente lo mismo que con el cambio del 3G al 4G: una campaña de marketing radical encaminada a vender más terminales. ¿En qué lo nota la gente de a pie? Además de en el bombardeo mediático en no mucho más. Es verdad que algunos smartphones permiten conectar el 5G pero es un 5G ‘descafeinado’, situado por encima del 4G. Los operadores lo están desplegando para pintar el territorio, cumplir con sus requisitos de frecuencia y tener buenas herramientas de marketing, pero esto no está cambiando nuestras vidas.
Pablo Oliete: En este sentido la Administración se suma al marketing. En el encuentro de AMETIC, la Administración estaba orgullosa porque se utilizaban todos los fondos de reestructuración y europeos para poder acelerar el 5G en las vidas de los ciudadanos y conformar el país que mayor presencia de 5G. ¿Si es verdad que el principal beneficio lo encontramos en zonas industriales por qué empezamos a desplegarlo en Madrid o Barcelona?
Alberto Villalobos: Es la forma tradicional de actuar: el propietario, dueño y señor de las redes en el mundo, son los operadores, tienen un legado en su relación con la autoridad reguladora de los gobiernos. El 5G ha supuesto una disrupción para la industria, pero no lo ha hecho para la manera en la que se ha desplegado. En otros países del mundo ha sido distinto, por ejemplo, en Estados Unidos en el año 2019 se cambió a una legislación nueva conocida como CBRS, se cambió el paradigma de que el operador fuese el único dueño de la frecuencia celular y se habilitó un ancho de banda de frecuencia para dar lugar a un uso exclusivo industrial, con el aliciente de estar completamente digitalizada. No se media por papeles, sino que se hacía de forma automática donde el dispositivo solicita la frecuencia y la adquiere. En España estamos lejos de conseguirlo, en lugar de hablar del porcentaje de empresas españolas tienen redes privadas, hablamos de que cuál es el número de población que tiene pintado en el teléfono el símbolo del 5G. Para cumplir con la precisión hace falta un cambio radical de la parte de detrás de la red a una arquitectura stand alone, la cual compone un 5G puro y habilita la digitalización completa.
Pablo Oliete: Veo que la industria digital está completamente anestesiada. Hay un sector en el que te das cuenta de que solo hay un beneficio para los operadores de telecomunicaciones. El 5G cuenta con que los fondos europeos han empezado a proporcionar ayudas directas a los operadores para que pudieran desplegarlo y, sin embargo, tampoco se ha generado demasiada eficiencia, no se ha hecho en base a sinergias entre los operadores. Las infraestructuras neutras que existen en España no se han utilizado. Lo que no entiendo es que a la industria digital le parezca bien. La oportunidad de desarrollo de un ecosistema en cuanto al 5G no parte tanto de la infraestructura disponible. Es cierto que, en otras tecnologías, la infraestructura es necesaria, ya hemos visto como en el ámbito del IoT tecnologías como LoRa se han impuesto frente a otras con la ayuda de un despliegue local. Al parecer esto era suficiente para dar servicio a las necesidades industriales y no era necesario desplegar una red global. ¿Por qué no hay una mayor reivindicación a la Administración de que quizás no se está haciendo la política correcta en el ámbito 5G?
Alberto Villalobos: Hay un ‘boom’ de gente que se encuentra trabajando para ayudar en este sentido. Están haciendo su trabajo, pero la inercia de las ‘telco’ y del regulador es muy poderosa. De hecho, debemos tener en cuenta que el 5G, especialmente en España, tiene un tejido industrial más débil, necesita que grandes compañías manufactureras o logísticas den un paso adelante y no dejen solo a AMETIC o asociaciones patronales que están tratando de ejercer su influencia. Para que esto pase la industria debería conocer cuál es la potencialidad del 5G y cómo encaja en su estrategia de su transformación digital. El mundo celular ha estado siempre a kilómetros de distancia de los sectores industriales, sin embargo, éstos tienen ejemplos de red privada. En la actualidad, mientras España mantiene que esperará al regulador y sigue haciendo consultas, los lideres de Europa ya han adelantado. Estamos esperando que la licitación de la banda de 26 GHz para que sea usada en redes industriales. El 5G va a transformar muchos negocios, pero el primero será el mundo ‘telco’, es un ‘game changer’ para este sector. Los operadores tienen que decidir si utilizar su modelo de negocio antiguo basado en vender conectividad o dar el cambio a ofrecer servicio de integración, de valor añadido y transformación digital para las industrias. Esto compone un cambio de paradigma.
Pablo Oliete: El ámbito de tener acceso en tiempo real a las cosas está abriendo una ventana de riesgo, en especial, a mí siempre me ha preocupado el sector agroalimentario. Creo que este riesgo está cada vez más próximo porque otros competidores quieran desprestigiar un sector entero. Háblanos de seguridad en el sector industrial vinculado al 5G
Alberto Villalobos: Aquellos que entienden de ello a nivel mundial saben que el 5G está hecho para la industria, para la hiperdigitalización de procesos críticos. Por este motivo este nuevo entorno hiperconectado presenta la toma de decisiones en tiempo real de un proceso de negocio que impacta directamente en la cuenta de resultados de la compañía. Bajo este nuevo marco, el cual consiste en que todas las cosas están conectadas en tiempo real y además de manera inalámbrica, ha habido una especie de guerra que empezó con el conflicto geopolítico entre EE.UU. y China. En medio de este escenario, el regulador europeo anunció una nueva medida en referencia a la ciberseguridad 5G. España le ha seguido con una nueva normativa que aún está pendiente de desarrollo. El gran problema es que los grandes fabricantes de ciberseguridad son gente que viene del ‘data center’, de securizar lo que hasta ahora conocíamos. Este nuevo paradigma requiere de una preocupación especial.
Pablo Oliete: Cuando tenemos que esperar a que exista innovación para que un mercado se pueda desarrollar es preocupante, aunque es verdad que el riesgo que existe es importante. En materia industrial, ¿si fueras un responsable de operaciones de una planta industrial y tuvieras la duda de priorizar el 5G cómo responderías a cuestiones relacionadas con la formación, la adquisición del servicio o la propia navegación dentro del ámbito comentado?
Alberto Villalobos: Primero poner en antecedente y analizar que el ecosistema dotado de personas que resuelva este tipo de problemas es muy incipiente. Parece que las grandes operadoras ya saben ejecutarlo, detrás de ello, te das cuenta de que no hay tanto. La manera de enfocar para un responsable o un CEO de cualquier compañía industrial es empezar por definir cuál es la hoja de ruta de transformación digital. Posteriormente analizar si hay hiperautomatización, hiperdigitalización o una entrada de nuevos modelos de negocio, dependiendo de ello, debo definir los objetivos y tras ello, contextualizar los casos de uso de los procesos que impactan en esas metas. El mundo industrial ha estado muy separado del sector celular. En mi caso, he creado una compañía enfocada en ofrecer servicios estratégicos de definición de casos de usos que impacten en esos objetivos de negocio apalancados en 5G. Tratamos de construir soluciones para poder entrar en el siguiente nivel: el diseño.
Pablo Oliete: Si una industria quiere consultar cuándo va a estar el 5G en su fábrica y cómo lo tiene que incorporar, ¿cómo debe averiguarlo?
Alberto Villalobos: Para tener un servicio 5G para una fábrica existen dos modelos: ser el dueño de la propia red privada, aunque esto en España es complicado, o contar con que el operador te proporcione un red virtualizada. Para que el operador llegue a este punto tienen que haber cambiado el ‘core’ basado en el 4G a uno ‘stand alone’ (SA). Para empresas medianas podría ser interesante porque no requiere el despliegue de una propia red, sin embargo, necesitamos que estas soluciones se actualicen. Debemos consultar con detalle las ofertas de los propios operadores. Además, para las empresas que quieran poseer el dato y automatizar procesos de negocio complicados les recomiendo el uso de una red privada para tener el control de todo.
Pablo Oliete: Habría que educar al usuario y transmitir que lo que hemos avanzado en los últimos años en mejora de conectividad es enorme, quizás no sea tanto un esfuerzo que haya que hacer en el mundo comercial para el usuario del terminal móvil, hay que desarrollar nuevas líneas de negocio para el ámbito industrial
Alberto Villalobos: Los operadores tienen un desafío muy grande. Por un lado, España es de los pocos países del mundo que a pesar de la presión creciente de inversión en despliegue de nuevas tecnologías como el 5G, el precio medio en suscripción cae. También el entorno inflacionario en el que estamos. El operador tiene la promesa de hacer un despliegue de 5G que supone un cambio radical de los próximos años sin saber cómo monitorizarlo.
Pablo Oliete: Hay muchas veces que en las industrias la gente está pendiente de cambiar una maquina o de cambiar unos sensores, y la obsesión del 5G ha hecho retardar los procesos afectando a las decisiones de inversión de la propia industria. ¿En este sentido, cuándo crees que esas máquinas y los elementos que deben estar conectados van a estar adaptados al 5G?
Alberto Villalobos: Yo no creo que eso sea lo que vaya a pasar primero, sino lo último. Todas esas cosas que están conectadas hoy, no hay que modificarlas. Lo que hay que hacer es definir las conectadas que requieren a través del caso de uso el 5G. Además debemos tener en mente que el 5G es una arquitectura de red que está diseñada para redes heterogéneas, es decir, para gestionar y controlar cualquier red wi-fi y también clave. Es un cambio de paradigma de puerta hacia atrás, puedo conectar todo lo que ya estaba, pero añadir una capa de gestión nueva que armonice todas las cosas conectadas en la industria. El 5g ofrece una plataforma cloud native de gestión de aplicaciones que puedo analizar y bajar al edge para trabajar en caso de misión crítica o analítica en tiempo real.
Algunos de los beneficios del 5G recaen en la capacidad a corto plazo de resolver problemas graves a la hora de introducir casos de uso de dicha misión crítica. El 5G trasciende una solución de conectividad. Hay que concebir una plataforma como una capa de conectividad, pero también ofrece una única plataforma de gestión del ciclo de vida del software, como por ejemplo, una aplicación que controla un AGV.
Pablo Oliete: En cuanto a los ecosistemas 5G desde el punto de vista de una persona, ¿qué observaciones sostienes?
Alberto Villalobos: La mayor parte de los ecosistemas son de carácter ‘telco’, es decir, lejos de la industria. Existen dos grandes fuerzas: la fuerza de los lideres y los nuevos fabricantes americanos, que suponen el gran ecosistema de los nuevos entrantes en el mundo 5G. Europa se está quedando atrás, la disrupción viene por las novedades.
Pablo Oliete: Por último, ¿cuáles son las indicaciones básicas de una hoja de ruta para un directivo de la industria en relación con el ámbito 5G?
Alberto Villalobos: Primero, que se repita a si mismo que la 5G es una solución de búsqueda de problemas que surgen de una estrategia de transformación digital, en función de esto, definir que problemas quiero resolver. Lo segundo es asimilar el cambio e incorporar de forma orgánica en mi planificación estratégica sobre casos de industria, para ello puede ser eficaz hablar con consultoras y que estas ofrezcan una visión de negocio para apalancar esta hoja de ruta. Finalmente, probar, jugar y comprar, por ejemplo, un piloto barato, ya que hasta que no lo ves puesto en una producción no lo comprendes.